El primer trimestre del año no ha sido nada fácil para Wall Street, pues la aceleración en la inflación que se sitúa en máximos de 40 años, los impactos económicos y la incertidumbre que genera el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania así como el cambio en la política monetaria, han tenido como resultado un desplome en los mercados financieros y a pesar de una recuperación importante durante el mes de marzo, por primera vez, luego de una poderosa tendencia ascendente desde abril de 2020, Wall Street cerró con pérdidas el primer trimestre del año. Durante este periodo el índice bursátil Dow Jones obtuvo una rentabilidad negativa, -4.6%, el S&P 500 -4.9% y el Nasdaq -9.1%.
¿El mercado nuevamente alcista o en un descanso para continuar a la baja?
El 16 de marzo, el banco central de Estados Unidos subió las tasas de interés 25 puntos y esta decisión no tuvo como resultado descensos en el mercado, por el contrario desde ese día el índice bursátil S&P 500 inició el movimiento al alza que terminó por romper la directriz bajista y superar el nivel de resistencia en los 4489.64 puntos ya que esta subida en las tasas de 25 puntos no fue tan agresiva, ya era esperada por los inversionistas y el mercado la venía descontando desde noviembre del año pasado; si bien podemos decir que el mercado ha iniciado una nueva tendencia ascendente, también es importante tomar en cuenta que las subidas en las tasas de interés serán más agresivas el resto del año así como la volatilidad que pueden generar las tensiones entre Rusia y Ucrania, por lo que mi recomendación para el inversionista es invertir de manera cautelosa y selectiva en acciones de empresas de calidad cuya cotización represente una oportunidad de inversión con un buen margen de seguridad.