Acceder
Hace una semana exactamente, Citigroup Inc (NYSE: C) dio a conocer que dispondrá a la venta su negocio minorista en México, que abarca desde la banca de consumo y empresarial hasta la marca Banamex, hecho que ha ocasionado, ocasiona y seguirá ocasionando mucho eco entre sus cuentahabientes y posibles nuevos adquirientes, pues hablamos de 137 años de historia.  

¿Hoy por hoy qué es de Citibanamex? ¿Qué sucederá con los tarjetahabientes? ¿Por qué la decisión? Examinemos paso a paso este acontecimiento.  

El Banco Nacional de México, nacido en el año de 1884, resultado de una fusión entre el Banco Mercantil Mexicano y el Banco Nacional Mexicano, ha jugado papeles protagónicos en diferentes momentos de nuestra historia, fungiendo como Banco de emisión durante la época del Porfiriato, promotora de la educación financiera desde hace casi un siglo, pionera en la creación de un área especializada en el análisis económico y financiero, el Departamento de Estudios Económicos, hacia 1925, lanzadora del primer cajero automático y emisora de la primera tarjeta de crédito en el territorio nacional durante los años setenta, y, precursora patrimonial y artística, siendo el único banco comercial del país que cuenta con su propio archivo histórico.


Igualmente, fue partícipe junto con otros 18 bancos de la reprivatización de la banca en 1991, momento en que se convirtió en Grupo Financiero Banamex – Accival, hasta pasar a manos de Citigroup en 2001, para constituirse el Grupo Financiero Banamex, que, en la actualidad, cuenta con 2,500 marcas en tierra azteca y alberga al tercer banco más grande de México por número de activos (Gráfica 1).


El 14 de enero, el noveno banco más grande del mundo por capitalización bursátil, Citigroup, reportó sus resultados financieros del último cuarto de 2021, año en el que obtuvo una utilidad neta de US$ 22B, lo que significa un crecimiento de 93.49% A/A, de la cual la operación de Citibanamex aportó 4.94%, por encima del 1.61% del mercado asiático (Gráfica 2). Estos datos son relevantes, pues reflejan que, al último año de operaciones, México fue uno de los segmentos sujetos a desinversión más sólidos del corporativo.

En ese sentido, la compañía explicó que dicho proceso de desinversión es parte de una estrategia de negocio en la cual enfocarán sus fortalezas y ventajas competitivas en sus negocios institucionales, por lo que continuarían incursionando en el territorio nacional a través de la banca patrimonial y corporativa. Así que, no se van de México.

No obstante lo anterior, la calificadora de valores Moody’s revisó a la baja la calificación crediticia de quien sigue siendo Citibanamex, argumentando que la salida del gigante financiero reduce la diversificación del banco y limita su capacidad de fondeo de bajo costo con depósitos, punto angular de su generación de utilidades.

Ahora bien, la pregunta del millón, ¿qué sucederá con los clientes? La respuesta es simple, nada. Es decir, si usted tiene una tarjeta de crédito, debe continuar pagándola, si tiene una cuenta de ahorro, confíe en que seguirá recibiendo sus rendimientos, o bien, si está considerando contratar algún producto en esta institución, hágalo. Lo único que sí sucederá una vez sea concretada la venta, es el traspaso de las cuentas hacia la nueva entidad, y, en el caso de la Administradora de Fondo para el Retiro (AFORE), se deberá respetar la comisión que hoy cobra.


Con respecto a la venta, se estima que Citibanamex podría estar valuada entre US$ 12.5B – US$ 15.5B, de acuerdo con un análisis de BofA Securities, y, en cuanto a los posibles interesados, no se descartaría que fuera alguno de los integrantes del G7, pues representa una oportunidad para elevar su posicionamiento en el mercado bancario (Gráfica 3). Sin embargo, hay que tener presente muchos otros factores que jugarán alrededor de esta transacción, tales como, competencia económica, valuación final, la aprobación por las autoridades nacionales y extranjeras, y la parte fiscal.

Si bien la venta de Citibanamex es parte de una estrategia de negocio más que comenzó en el continente asiático a finales del año pasado, representa el inicio de un nuevo paradigma en el sector bancario mexicano, pues desde hace tiempo las Fintech (Instituciones de Tecnología Financiera) han tomado mayor protagonismo en el sector de servicios financieros.

El tiempo nos dará la razón, pero por ahora y hasta la primavera próxima, este tema seguirá dándonos de qué hablar.

¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!