En tiempos, donde la desaceleración económica principalmente originada en China y Estados Unidos (EU), sembró la incertidumbre que desde la crisis financiera de 2008 no vivía la economía mundial.
Lo único seguro en tiempos de la pandemia de enfermedad por el Coronavirus 2019-2020 (Covid-19), es la incertidumbre. Se ha paralizado toda actividad productiva y financiera del mundo y deja entrever los distintos escenarios por lo que atraviesa la economía mundial.
El primero de los escenarios que fortalecen la incertidumbre mundial, son los precios del petróleo, los cuales se determinan principalmente por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia. Estos países, también determinan la producción (oferta) del crudo en el mundo y por consecuencia su precio. En consecuencia, los principales consumidores (Demanda): China y Estados Unidos, han paralizado sus economías derivadas en primer momento por los conflictos comerciales que existen entre ellos.
Además, la baja demanda del crudo a nivel mundial, ha ocasionado que los países emergentes (tomadores de precios internacionales) incrementen su desaceleración económica dada la caída de precios de exportación de los países emergentes.
México no es la excepción, ya que el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sea de entre -4.0 y -1.5 % y a nivel mundial cerca del 1.5% para 2020. Esto principalmente, generado por la falta de confianza de los inversionistas de capital extranjero de corto y largo plazo (inversión directa e indirecta).
Fuente: INEGI
Esto se agudiza en los países emergentes como México, que dependen en su gran mayoría de inversión extranjera para su función del aparato productivo de exportación. Dado que son considerados países con economías de escala para el comercio mundial.
Adicional a lo anterior, el freno que se le ha dado a la economía mexicana es una consecuencia de la baja actividad económica de su principal socio comercial: Estados Unidos. Ya que, los conflictos de la gran potencia con su competidor principal China, han ocasionado incertidumbre en la economía mundial, derivado de las decisiones erróneas de los gobernantes de estos países durante el 2018 hasta principios de 2020.
Otro escenario, es la propagación del Covid-19, el cual se origino en China y posteriormente en Italia y Estados Unidos- con un gran numero de casos-. China paralizo su economía derivado de la gran propagación del virus mortal y determino cerrar sus fronteras comerciales para contener la enfermedad y su recuperación ha sido exitosa en el corto plazo. Sin embargo, no ha sido lo mismo para EU, quien hasta el momento a nivel mundial cuenta con los niveles más altos de la pandemia del virus y por consecuencia, ha paralizado sus sectores mas importantes: productivo y financiero.
Finalmente, el escenario mas complicado es el de la economía mundial, que distara para finales de 2020 y 2021 de una verdadera recuperación. Los conflictos comerciales entre las grandes potencias (China y Estados Unidos), la baja en promedio de los precios del petróleo de la OPEP para abril, cerca de 17.5 dólares por barril, una caída del 48% en relación al mes de marzo de 2020.
Ante esta situación de incertidumbre, la falta de una política macroeconómica en todo el mundo por los países desarrollados y los países emergentes como México, no han demostrado una política contra-ciclica para contrarrestar las condiciones desfavorables actuales, ya que la falta de instrumentos y recursos limitan su respuesta a la gran recesión económica a nivel mundial y que tendrá una posible recuperación a finales de 2021. Esto será posible, si las grandes potencias determinan negociar acuerdos comerciales, precios del crudo y la contención de la pandemia de CovidD-19 a nivel mundial.
