Bueno, Goyo, no te indignes demasiado. Tienes razón, pero sólo en parte. Me explico. Es cierto que hay injusticia, pero no tan grande como a tí te ha parecido.
Por un lado, si no incluyo la indemnización me sale a pagar unos 400 euros. Por lo tanto, la diferencia entre incluir y no incluir la indemnización no es de 3.000 euros, sino de 3.000 - 400 = 2.600 euros.
Por otro lado, en los dos ejercicios anteriores a partir del 2013, que fué cuando se produjo la pérdida, me desgravé 3.400 euros de la base imponible general, desgravación que entonces jugó a mi favor y ahora juega en mi contra, pero puede decirse que, al menos en lo que concierne a esta cantidad, hay equidad.
La injustica está en el resto, es decir, en la diferencia entre los 7.000 euros totales de la pérdida y correspondiente indemnización, y esos 3.400 euros que acabo de mencionar. Y la injusticia consiste en que, esos 3.600 euros de diferencia, los he desgravado o se me permite hacerlo de la base imponible del ahorro, que tributa a un porcentaje bastante menor al de la base imponible general, y que en mi caso viene a ser casi el doble una de la otra.
Donde si que se produce una gran injusticia, que hay que sumar a la anterior, es la de tener que considerar las costas como ganancia y tributar por ello en la base imponible general, cuando las mismas pasan por delante de nuestras narices y van directamente a manos del abogado (no las he incluido ni he hablado de ellas porque todavía no me las han pagado y desconozco su cuantía, así como los intereses legales; cuando me lleguen ambas cosas tendré que hacer una declaración complementaria). Esa si que es una injusticia total y absoluta y que indica claramente la mentalidad de quienes nos gobiernan, que permiten que los poderosos, sus amigos, puedan traer de los paraísos fiscales las cantidades escondidas en ellos, en muchas ocasiones de dudosa procedencia, pagando unos porcentajes ridículos, según se nos anuncia en las noticias todos los días, y a nosotros nos obligan a pagar unos porcentajes más que respetables por un dinero legal, ganado con sudor y lágrimas, y que encima prácticamente ni vemos.
Conclusión, Goyo. Dentro de poco hay elecciones. Yo tengo muy claro dos cosas.
Primera: que voy a votar. Porque si no lo hago, en realidad favorezco a los que no quiero que ganen.
Segunda: a quién no voy a votar.
Saludos cordiales, amigo Goyo.