Durante los últimos días, la aversión al riesgo y la volatilidad extrema, nuevamente, han protagonizado las sesiones bursátiles, ¿la causa? Silicon Valley Bank.
Empecemos comprendiendo la situación con dos preguntas clave:
Empecemos comprendiendo la situación con dos preguntas clave:
- 1. ¿Qué fue Silicon Valley Bank? Era el 16° banco más grande, por número de activos, de Estados Unidos de América. Ampliamente conocido por ofrecer servicios financieros a startups, empresas respaldadas por capital de riesgo y compañías del sector tecnológico, con presencia en Estados Unidos de América, Europa y Asia.
- 2. ¿Cuáles fueron las causas (hasta ahora conocidas) de su debacle? Con motivo de la necesidad de vender parte de sus activos (un portafolio de US$ 21B de bonos) con una pérdida estimada en US$ 1.8B y una solicitud para obtener US$ 2.2B, en miras de reforzar su solvencia, se dio un fenómeno de corrida bancaria por aproximadamente US$ 42B, seguida de una caída en el precio de sus acciones de 60.40%, quedando SVB en completa iliquidez y en manos de las autoridades financieras americanas, convirtiéndose en la segunda quiebra bancaria más grande registrada en Estados Unidos de América desde 2008 (Gráfica 1).
Más allá del tamaño y la caída en concurso mercantil de SVB, la preocupación radica en los porqués. Veámoslos.
Al 10 de marzo de 2023, la tasa de interés de la FED se sitúa en un rango objetivo de 4.50 – 4.75%, el nivel más alto registrado desde 2008 (Gráfica 2).
Ante un panorama creciente de tasas de interés, los precios de los bonos han tendido a disminuir, debido a que las nuevas emisiones pagan cada vez tasas más altas, conllevando a que sus pares (que se emitieron anteriormente) sean menos atractivos.
Esto ha puesto en jaque a diversos tenedores de deuda gubernamental (como lo era SVB), pues al mantener los activos invertidos en este tipo de instrumentos casi siempre se venderán antes del vencimiento, resultando en pérdidas importantes.
La duda aquí es cuántos bancos más no han estado gestionando correctamente el riesgo de tasas de interés y el riesgo de liquidez.
Como consecuencia de ello, el sector tecnológico, uno de los sectores más sensibles a los efectos de la política monetaria restrictiva, dada su naturaleza de una amplia de necesidad de financiamiento, y, con ello, una mayor limitante para concretar sus objetivos, se ha visto severamente afectado, situación que se ha hecho tangible principalmente mediante recorte de personal y necesidad de liquidez, lo cual ha reducido considerablemente el interés por nuevas rondas de financiación a emprendedores y startups.
Como consecuencia de ello, el sector tecnológico, uno de los sectores más sensibles a los efectos de la política monetaria restrictiva, dada su naturaleza de una amplia de necesidad de financiamiento, y, con ello, una mayor limitante para concretar sus objetivos, se ha visto severamente afectado, situación que se ha hecho tangible principalmente mediante recorte de personal y necesidad de liquidez, lo cual ha reducido considerablemente el interés por nuevas rondas de financiación a emprendedores y startups.
Para ponerlo en perspectiva, en 2022, la financiación de capital de riesgo cerró en US$ 445B, significando una caída de 35% con respecto a los US$ 681B alcanzados un año antes (Gráfica 3).
Este dato pone al descubierto, el gran riesgo que hoy representa incursionar directa o indirectamente en la industria tecnológica.
Al momento en que escribo estas líneas, el gobierno americano a través de un comunicado dio a conocer que los cuentahabientes de SVB recibirían de manera íntegra su dinero el lunes 13 de marzo de 2023, a través de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés).
Si bien lo anterior trae una enorme calma sobre la posibilidad de un efecto cascada de magnitud desconocida en la economía mundial, es importante mencionar que, al final y como se explicó en los párrafos anteriores, este suceso fue resultado (en parte) de la política monetaria restrictiva, reafirmándonos que el control inflacionario trae implícito un alto costo.
Si bien lo anterior trae una enorme calma sobre la posibilidad de un efecto cascada de magnitud desconocida en la economía mundial, es importante mencionar que, al final y como se explicó en los párrafos anteriores, este suceso fue resultado (en parte) de la política monetaria restrictiva, reafirmándonos que el control inflacionario trae implícito un alto costo.