Fuertes declaraciones
"Una mujer tiene que valer el doble que un hombre para llegar la mitad de lejos”
Fannie Hurst, guionista de cine norteamericana.
“Para ser medianamente reconocida, una mujer debe trabajar siete veces más que su equivalente en hombre… no es difícil”
Maris Bustamante, artista plástica mexicana.
“La mujer debería ser como una alfombra donde la gente puede pisar. Ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas”
José María Escrivá de Balaguer, cura católico fundador del Opus Dei, beatificado por Juan Pablo II en 1992 y hecho santo en 2002.
Si algo nos ha enseñado el desarrollo de la tecnología es que desde un punto de vista antropológico representa el reflejo de la adaptabilidad de la mente humana para idear productos y/o servicios que satisfagan necesidades y resuelvan problemas cotidianos. En la medida que la tecnología fue ayudando-supliendo el uso de la fuerza física, fue siendo menos necesaria esta característica casi exclusiva del hombre, el mundo cada vez fue demandando más intelecto (masculino o femenino), más gente con ideas enfocadas a obtener con los mínimos recursos mayores beneficios-ganancias.
Sin embargo parece que nuestro planeta sigue empeñado en adoptar y adaptar modelos sociales, culturales y económicos retrógrados como el plasmado en la tercera cita de este “santo” ¿por algo no hay sacerdocio femenino en el catolicismo verdad? Ir en contra de la historia siempre tiene sus consecuencias. Una sabia maestra de la universidad siempre nos decía en clase “quien se equivoca es el hombre, no la historia” (aunque ahora ya no sé si se refería a los varones o al hombre como raza).
Si el mundo cambia a cada giro que da sobre su eje natural, entonces ¿por qué no cambiar nosotros “el chip”, “el software” o el esquema de conceptos e ideas que tenemos en nuestra psique y vamos al mismo ritmo y rumbo al que están yendo los cambios mundiales? No hacerlo se llama resistencia pura. Para que el crecimiento y el desarrollo existan los cambios son FUNDAMENTALES. Estar conscientes que lo único constante es el CAMBIO es estar plenamente convencidos que ello es lo que nos puso en la cúspide de todas las especies animales; es lo que nos ha convertido (para bien y para mal) en la raza dominante del planeta.
En el Día Internacional de la Mujer, debemos tener un nivel de pensamiento a la altura evolutiva del siglo XXI, al cual hemos llegado gracias a nuestra adaptación a los cambios. Tenemos que reflexionar de verdad sobre esto: ¿por qué la mujer tiene el lugar tiene, el cual se ha ganado en la práctica y con resultados comprobables? Por siglos el mundo ha sido dirigido por hombres ¿y cómo nos salió? particularmente no tendría inconveniente en probar ahora un liderazgo con visión femenina, pero que no se confunda con tener al frente a una mujer masculinizada.
Los datos
En Estados Unidos sí se ocupan de las estadísticas, y allá un estudio (entre varios) de la consultora Catalyst (www.catalyst.org/) asegura que las empresas de esa nación que tienen mayor número de mujeres en puestos ejecutivos, ganan más dinero en comparación con aquellas que tienen menos personal femenino. Este dato es interesante porque recordemos que Estados Unidos es un país con una robusta clase media con un poder adquisitivo impresionante, entonces ¿qué tanto contribuye el trabajo de la mujer estadounidense en la generación de esa riqueza? será que como la mujer es más cautelosa ante el riesgo y evalúa mejor los problemas por naturaleza ¿lleva esa visión a su centro de trabajo? ¿ellas evitarían y/o reducirían las crisis económicas? ¿o las manejarían con menos impactos negativos?
Resultados como el anterior son los que han motivado a solicitar una mayor presencia femenina en las empresas y en las actividades que tengan que ver con finanzas. Va otro ejemplo: las mujeres son una poderosa fuerza de ventas, si no lo creen pregunten a la empresa Mary Kay, la cual creció gracias en gran medida a esas mujeres que venden sus productos por catálogo, la empresa se dio cuenta de ello y ahora invierte buena cantidad de dinero para capacitarlas apropiadamente como verdaderas-consultoras de belleza.
Algunos especialistas en estos temas sostienen que los resultados positivos que obtienen empresas que incorporaron a mujeres en puestos clave, se deben a que los equipos de trabajo mixtos son más eficientes para localizar amenazas potenciales y para la toma de soluciones ante problemas específicos.
¿Y cómo estamos en el mundo?
Ni el 10% de los ejecutivos y/o directores de las grandes corporaciones del planeta son mujeres. Se ha observado que en países menos tradicionalistas el índice de mujeres que están en puestos clave crece, sin embargo en sociedades conservadoras se tiene documentado que ese indicador ha descendido.
En países desarrollados, las mujeres producen alrededor del 40% del Producto Interno Bruto. Además las mujeres trabajadoras crean más trabajo, pues sus tareas domésticas recaen en otras, con lo cual generan empleo e inyectan más dinamismo a la economía.
En el año 2000 la ONU estableció el “Proyecto del Milenio”, un plan a 15 años que buscaba construir “un mundo mejor” y a esa promesa se comprometieron 191 gobiernos (incluido México). El último reporte de resultados globales en ese plan informa lo siguiente:
- El objetivo de alcanzar la igualdad entre los géneros sigue sin cumplirse, con amplias consecuencias negativas. Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio seguimos dependiendo en gran medida del empoderamiento de la mujer y del acceso de ellas en condiciones de igualdad a la educación, al trabajo, al cuidado de la salud y a la toma de decisiones.
- En 2011, 58% de las mujeres y la población joven de naciones en desarrollo tienen empleos vulnerables, es decir, están en una posición insegura y pobremente remunerada.
- La desigualdad entre los géneros continúa y las mujeres siguen enfrentando discriminación en el acceso a la educación, al trabajo, a la tenencia de bienes y en su participación en el gobierno.
Y en México ¿cómo vamos con el Proyecto del Milenio?
El objetivo número 3 de dicho proyecto dice: “Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer”. La respuesta de nuestro país a la ONU de manera textual dice así: “…las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo de manera creciente, aunque es necesario seguir implementando acciones que contribuyan a que cuenten con todas las prestaciones de ley, y con salarios equitativos respecto a los masculinos. Por otra parte, existe una tendencia ascendente en el indicador relativo a la proporción de escaños ocupados por mujeres en el Poder Legislativo.” (Cabe subrayar que México aparentó cumplir con la integración de más legisladoras, pues “mañosamente” hubo unas que ganaron puestos como diputadas federales, pero pidieron licencia para que sus suplentes hombres se quedaran con el puesto. Fue un escándalo vergonzoso conocido como “Las Juanitas”).
Resultados locales como los anteriores hicieron que la oficina encargada de los asuntos de género de la ONU concluyera que siguen habiendo ámbitos donde las mujeres “continúan siendo invisibles y sus voces siguen sin ser oídas”, como en la empresa, la universidad, la sociedad civil y la justicia.
Otra gran diferencia: en naciones de primer mundo la mujer inicia una actividad empresarial porque hay oportunidades en su entorno para hacer negocios, mientras que para los países en desarrollo una mujer se vuelve emprendedora porque tiene “necesidad”; pero este dato reveló algo muy positivo en México, ahora hay empresas que otorgan microcréditos para emprender un negocio exclusivamente a mujeres, pues descubrieron que ellas son pagadoras más cumplidas en comparación con los hombres.
Si bien hay muchos datos que revelan la fortaleza económica de las mujeres, las leyes y las costumbres siguen siendo desiguales: en México no hay apoyo a mamás para que puedan equilibrar adecuadamente su vida laboral y personal, por ejemplo no hay una verdadera flexibilidad de horarios o posibilidad real para trabajar desde casa.
En nuestro país hay compañías que presumen tener certificados como el de “Empresa Socialmente Responsables” o el “Great Place to Work”, pero no hay que perder de vista que ello no significa que sean lugares “familiarmente responsables”. Por ejemplo, recuerdo un caso de la empresa Terra México, en donde un mando medio amenazó a una de sus colaboradoras diciéndole que “si se embarazaba de nuevo la iban a liquidar”, incluso uno de sus directivos le decía a su equipo de trabajo que “cuando una mujer se embaraza o contraía matrimonio rendía menos”. Argumentos como estos son inválidos a todas luces, pues violan derechos, sin embargo de esto los gobiernos mexicanos también han tenido responsabilidad a través de los años, pues el esquema fiscal de las empresas hace que en este país sea más costoso contratar a una mujer.
Datos del gobierno mexicano sobre sus MiPymes:
- Las MiPymes representan el 99.8% del total de empleos en el país.
- Contribuyen al 52% del PIB de México.
- Generan 72% del empleo del país.
Especialistas en México dicen lo siguiente:
- De cada 10 micro y pequeñas empresas que se crean y logran mantenerse, dos son dirigidas por mujeres.
- México tiene la posibilidad de crecer al 4% anual, pero para ello es necesario impulsar a las PyMEs y las mujeres pueden ser factor clave en ese proceso.
- Las empresas Dell y Endevor consideran que las mujeres podrían contribuir al crecimiento de México siempre y cuando se les capacite y se les profesionalice en sus Pymes.
Hay muchos estudios internacionales serios, académicos y privados que han comprobado que estadísticamente las sociedades que han mejorado la igualdad entre hombres y mujeres avanzan de modo más rápido y sostenido. Entonces ¿por qué no hacer que la economía tenga rostro y mirada femenina?