Terminó el tercer trimestre del año y en octubre se dieron a conocer sus cifras, este periodo es importante para saber si entramos o no en recesión, no lo deseamos y mucho menos queremos que ello suceda, pero hay tanta atención sobre este tema y hay tantas críticas en la actual administración federal que más de uno están muy pendientes del tema y quieren confirmar si estamos o no en recesión económica.
Antes de empezar, ¿qué es recesión económica?
Para saber si México está o no en recesión económica, primero debemos entender qué significa esto: básicamente sucede cuando hay dos trimestres al hilo con números negativos en el desarrollo económico, o sea que no se registra crecimiento sino contracción.
En el primer trimestre de este año nuestra economía retrocedió 0.2%, en el segundo trimestre se esperaba un retroceso de entre 0.1 y 0.5% y ello nos hubiera hecho caer en recesión, sin embargo crecimos apenas 0.1% y eso fue suficiente para que técnicamente no entramos en recesión, aunque este periodo significó un serio estancamiento económico. Para el tercer trimestre la economía mexicana creció apenas un 0.1% (igual que en el segundo trimestre). Todos estos son datos del INEGI y sostienen que no hemos entrado en fase recesiva a pesar de que el “crecimiento” prácticamente ha sido nulo, pero la definición es muy clara y hasta no hilar dos trimestres consecutivos a la baja oficialmente no estamos en recesión económica.
Tomando en cuenta los datos del INEGI, así se comportó nuestra economía por actividades:
- Primarias: crecieron 3.5%
- Secundarias: cayeron 0.1%
- Terciarias: no cambiaron con relación al segundo trimestre.
Desde el punto de vista anual así están nuestros números:
- Nuestro PIB cayó 0.4% en el tercer trimestre en comparación al mismo periodo 2018.
- Pero en el segundo trimestre la caída fue mayor: de 0.8%. Es decir que hubo una recuperación en el trimestre que acaba de concluir.
Actualmente una parte del sector privado ha declarado que espera que el cierre de este año sea con un decrecimiento de 0.1% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque ello ocurriera tampoco estaríamos en recesión, pues como ya vimos no estaríamos hilando dos trimestres con números negativos. En todo caso si se cumpliera su pronóstico de baja económica para fin de año, tendríamos que esperar los resultados del primer trimestre de 2020 y si fueran negativos también entonces sí estaríamos en fase recesiva. En todo caso una recesión no sucedería antes de seis meses.
Muchos hablan y afirman que estamos en recesión porque existen retrocesos en industrias importantes y sensibles para la economía nacional, como son (con datos del INEGI también):
- Manufacturas: 0.5% de retroceso.
- Construcción: 2.9% de retroceso.
- Minería: 3.2% de retroceso.
- Extracción de petróleo y gas: 5.6% de retroceso.
- Fabricación de maquinaria y equipo: 5.9% de retroceso.
- Fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica 5.3% de retroceso.
- Industria automotriz: 8.9%. La caída de esta industria no es de este año, lleva 29 meses de caídas, lo cual es preocupante porque se trata de una de las ramas manufactureras más importantes de México.
Con estos datos, la situación económica de México de este año se puede reducir en una sola palabra: estancamiento, y aunque hay quienes dicen que ya estamos en recesión y lo afirman al interpretar parcial y de manera inadecuada algunos datos (como por ejemplo tomando la cifra del INEGI que dice que 66% de estados están en decrecimiento o rezago económico y que ello según “significan señales de recesión”) es una conclusión equivocada y hasta pareciera mal intencionada, porque cuando se hace el promedio de toda la actividad económica de México de ahí es donde sale ese raquítico 0.1% de crecimiento, que aunque tampoco es gran cosa, es insignificante e insuficiente, alcanza para que técnicamente no entremos en recesión; más bien parece que hay muchos que quisieran que eso pasara sólo para demostrar que tenían razón sin considerar lo negativo que ello significaría para millones de mexicanos.