Esta alternativa de inversión no solo busca un retorno financiero, sino también crear impacto.
El Venture Capital o capital de riesgo es uno de los pilares de la innovación y desarrollo económico para startups y pequeñas empresas que se asocia con un alto potencial de rentabilidad que, cada vez más, ocasiona que los administradores y los General Partners (GPs) incluyan entre sus funciones detectar proyectos escalables que generen un impacto positivo en la sociedad.
Prueba de ello son algunos fondos como Dalus Capital e IGNIA, que incentivan la adopción tecnológica en sectores como salud, educación y agricultura, además de sectores especializados como logística y desarrollo de software, sin dejar de lado el bienestar colectivo.
Cada día aumenta el interés por impulsar este tipo de proyectos, no solo desde la industria, sino como consumidores e inversionistas, que buscan empresas y partners que demuestren un compromiso con la responsabilidad social.
El creciente interés por incluir este tipo de proyectos entre portafolios de los fondos de capital de riesgo, originó que la inversión con propósito registrara más de $1.164 billones de dólares a nivel global en el último año, de acuerdo con el reciente Global Impact Investing Network (GIIN).
Inversión inteligente
Para los inversionistas de capital de riesgo, la búsqueda activa de proyectos de valor es fundamental para crear valor tanto económico que sean referentes en su mercado y ofrezcan soluciones a desafíos globales con una clara perspectiva de rentabilidad.
Entonces vemos a más inversionistas y fondos internacionales que no solo persiguen proyectos de valor que rendimientos, sino que también detonen un impacto sostenible y equitativo.
Alianzas estratégicas y colaboración
En la búsqueda dual de valor e impacto, la colaboración entre fondos de Venture Capital es fundamental y necesaria. La sinergia en la industria nos permitirá superar barreras técnicas y hasta geográficas que crearán las condiciones para invertir en un ecosistema innovador y sostenible.
Sin duda, como precursor de crear esas alianzas, ahora, más que nunca, esa colaboración entre la industria y otros actores como instituciones académicas y el sector público serán clave para asegurar un futuro sustentable y colaborativo.
Dejemos de pensar que está en manos de grandes actores de la industria, como fondos y miembros de esta industria, nos toca de manera activa propiciar estas alianzas estratégicas con la intención de propiciar un escenario para el desarrollo económico y el bienestar social.
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