En temas de valuación de empresas, existe cierta ambigüedad en relación con cómo capturar los riesgos y oportunidades relacionados no solo con el cambio climático, sino también con los factores sociales y relacionados con la gobernanza (factores ESG). Y ya que aún no se llega a una conclusión de cuál es la manera más efectiva de realizar esta tarea, una buena guía para comenzar es irse a las bases.
Es decir, cada uno de los factores ESG tiene su importancia, y ya que está muy relacionado con la valuación de una empresa, es muy importante tomar en cuenta cómo incorporarlos. Por ejemplo, tomando como base el método DCF, los impulsores del flujo de caja analizados para realizar valuaciones suelen ser el crecimiento esperado de las ventas, el desarrollo de la rentabilidad y las inversiones de capital; ahora bien, para tomar en cuenta lo relacionado a ESG se pueden hacer ajustes en dichos flujos, ya sea en cuento a regulaciones (G), a temas relacionados con trato con los empleados (S) o los planes de inversión para contribuir al medio ambiente (E), lo importante es que de esta manera será explícito y claro que se están tomando en cuenta estos temas.
Además, para completar y hacer más robusto el análisis también se pueden hacer varios escenarios que incluyan las probabilidades para cada uno de ellos y que así se tenga una imagen más clara de los riesgos; de esta manera se le asignan diferentes pesos y así mismo, aprovechando la capacidad computacional, la evaluación de los resultados de la valuación media ponderada podría mejorarse mediante el uso de nuevas herramientas tecnológicas como big data, inteligencia artificial y herramientas de predicción predictiva utilizando algoritmos inteligentes.
Es muy importante tomar en cuenta el mundo en el que se está viviendo, y los posibles riesgos que existen y están fuera del control de todos, sobre todo tratándose de la naturaleza, que es impredecible al 100% y que a veces se comporta con cierta agresividad. Sin embargo, hay otras cosas que si están en las manos de las personas y en esas son en las que se debe prestar atención, por ejemplo, la misión de los principios para la inversión responsable es “crear un sistema financiero global sostenible que recompense a sus usuarios en términos financieros y que beneficie tanto al medio ambiente como a la sociedad”, eso es un buen ejemplo de que como humanos, hacer dinero y el cuidar el planeta no está peleado, solamente hay que cambiar la perspectiva y encontrar el equilibrio.
