Existen varias formas de ver a la Bolsa de Valores. La primera y la más importante (a título personal), como un medio o vía de financiamiento al que acuden las empresas públicas, instituciones financieras o no financieras y los gobiernos con la finalidad de levantar capital y destinarlo a proyectos productivos. La segunda y la más publicitada, como una senda para forjar un patrimonio.
Ciertamente, todo aquel que invierte su capital a través de la Bolsa, más allá de las responsabilidades inherentes a las que incurre y que, de una u otra forma, repercuten positivamente en su mindset, tiene como objetivo principal «hacer dinero».
El concretar exitosamente tal objetivo si bien está ligado a las condiciones de la economía y del mercado, depende en mayor medida del inversionista.
Quien es exitoso en Bolsa no sólo se caracteriza por poseer conocimientos sobre cómo se mueve el mercado y seguir una política de inversión clara, sino también por ser paciente y emocionalmente inteligente. Por el contrario, quien fracasa en Bolsa es porque simplemente carece de un objetivo claro.
Dicho esto, a continuación, la explicación de un compendio de estrategias de inversión existentes que van desde las más complicadas y, por consiguiente, menos probables de concretar, así como las más «simples» y, por ende, más factibles de llevar a cabo (Tabla 1):
I. Primeramente, una burbuja es un fenómeno financiero en el que el precio de un activo sube rápidamente sin fundamento alguno. Hablando de la ejecución, el primer paso es el descubrimiento de la burbuja en cuestión. Una vez identificada, el siguiente gran paso es involucrarse en ella sin importar cuál sea el precio de entrada. Ya dentro, determinar cuándo sucederá la corrección. Por último, vender el 100% de las posiciones.
II. Quien haya sabido identificar que AAPL, MSFT y 2222SR serían, al corte del 28 de julio de 2023, el top 3 de las empresas de mayor capitalización del mundo, hoy ostenta un retorno promedio de 221,096%. La pregunta es, ¿cómo lo hizo? En principio, tener una amplia capacidad de generación de ideas innovadoras y disruptivas sobre el quehacer mundial, para con ello poder identificar e invertir en aquellos negocios (poco conocidos o desconocidos completamente) que, en un futuro no muy lejano, proveerían las soluciones adecuadas que la sociedad requeriría. Logrado eso, aguardar a que su descubrimiento se haga conocido. El resto es historia.
III. Apostar contra el mercado es una práctica muy conocida y que, con una base sólida, resulta ser muy rentable. El reto descansa en descifrar (con mucho tiempo de antelación) qué empresa se encuentra en niveles de sobrevaloración, para, posteriormente, vender en corto.
IV. El mercado es una montaña rusa, se mueve hacia arriba y hacia abajo. En un bull market, precisar en qué momento se dará una corrección. En un bear market, cuándo sucederá un rebote.
V. Aquel que considere contar con un sistema de inversión rentable y aunado se encuentre debidamente certificado en fundamento con las disposiciones legales exigidas por la regulación vigente, puede comenzar a brindar servicios de inversión, permitiéndole cobrar jugosas comisiones a cambio de jugosos retornos.
VI. Indudablemente, el batir al mercado es el mayor sueño de cualquier inversionista; sin embargo, muchos han caído en el intento, por lo que la gestión pasiva resulta ser en la mayoría de los casos una de las mejores alternativas para participar en el mercado, consistiendo, principalmente, en destinar la inversión hacia un fondo de inversión que replique el comportamiento de cierto índice bursátil, mantenerla mucho tiempo, para, finalmente, tomar sus utilidades.
VII. Esta estrategia consiste en abrir posiciones en una empresa o mercado de forma periódica con el mismo capital en un determinado plazo sin importar la tendencia que muestre. De estar participando en la empresa o mercado correcto, a la larga, el inversionista tendría un mayor número de títulos, significando un mejor retorno.
VIII. El inversionista simplemente debe reinvertir sus ganancias y dividendos (en el caso de las acciones) a lo largo del horizonte de inversión, lo que se traduce en un crecimiento exponencial de su capital.
