En un acto de prevención, los directores generales de siete de cada 10 grandes empresas establecidas en México congelarán de manera temporal sus planes de nuevas contrataciones, lo hacen como respuesta ante factores como: señales de desaceleración económica, la incertidumbre y la falta de estrategia ante la caída en el desarrollo productivo.
Esto lo dio a conocer la firma KPMG, una red global de servicios profesionales de auditoría, asesoramiento legal y fiscal. En su estudio titulado “CEO Outlook 2022” asegura que 44% de los ejecutivos encuestados contempla frenar contrataciones hasta el primer cuatrimestre de 2023, mientras que 26% de ellos confirmaron que ya detuvieron contrataciones.
Los directivos encuestados aseguran que en el mundo el freno a las contrataciones en promedio es de cuatro por cada 10 empresas o de 35%.
Más signos de recesión
El dato interesante de este estudio es que los resultados se vinculan con la percepción de que hay señales de recesión y desaceleración económicas, ante ello una cuarta parte de los ejecutivos en nuestro país ya tiene diseñada su estrategia.
Además, 34% de los líderes de empresas contempla entre sus planes la reducción de puestos de trabajo debido al complicado panorama económico, mientras que 14% de ellos aseguran que ya recortaron parte de su plantilla laboral. Todo esto son signos de la recesión económica que se espera en 2023.
En contraste y de cara a los retos que están por venir en los próximos 3 años, 22% de los ejecutivos de grandes consorcios aseguran que para alcanzar los objetivos de sus negocios realizarán estrategias para “atraer y retener al mejor talento”, para ello invertirán en procesos digitales, mientras que 36% invertirá en tecnología para conservar algunos puestos de trabajo mediante la capacitación en el desarrollo de nuevas habilidades.
Impactos en el home office ¿se va para siempre?
Ante el duro panorama económico por una gran posibilidad de recesión, luego de una época de confinamiento y nulo apoyo gubernamental, 56% de las grandes empresas en México y que emplean entre 20 y 30% de la fuerza laboral, están a favor de regresar en los próximos tres años a esquemas presenciales en lugar del teletrabajo o por lo menos bajo un esquema híbrido.
Las estimaciones de 42% de los empresarios son que los esquemas híbridos de trabajo no duraren más allá de 2025 y apenas un 2% planea dejarlos de modo permanente.
¿Por qué prefieren regresar a sistema presencial?
Se debe a los retos que representa la modalidad híbrida y el trabajo completamente a distancia, por ejemplo, dificultades en la comunicación, afectaciones en los resultados, problemas para mantener los valores y cultura de la empresa, así como fallas en el sentimiento de pertenencia de la compañía, lo cual cuesta miles de pesos a las organizaciones.