A partir del 1 de enero de 2023 (si es que no se anuncian más cambios) el requisito de la Factura Electrónica con complemento Carta Porte será obligatorio para todos los transportistas, de lo contrario habrán multas y sanciones e incluso policías locales o federales pueden decomisar la mercancía.
Se supone que este documento se implementó para que las autoridades la soliciten con el fin de tener más control y combatir el comercio informal, pues en él se detalla el origen y destino de las mercancías que circulan por las carreteras del país, de modo que si un trasportista no la muestra se puede presumir que está cometiendo contrabando y comercio informal.
Uno de los objetivos de la Carta Porte es evitar el traslado de mercancías que no hayan pagado impuestos o que hayan entrado al país de manera ilegal, entonces eso sirve como argumento para validar la procedencia legal de la mercancía, de modo que el hecho de no portarla puede traer como consecuencia el decomiso de lo transportado.
También hay que aclarar que el hecho de no tener la Carta Porte no es sinónimo de estar transportando algo ilegal pues hay otras maneras de justificar la procedencia, pero sí funciona como un respaldo para justificar el origen de lo que se traslada. Aquí el temor es la corrupción de algunos policías, los cuales podrían extorsionar a los transportistas por la falta de este u otro requisito.
Ante los potenciales problemas de la Carta Porte, los empresarios han solicitado que dicho documento sólo sirva para lo siguiente:
Amparar sólo el traslado de mercancías y no para acreditar la posesión legal de las mismas.
Que no contenga información sensible que ponga en riesgo a los choferes.
También se ha pedido la eliminación de este requisito y en su lugar buscar otros más sencillos.
