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El hábito del ahorro permite establecer reservas monetarias para el futuro, lograr independencia económica y sentar las bases para comprar bienes y servicios necesarios para crecer o pagar asuntos tan importantes como la educación, un auto, una vivienda, emergencias médicas o contingencias por desastres naturales.

¿Cómo ahorrar en casa?
¿Cómo ahorrar en casa?


¿Cómo ahorrar en casa?

El ahorro permite, entre otras cosas, mejorar el historial de crédito, pagar deudas pendientes y priorizar el consumo.  Por ello, es importante seguir una serie de pasos que permitirán minimizar al máximo posible los gastos en casa, para así aminorar las preocupaciones y tener finanzas sanas. Veamos de qué pasos se trata en las siguientes líneas. 

Recomendaciones generales para ahorrar en casa

Podemos tomar en consideración una serie de recomendaciones que nos servirán para gastar menos dinero y tener una economía familiar más sana: 
  • Buscar ofertas para comprar.
  • Evitar compras impulsivas. Este hábito permitirá comprar solo lo necesario. 
  • Use las herramientas que su banco tenga, como calculadoras virtuales, para controlar sus gastos y fijarse luego metas de ahorro.
  • Establecer un plan de ahorro, que puede ir acompañado de un presupuesto. Estas estrategias combinadas permitirán definir los montos a ahorrar.
  • Destinar dinero a bienes fijos y prioritarios como vivienda y alimentos.
  • Pedir al banco toda la información necesaria sobre los plazos de pagos de un crédito, en caso de que lo tenga. De este modo el cliente sabrá cuándo terminará de saldar dicha deuda.
  • Usar las tarjetas de crédito lo mínimo posible. El pago de este tipo de instrumento no debe representar el 30 % de sus ingresos mensuales.

¿Cómo pueden determinarse y disminuirse los gastos hormiga y los innecesarios?

 Los gastos hormiga son denominados de esa forma porque se trata de erogaciones pequeñas que se realizan diariamente o con mucha frecuencia y que el presupuesto no establece.

Se trata de gastos en productos como golosinas que afectan la economía familiar, porque luego de cierto tiempo se convierten en un egreso importante, o mejor dicho, en un dolor de cabeza.

Para determinarlos es importante hacer una lista de todos ellos a lo largo del mes y luego organizar una estrategia, como un presupuesto, para eliminarlos y controlar el dinero con el propósito de darle un mejor uso. 

Veamos otras recomendaciones para disminuir estos gastos, que también funcionarán para mejorar la economía doméstica: 

Registrar gastos:

Anote cada gasto que realice. Puede tratarse de estos gastos hormiga, como una gaseosa, o mínimos, como el dinero usado para el transporte público, hasta el más alto, como la cuota de la vivienda o el auto. Entonces podrá organizar estos gastos y sumarlos. 

Recortar estos gastos:

Revise en su lista todos esos egresos prescindibles y elimínelos o redúzcalos al mínimo. Por ejemplo, no coma en restaurantes o hágalo solo una o dos veces al mes. Elija el plan más económico de su servicio de televisión por suscripción o telefonía móvil.

Evite además, pedir préstamos, especialmente si son informales, ya que no están regulados por la ley y las tasas de interés son muy altas. 

Definir metas realistas de ahorro:

Los montos que establezca para ahorrar dependerán de las metas que se proponga lograr. ¿Quiere viajar? ¿Comprar una segunda vivienda? ¿Tener dinero para el nacimiento de su hijo? Cada meta definirá los montos que deberá ahorrar y por cuánto tiempo lo hará. 

Determinar prioridades:

Establezca cuáles son sus metas de ahorro más importantes y ubíquelas en el primer lugar de su lista. Las metas a largo plazo, como el ahorro para la jubilación o gastos médicos asociados a la vejez, deben estar en el tope, y otras a corto plazo o menos importantes, como viajes de placer, deben estar en la parte inferior. 

Existen otros mecanismos para ahorrar, como el método de los 21 días, que describiremos en las siguientes líneas. 

¿Qué es el método de los 21 días?

Consiste en un método que se basa en la premisa de que los seres humanos requieren 21 días o más para adaptarse a escenarios novedosos, como el hábito del ahorro, siguiendo una serie de pasos: 
  • Tener una buena motivación
  • ser constante (es decir, ahorrar todos los días)
  • aceptar la ansiedad que conlleva el proceso y las posibles dificultades que pudiera tener la persona durante este para ahorrar
  • establecer un método que resulte adecuado (como ahorrar un monto que equivalga a un egreso diario y reemplazarlo por algo que resulte más útil)
  • ser disciplinado
  • llevar un registro de todo el dinero que se ahorre. 

Respetar este método contribuye a optimizar la economía doméstica, pues evita que la persona incurra en gastos superfluos y se fije metas realistas a corto plazo. 

Para concluir, podemos afirmar que el ahorro es un hábito que permite atender emergencias y planificar con miras al futuro de todos los integrantes de la familia. Un consumo responsable, aunado a este hábito, permite mejorar la calidad de vida, evitar dolores de cabeza y asumir deudas muy altas o innecesarias. 
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