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Hagamos números (Segunda parte)

Ningún caso de éxito emprendedor o empresarial podría ser explicado sin el término «constancia».

Cuando se revisa el desempeño de un negocio, de facto lo que se desea ver es cuán constante ha sido el crecimiento de sus ventas, cuán constante ha sido la gestión y optimización del «costo de hacer negocios», y cuán constante (y eficientemente) se han utilizado las ganancias. De ello y más, dependerá el querer asociarse a él o en su defecto, desinvertir el capital inicial.


Dicho lo anterior y continuando con nuestro ejemplo del caso DIS, si bien ya sabemos que los ingresos totales han registrado una tasa de crecimiento promedio anual de 7.22% en la última década, los márgenes de rentabilidad no han crecido en la misma cuantía. El margen bruto es el único que ha crecido, en el orden de 7.74%, mientras que tanto el margen operativo como el margen neto han decrecido en -20.91% y -25.41%, respectivamente (Gráfica 1).

Retomando la pregunta: ¿Son buenos o malos números?

Depende.


Al 14 de febrero de 2023, numerosos sectores, subsectores, industrias, pero, sobre todo, empresas, aún no han logrado recuperarse de la crisis del COVID-19.  

Uno de esos casos, como podrá imaginar, es DIS, la cual, por su modelo de negocio, que, si bien se encuentra diversificado, uno de sus dos principales segmentos, parques temáticos y experiencias locales, claramente se ha visto perjudicado, pues al culmino del 2022 con respecto al ejercicio fiscal 2019, mientras que los ingresos totales y el costo de ventas, en términos relativos, ya se encuentran en niveles de 2019, en 18.84% y 29.34%, a correspondencia, la utilidad neta continúa registrando una brecha negativa, esta vez del orden de -71.55% (Gráfica 2).


Si se consideran exclusivamente la utilidad neta, junto con los márgenes de rentabilidad al cierre del 4T22, la teoría nos diría que DIS es una empresa que dista de ser rentable.  

No obstante, si «eliminamos» los números de los 3 últimos ejercicios fiscales, podemos ver que la utilidad neta ha registrado una tasa de crecimiento promedio anual de 11.10%, mientras que los márgenes, en conjunto, de 6.86% (Gráfica 3).


Otro punto importante que se mencionó la semana pasada fue que, en términos anuales, el costo de ventas sobrepasa en cifras porcentuales promedio al del crecimiento de los ingresos, cuestión que resalta mucho más en el ejercicio fiscal 2019.

En ese periodo, DIS adhirió un nuevo subsegmento de negocio, Disney Plus, mismo que, por naturaleza, implicó un mayor costo (recordando que el costo de ventas está relacionado directamente con la fabricación del bien o el ofrecimiento del servicio).

Al presentarse este tipo de acontecimientos, lo que uno debe preguntarse es: ¿Se trata de una buena estrategia?

En este caso particular, primeramente, DIS no se desvió de su objeto social, simplemente se «actualizó». En segundo lugar, y considerando que el lanzamiento de Disney Plus se realizó antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, el momentum le favoreció como ninguna otra cosa o situación lo hubiese hecho, al grado que éste logró totalizar 100M de suscriptores a nivel mundial, superando con creces su objetivo de hacerse de entre 60 a 90 millones de suscriptores hacia 2024. Por lo tanto, podemos resumir que se trató de una estrategia exitosa (Gráfica 4).

Como conclusión, es importante que el usuario de la información financiera no sólo se limite a la obtención de proporciones o a la revisión de tendencias, sino al correcto seguimiento y entendimiento de las estrategias corporativas y del contexto macro, pues al final los números son el resultado de un conjunto de ideas que se escribieron a mano.

¿Su empresa es rentable?

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