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Estamos ante el momento más importante en nuestra historia con respecto a la difusión de información, y también del crecimiento exponencial de mentiras y falsedades corriendo por los canales cibernéticos de las redes sociales.

Jason Furman continúa el debate de Is capitalism rigged in favour of elites?

Vuelve a una de las ideas centrales que acompañan al debate, y la cual fue expuesta desde un inicio por el moderador, y es el permiso y facilidades concedidas a empresas para reunir más poder de mercado, convirtiendo muchas industrias en tierra de monopolios u oligopolios. Un resultado que resulta en precios más altos y menor calidad en productos y servicios para consumidores.

Ello repercute en un mercado laboral, afirma, bajando el sueldo a los trabajadores. Lo ejemplifica con lo que ha venido sucediendo o en una colusión ilegal con enfermeras o trabajadores de software, generando acuerdos tácitos que ayudan a mantener esas remuneraciones por los suelos.

Jacta que las regulaciones que facilitan esta clase de colusiones no vienen de la nada, ellas vienen de aquellos beneficiarios de la perpetuación de estas prácticas. Estas regulaciones se expresan principalmente en una fuerte protección a la propiedad intelectual, licencias ocupacionales que llevan a que cualquiera que intente integrarse requiera una específica certificación; o derechos sobre el suelo que hacen que los precios de bienes raíces se mantengan altos y complican que nueva gente pueda llegar a áreas con mejores trabajos, escuelas y servicios públicos.

El capitalismo no es una vacuna, ni se corrige con una vacuna, a interpretación de Jason Furman, se requieren leyes que establezcan derechos a la propiedad, adjudiquen disputas, haya una mejora sustancial en el financiamiento de infraestructura pública y ésta no funcione en complacencia de ciertas clases sociales.

Jason asegura que al ver el cómo las élites maniobran las reglas de operación del capitalismo, y percibes los resultados en orden de inequidad y los bajos niveles de movilidad social en los extractos más pobres de la población; o si observas las políticas específicas que establecen y perpetúan la inequidad.

Cierra Furman su participación inicial diciendo que es muy claro que el capitalismo vivido en la actualidad bien se puede definir como arreglado para las élites.

Así concluye la postura a favor de la tesis central del debate en su etapa inicial, sin embargo, la parte opositora tendrá que explicar cómo es que no hay indicios que el sistema privilegie de esta manera, o que si ellos se beneficiaron, en realidad fue el cuartil más pobre el que ha salido vencedor de este sistema económica.

En la siguiente entrega se definirá la postura en contra y sus argumentos, la cual corre por parte de Deirdre McCloskey, profesora de economía de la Universidad de Illinois en Chicago.

David Abraham Ruiz Ruiz

Licenciado en Finanzas por la Universidad de Sonora

Correo: [email protected]

Twitter: @Ruiz4D

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