La mayoría de las personas confunden los términos «economía» y «finanzas», empleándolos como sinónimos para referirse a situaciones cotidianas de índole monetaria. Si bien ambas son disciplinas cuyo punto de estudio converge en el dinero, guardan sus diferencias entre sí, tanto en estructura y origen, como en causa y consecuencia.
En la práctica profesional esto es mucho más fácil de asimilar, por ejemplo, hablando de características, los datos económicos no se actualizan a diario como los datos financieros, así también, los datos económicos, por naturaleza, requieren un mayor esfuerzo y una metodología más compleja para recabarse que los datos financieros, siendo necesario el uso de estimaciones, encuestas, actualizaciones y ajustes.
Si hablamos de hechos, la Bolsa, a veces, dirige la economía. Otras veces, la Bolsa es muy lenta para reaccionar a los datos económicos. Hay ocasiones en las que el mercado accionario desciende a medida que la economía va contrayéndose. Y hay veces en las que las acciones suelen tocar fondo mucho antes que lo haga la economía.
En síntesis, la Bolsa y la economía no siempre están sincronizadas.
Al cierre de la sesión del 25 de julio de 2022, el S&P 500, con un retroceso de -17.30% desde su último máximo, en términos meramente técnicos, ya no está en mercado bajista (recordando que debe ser una corrección igual o superior al 20%); no obstante, prosigue desenvolviéndose en una tendencia bajista, aunque del 16 de junio al 25 de julio acumuló un retorno positivo del orden de 8.18% (Gráfica 1).
Este avance, les ha generado una serie de expectativas a los participantes de los mercados financieros sobre si éste es el principio de la recuperación del mercado bajista que nos azotó.
Al cierre de la sesión del 25 de julio de 2022, el S&P 500, con un retroceso de -17.30% desde su último máximo, en términos meramente técnicos, ya no está en mercado bajista (recordando que debe ser una corrección igual o superior al 20%); no obstante, prosigue desenvolviéndose en una tendencia bajista, aunque del 16 de junio al 25 de julio acumuló un retorno positivo del orden de 8.18% (Gráfica 1).
Este avance, les ha generado una serie de expectativas a los participantes de los mercados financieros sobre si éste es el principio de la recuperación del mercado bajista que nos azotó.
Lo cierto es que, si miramos en retrospectiva las facetas de esta tendencia bajista, se trataría del cuarto rebote que se presenta (Gráfica 2).
¿Cómo deberían los inversionistas canalizar este rebote? ¿Se ha librado por completo al mercado bajista? ¿De qué manera incorporar el riesgo de recesión en el comportamiento de la Bolsa? Analicémoslo.
Los datos empíricos nos muestran que hay dos tipos de mercados bajistas: recesivos y no recesivos. Hablando de los primeros, como es lógico, tienden a ser más nocivos y duraderos que los segundos, dadas las afectaciones generalizadas en la actividad económica. Hablando de los segundos, son mucho más livianos y pasajeros, dado que los perjuicios ocasionados en la actividad económica son mayormente temporales y más fáciles de manejar (Tabla 1).
Los datos empíricos nos muestran que hay dos tipos de mercados bajistas: recesivos y no recesivos. Hablando de los primeros, como es lógico, tienden a ser más nocivos y duraderos que los segundos, dadas las afectaciones generalizadas en la actividad económica. Hablando de los segundos, son mucho más livianos y pasajeros, dado que los perjuicios ocasionados en la actividad económica son mayormente temporales y más fáciles de manejar (Tabla 1).
Según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés), la economía americana no ha caído en recesión, por tanto, desde cualquier óptica, se experimentó un mercado bajista no recesivo; sin embargo, si somos realistas, la estructura del actual balance de riesgos dista de ser considerada como temporal.
Entendiendo esto, si bien es posible «fechar» el inicio y el fin de una recesión económica, es imposible «fechar» y definir la duración y reacción de un mercado bajista (recesivo o no), respectivamente.
Ahora bien, ¿cuánto duran los mercados bajistas?
En promedio, los mercados bajistas más largos del S&P 500 han corregido 43.36%, han durado en promedio año y medio, y, en cuanto al punto de equilibrio se refiere, la Bolsa ha demorado en promedio cuatro años y seis meses (Tabla 2).
Hablando de los mercados bajistas más breves del S&P 500, en promedio, han corregido -26.57%, durado 6 meses y demorado en caer y regresar a su nivel de origen un año y tres meses (Tabla 3).
En promedio, los mercados bajistas más largos del S&P 500 han corregido 43.36%, han durado en promedio año y medio, y, en cuanto al punto de equilibrio se refiere, la Bolsa ha demorado en promedio cuatro años y seis meses (Tabla 2).
Hablando de los mercados bajistas más breves del S&P 500, en promedio, han corregido -26.57%, durado 6 meses y demorado en caer y regresar a su nivel de origen un año y tres meses (Tabla 3).
Ciertamente, en este punto, hay quien idealiza que la FED evitará que la economía entre en recesión, pero por el otro lado, hay quien piensa que la FED está imposibilitada para evitar que la economía caiga en recesión, pero también existe aquel que afirma de manera contundente que la Bolsa está en una fase de distribución, dando comienzo a un nuevo ciclo alcista. En síntesis, hoy como lo ha sido siempre, el mercado es subjetivo, ¿usted, qué opina?