Acceder

Entre dos monedas

Hace unos 7 u 8 años atrás, cuando estudiaba la licenciatura en finanzas, recuerdo que, en mis primeras incursiones en los tópicos de mercados financieros y riesgos, los catedráticos hacían mucho énfasis en que el mercado de divisas no sólo era el más líquido y, por consiguiente, en el que más dinero rápido se podía hacer, sino también el más riesgoso a razón del horario de su operativa, siendo de 24/5.


Antes de adentrarnos al tema central, resulta pertinente precisar que pese al creciente interés y desarrollo que el mercado de criptomonedas ha tenido en esos últimos 7 u 8 años, y considerando además que su operación es prácticamente permanente (24/7), el mercado de divisas podría seguirse catalogando como el más líquido, pues entre ambos concentra el 99.9% de las operaciones intradiarias (Gráfica 1).

Dicho esto, y sobre todo enfocándome en los estudiantes y en aquellos que tienen interés en los mercados financieros, ahondemos en los factores a considerar al momento de participar en el mercado de divisas bajo una perspectiva práctica.


Uno de los aspectos básicos en los que se debe centrar la atención a la hora de hacer asset allocation es justamente la liquidez, entendiéndose en este contexto como la facilidad en la que el par de divisas se comercializa (compra y vende). Esto es especialmente importante en este mercado, pues cuan más liquido sea el par en cuestión, existe una mayor posibilidad de acceder a spreads más bajos, al tiempo que se incurre en un menor riesgo de slippage.

Veamos cuáles son los pares de divisas más líquidos (Tabla 1):

  • I. Euro/Dólar estadounidense. El par con el mayor volumen de negociación del mundo, pero, al mismo tiempo, altamente sensible a los eventos macroeconómicos.

  • II. Dólar estadounidense/Yen japonés. Par muy socorrido por los inversionistas en tiempos de incertidumbre a razón de la estabilidad económica de Japón, considerando a su moneda como un activo refugio.

  • III. Libra esterlina/Dólar estadounidense. Conocida tradicionalmente como «Cable» dados los orígenes de la transmisión de información financiera entre Europa y América en el siglo XIX, es un par que se aprovecha para operar las decisiones económicas y políticas del Reino Unido.

  • IV. Dólar estadounidense/Franco suizo. Al ser el franco suizo el activo refugio por excelencia, este par suele fungir como cobertura en episodios de inestabilidad económica.

  • V. Dólar australiano/Dólar estadounidense. Debido a la estructura económica de Australia y su relación comercial con China, este par responde fuertemente al movimiento de los commodities.

  • VI. Dólar estadounidense/Dólar canadiense. Al ser Canadá uno de los países que más producen y exportan crudo, este par destaca por estar altamente expuesto a los vaivenes del mercado energético.

  • VII. Dólar neozelandés/Dólar estadounidense. Par muy ligado al comportamiento de los productos agrícolas exportados por Nueva Zelanda.

Adelantándome brevemente al siguiente criterio, la clave para operar con éxito pares de divisas descansa en conocer qué variables y acontecimientos inciden en su fluctuación.


La política monetaria implementada por los bancos centrales de las divisas operadas posee una relevancia especial, pues el nivel actual del rédito referencial marcará la pauta de qué tan atractivo sea hacer carry trade, una de las estrategias más populares para operar divisas; consistiendo en fondearse en la moneda cotizada a una tasa baja con el objeto de intercambiarla por la moneda base a una tasa superior, obteniendo así una ganancia por el diferencial.

Analizando el spread promedio de la última década de los 7 pares de divisas, destacan, en estos términos, el USDCHF con 221 básicos; el USDJPY con 201, el NZDUSD con 43, y, finalmente, el USDCAD con 23 (Gráfica 2).


Otro punto para considerar y que, por increíble que parezca, en términos de retorno, evaluando el desempeño conjunto de los pares de divisas en diferentes horizontes temporales de los últimos 10 años, el cual ha oscilado en un rango de -0.31% (1A) y 2.03% (U5A), son superados ampliamente por el S&P 500, con un rango de 3.96% (YTD) y 191.59% (U10A). Concluyendo, las inversiones en pares de divisas no son las más idóneas en una estrategia de largo plazo o mediano y tampoco deben utilizarse como un sustituto de los instrumentos de renta variable (Tabla 2).

Por ello, el análisis técnico en coadyuvancia con el trading economics destacan por ser las herramientas más adecuadas para operar en el mercado de divisas, principalmente, por el enfoque de corto plazo que lo caracteriza.


En línea con el punto anterior, pensando en la construcción de un portafolio de inversión, es vital revisar el grado de relación lineal entre los pares que se está pensando tener exposición, buscando la mayor descorrelación posible. Asimismo, y a diferencia de otras clases de activos, las propiedades estadísticas de las divisas muestran cambios notorios de acuerdo con el horizonte temporal a través del cual se les esté analizando en virtud de su naturaleza, por ejemplo, en el periodo prepandémico y pandémico los pares con la linealidad más baja eran los que se comparaban con el USDCAD, promediando -0.16 y -0.38, respectivamente, mientras que en el periodo postpandémico destaca el USDCHF (Figura 1).

No olvide diferenciar la «especulación» de la «inversión» y más cuando participe en este mercado.


¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Lecturas relacionadas
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!