En 2020 la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) dará a conocer el borrador de lo que será la nueva reforma en materia de pensiones en México. Se estima que la propuesta de los cambios al sistema de pensiones sea presentada durante el segundo semestre de este año.
En enero se reunieron la Consar, la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), entre otros organismos y ahí se plantearon dos tipos de cambios principales:
- La posibilidad de reducir el número de semanas obligatorias para tener derecho a una pensión. Actualmente es requisito contar con 1250 semanas cotizadas al seguro social (24 años continuos de trabajo), el planteamiento que se hizo es que baje a 750 semanas, es decir 14 años de trabajo. La razón es que poca gente es la que logra reunir esas más de mil semanas.
- Aumentar el ahorro: actualmente cada trabajador formal ahorra de manera obligatoria en su Afore 6.5% de su salario y la propuesta es que este ahorro aumente a 15%.
- No se plantea aumentar la edad de retiro.
Estas reformas se hacen necesarias porque en primer lugar los 24 años continuos de cotización los logran un número muy reducido de trabajadores; por ejemplo, el próximo año (2021) se retiran las primeras personas de la llamada generación Afore (los que inauguraron la nueva ley del IMSS) y de ellos sólo entre 2 mil y 3 mil personas reunirán las 1250 semanas de cotización y cada uno tendrá una pensión promedio de 2 mil pesos mensuales.
En segundo lugar y hablando del porcentaje obligatorio de ahorro, subirlo de 6.5% a 15% representa un problema porque de algún lado debe salir la otra parte para lograr que cada persona guarde 15% de su salario para su vejez.
En la actualidad tanto el trabajador, como gobierno y patrón hacen las aportaciones a la Afore para lograr ese 6.5, elevarlo a 15% implica que o lo ahorre el trabajador, o el gobierno o el patrón, pero el trabajador dirá que ello reduciría su salario, el gobierno tiene muchas carencias y para los patrones sería como subirles impuestos, seguramente harían despidos y ello generaría más informalidad logrando así el efecto contrario de lo que se quiere hacer: que cada vez haya más trabajadores formales.
Esto representa un verdadero acertijo que se debe resolver de la mejor manera, de forma muy táctica y fina para no lograr efectos contrarios a lo que se está persiguiendo, pero es un tema al cual México le va a entrar ahora o después, pero sin duda tendremos que hacerlo.
Sólo hay que recordar que en otros países que han aumentado la edad de retiro se han generado respuestas sociales muy violentas donde ha habido motines, manifestaciones y batallas campales en las calles, de momento la autoridad no tiene contemplado proponer elevar la edad del retiro, pero todo parece indicar que en un tiempo sí vamos a tener que (al menos) discutir esa posibilidad.