Luego que el mismo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se corrigiera la plana y sometiera a análisis los datos que él mismo había publicado sobre el crecimiento económico de nuestro país, hoy dio a conocer que México ha entrado en recesión económica técnica debido a que en el cuarto trimestre de 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo en 0.1%, luego las contracciones siguieron en los dos primeros trimestres de este 2019 y como la economía dice que hay recesión cuando se hilan dos trimestres de encogimientos económicos, estos tres trimestres a la baja son contundentes para declarar a nuestro país en recesión económica.
Pero, ¿qué es recesión económica?
Como ya lo mencionamos, una economía entra en recesión “técnica” cuando acumula consecutivamente dos trimestres negativos en el desarrollo económico, o sea que la actividad económica no es de crecimiento sino de contracción.
¿Qué datos identifican a una recesión económica?
Además de seis meses de achicamiento económico, existen otros “requisitos” o condiciones que regularmente demuestran que una economía está en recesión. Lo curioso de nuestro caso es que esos otros “requisitos” no se están cumpliendo al 100%, pero lo hacen con ciertos matices. Las características que identifican a una recesión son:
- Las empresas tiendan a cerrar.
- Las inversiones se van.
- Sube el desempleo.
- Caen los ingresos de la población.
- Las personas no tienen dinero para gastar y así activar la economía.
En México lo anterior está pasando pero con ciertas combinaciones:
- Siete de cada 10 empresas en México cierran, pero desde hace años lo hacen por tener un desorden en sus finanzas, lo cual se debe a carencias en capacitación y conocimientos financieros, esto indica que es muy urgente que los emprendedores tengan créditos acompañados de asesoramientos adecuados que hagan que sus empresas no quiebren.
- De enero a septiembre, las inversiones en nuestro país superaron en el mismo periodo a las del año pasado en 7.8%, sin embargo la mitad de los empresarios mexicanos han declarado que no tienen intenciones de invertir (ni lo están haciendo) porque no les gusta el ambiente económico actual.
- En cuanto al desempleo, en el primer semestre de este año los retiros de Afore para ayuda por desempleo ya estaban llegando a cifras récord, tan solo de enero a marzo las ayudas subieron 22.5%
- En México, la mitad de las personas con trabajo (15.1 millones) perciben un salario pero no le alcanza para sostener a su familia; cuatro de cada 10 trabajadores (14.8 millones) no tienen seguridad social y estas mismas personas trabajan más de 48 horas semanales. Todas estas carencias las padecen 78% de los trabajadores mexicanos, por ello diversas organizaciones han concluido que “en México el trabajo no contribuye a salir de la pobreza”. Sin duda es un gran reto para el gobierno que encabeza el presidente el poder cumplir con la seguridad social universal, así como elevar los ingresos de las personas, tal y como aseguró que lo haría.
- En México muchas personas sí tienen dinero, sin embargo no lo quieren usar para endeudarse con bienes duraderos como autos u otros créditos debido a la incertidumbre y desconfianza que sienten en el ambiente económico.
Todo lo anterior se refuerza con las declaraciones que dio la Asociación de Bancos de México, pronunciadas el mismo día que se declaró que sí tuvimos recesión pero que "ahora ya no", el organismo asegura que en nuestro país no hay recesión y que el comportamiento débil de nuestra economía se debe al estancamiento de la misma, seguramente por los factores o matices antes citados, de modo que lo que sucede actualmente podría caer más en el terreno de las interpretaciones.
¿Por qué la gente no quiere invertir ni gastar?
Obviamente hay factores externos que salen del control del gobierno mexicano y seguramente escucharemos ese “excusa” por parte de los funcionarios mexicanos, pero no hay que olvidar (aunque ya son temas del pasado) que la cancelación del aeropuerto de Texcoco y el cambio en las condiciones del sector energético hicieron que se generara una profunda incertidumbre y una gran falta de confianza en el gobierno de López Obrador y esa inseguridad en el ambiente de negocios hizo que tanto inversionistas como consumidores, se estén portando muy cautelosos con el uso de su dinero.
Duro golpe al gobierno del presidente
Andrés Manuel López Obrador había asegurado que nuestra economía estaría creciendo al 4% alrededor de la mitad de su mandato, pero para lograrlo se necesitan los cimientos que así lo materialicen. Además la expectativa que tiene la gente en su administración es muy grande, de modo que, con recesión o no, evidentemente lo que está ocurriendo actualmente con la economía de las personas y en las pequeñas empresas es un duro golpe para la confianza en su administración: más que los discursos políticos, los matices y las justificaciones importarán los números y lo que se pueda medir, de modo que si esta situación económica se prolonga, poco a poco quienes votaron por AMLO comenzarán a sentir que no está cumpliendo con las expectativas que se esperaban en su gobierno cuando ganó las elecciones de 2018, y ese podría ser el fin de la luna de miel entre el proyecto del presidente y los que creen en él.