La realidad es que no hay respuesta correcta o incorrecta, depende de cada quien. Habrá quienes no ahorran nada y deciden vivir quincena a quincena, otros ahorran pero no invierten, otros invierten para luego gastarlo en algo que desean o invierten para destinarlo a su futuro.
Es una realidad que la gran mayoría de los trabajadores de este país viven constantemente bajo el llamado estrés financiero, el no tener certidumbre sobre sus finanzas, sobre su trabajo y lo que pueda venir en el futuro.
El covid-19 es una prueba para nuestros bolsillos, algunos siguen en cuarentena, tranquilos, escribiendo desde la comodidad de su casa; otros siguen exponiéndose, trabajando para llevar algo a casa y otros subsistiendo al mínimo.
El sentido de inversión, al menos para muchos, es evitar el estrés financiero en un futuro. En lugar de estar preguntándose ¿qué pasará? Más bien deciden preguntarse ¿dónde estaré y con quién?
Sondeando a mi red de amigos, el denominador común es “el estrés financiero patrimonial”. En mi opinión construir un patrimonio no es algo que te deba quitar el sueño, hoy en día existen muchas herramientas que te permiten hacerlo por una aportación mínima. Hay quienes me dicen que no tienen manera de empezar a invertir porque no tienen dinero, pero la realidad es que la tecnología nos ha dado la facilidad de empezar a invertir con muy poco dinero; el principal reto es empezar, dar ese primer paso.
Vale la pena hacer énfasis que nuestro mayor aliado será el tiempo y siendo conscientes de ello, nuestra mayor virtud deberá ser la paciencia.
La idea de invertir hoy es lograr la famosa "libertad financiera" para poder hacer lo que quieras, con quien quieras y en el momento que quieras; y no está mal esa idea, solo tienes que hacer un plan para volverla realidad. Recuerda, esto es un tema de largo plazo, de sacrificar recompensas inmediatas por resultados futuros.
