La implementación de este Tratado demanda para cada parte retos y perspectivas en la implementación del Tratado, en mi opinión, como estudiante de Derecho y mi breve paso en Economía, los retos que se presentarán serán en los marcos legales, agendas distantes de la administración de cada país, sumado a las presiones internas. Hemos de recordar que este Tratado es producto de una renegociación, lo que tenia como objeto modernizar un tratado, y establecer nuevos parámetros que fueran funcionales para ambas partes. Es cuando, los principales retos específicamente en estos nuevos parámetros, demandan acciones para cumplir los compromisos adquiridos, para el caso mexicano, se requiere una adecuación del marco legal vigente del país a las nuevas disposiciones del Tratado, además del trabajo en conjunto de las Instituciones mexicanas, con el sector privado y sus homólogos en Estados Unidos (EEUU) y Canadá.
Como mencione la semana pasada en la primera entrega de este hilo de escritos, las agendas de cada administración es un punto sumamente importante en la implementación del trabajo, actualmente, la agenda del Presidente López Obrador han llamado la atención y desatado inquietudes en el incumplimiento de compromisos adquiridos, no solo de este Tratado, específicamente en el sector laboral y energético. Tanto EEUU y Canadá han señalado posibles incumplimientos en practicas laborales y manifestado preocupación en las reformas promovidas en México, como la reforma promovida por la Secretaria de Energía, en materia de Hidrocarburos, en la cual posterior a su publicación, la Embajada de Canadá en México publico un escrito dirigido a la Secretaria de Energía, la Ing. Norma Rocío Nahle, en la cual se manifestó la preocupación del respeto a las inversiones canadienses.
Sin embargo, a la fecha que se escribe el presente, ninguna de las partes ha presentado una disputa contra otra, lo que representa el correcto funcionamiento de los procesos establecidos en el Capítulo 31 del T-MEC. Un reporte del Congreso de los Estadounidense (R46793), establece como el mecanismo de solución de controversias en el Tratado de Libre Comercio (TLC), establecido en el Capítulo 31, cumple con diversas disposiciones, lo que representa un objetivo de negociación comercial del Congreso desde el 2002.
Este mecanismo basado en el modelo del TLCAN, resuelve problemas surgidos en el TLCAN y otras disputas surgidas en TLC de EEUU. Primero, elimina un obstáculo con el objetivo de hacer cumplir obligaciones laborales y ambientales al crear una presunción refutable de que el incumplimiento de leyes laborales o ambientales afecta el comercio o inversión entre las partes del T-MEC. Segundo, prevé reglas de procedimiento detalladas para evitar que las partes puedan bloquear la formación de un panel -este panel tiene como objeto investigar una presunta violación o incumplimiento de algún compromiso del Tratado-.
En este escrito se presentara una parte de los retos en los que se ve implicado México en materia laboral. En primer termino, sindicatos de la nación de las barras y las estrellas, solicitaron y señalaron, ante su gobierno dos casos de violación de derechos de asociación por parte de empresas mexicanas a sus trabajadores, donde se les negó crear su propio sindicato o unirse a un sindicato diferente. En clara violación del articulo 23.3 sobre Derechos Laborales en el que se contempla la libertad de asociación y la negociación colectiva, entre otros. Y es en este caso, donde puede señalarse – y en cierto punto reconocer- el funcionamiento de los procesos estipulados en el Capítulo 31, el 12 de mayo la USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, por sus siglas en ingles) se solicito formalmente a México la revisión de practicas laborales en una planta automotriz, en el marco del Mecanismo de Respuesta Rápida del T-MEC. Esto represento el primer procedimiento formal bajo este Mecanismo por alguna de las partes del T-MEC, en la que se establecieron sanciones comerciales contra instalaciones especificas, en base al dictamen de un panel independiente.
Es curiosa la reacción que se dio ante estas sanciones. En primer termino, la Embajadora Katherine Tai, representante Comercial de Estados Unidos, mostro el uso de este Mecanismo como parte del compromiso de la administración Biden con su política centrada en los trabajadores. El Secretario del Tesoro de Estados Unidos recibió, en relación con la solicitud, por parte de la Embajadora una petición para suspender la liquidación final de las cuentas aduaneras relacionadas con la entrada de mercancías de la empresa señalada.
Por parte del gobierno mexicano se emitió un comunicado conjunto de la Secretaria de Economía y la Secretaria de Trabajo y Previsión Social, en la que se dio inicio a la revisión de la situación. Por medio del Embajador Esteban Moctezuma, la Secretaria de Relaciones Exteriores, envió una carta dirigida al Secretario de trabajo de EEUU, con el fin de proponer a EEUU un espacio de cooperación en el marco del T-MEC, para identificar los riesgos de violación de leyes laborales en determinados sectores.
Por parte de la empresa relacionada, negó el ejercicio de practicas violatorias de derechos laborales.
Estados Unidos no es ajeno de señalamientos de presuntas violaciones de derechos laborales, el gobierno de México dio seguimiento a la primera queja laboral por parte de mujeres migrantes, en la que jornaleras en conjunto con organizaciones sociales, señalaron discriminación de género en el sector agrícola, incumpliendo compromisos interpuestos por el Capítulo 23 del T-MEC.
En la misiva diplomática que el gobierno mexicano hizo envió, se indicaron nueve omisiones que en el sector agrícola, en materia laboral, se cometieron contra migrantes.
Estas nueve omisiones se señalan por un trabajo del Centro de Estudios Gilberto Bosques del Senado de la Republica, que son:
1) Falta de pago de salario y el tiempo extraordinario correspondiente;
2) Exclusión de los trabajadores agrícolas de:
a. El pago de tiempo extraordinario
b. El pago de salario mínimo en supuestos específicos
c. El derecho a organizarse y negociar colectivamente
3) Incumplimiento de los empleadores de los protocolas de descansos e instalaciones para trabajadores agrícolas;
4) La falta de regulación federal respecto al estrés por calor en la industria agrícola;
5) Disparidad salarial entre los trabajadores de las empacadoras y los trabajadores de las plantas de procesamiento de proteína;
6) Acceso limitado a estaciones de lavado de manos y sanitarios en la industria;
7) Incumplimiento de empleadores de los protocolos de Covid-19 y la falta de medidas de seguridad y salud para evitar el contagio y la propagación en ambas industrias;
8) La falta de acceso para trabajadores indocumentados a ciertos recursos legales como la reinstalación o el pago de salarios caídos; y
9) Falta de atención a los casos de violencia y acoso sexual en ambas industrias.
Como puede resaltarse, en materia laboral, el reto principal que debe superar el país estadounidense y el nuestro, es el respeto a los compromisos adquiridos en el Capítulo 23, así como los derechos laborales, que en el caso de México falta a su responsabilidad de proteger los derechos humanos -ya que los derechos laborales son parte de los derechos humanos- estipulado en el primer artículo de la Constitución. También debe reconocerse la eficacia y el correcto funcionamiento de los Mecanismos de respuesta rápida estipulados en el Capítulo 31 del Tratado.
A titulo personal, y por supuesto mi opinión (el nombre de este blog), queda mucho trabajo pendiente en la implementación de uno de los Tratados más importantes para nuestra nación, y además debe señalarse la necesidad de una protección a nuestros connacionales que se encuentran en el país vecino, trabajo que debe realizarlo la Secretaría de Relaciones Exteriores, un tema presente en la política exterior mexicana.
Como siempre, no es más que sobre una opinión.
Hasta la próxima semana, resta por abordar la materia energética.
Estudiante de Derecho
Twitter: @jesusarmhdez
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LinkedIn: Armando Hernández de la Cruz
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