China se caracteriza por haber abierto sus puertas al mundo en los años noventas dando inicio a una nueva nación que poco a poco iniciaría un proceso de modernización. Sin embargo, dicho crecimiento económico fue gracias a cambios radicales en la forma de gobernar y a grandes sacrificios. La mano de obra barata fue uno de los factores que incrementaron la inversión extranjera en China y que posteriormente fomentó su auge económico. Durante ese periodo, las demandas sobre la explotación y las malas condiciones laborales eran cosa de todos los días, ya que las medidas de seguridad incrementarían los costos para los inversionistas extranjeros que llegaban a China.
Existe una comparación muy interesante entre el modelo chino y la Revolución Industrial inglesa ya que en esta última, el beneficio para las empresas era más importante que los obreros y sus condiciones laborales. De la misma manera, la conciencia y la percepción del trabajador chino es muy diferente a la de un inglés. En China, por ejemplo, es muy bien sabido, incluso por los mismos obreros, que las prácticas de explotación son algo común, y podemos notar que su percepción de ellas es diferente ya que las consideran como un proceso transitorio y necesario para llegar al objetivo de una China modernizada.
Deng Xiaoping, vio en la mano barata una oportunidad para incrementar la inversión extranjera y de esta manera atacar a los problemas de pobreza, hambruna y sobrepoblación. Deng implementó el proceso de deslocalización que, mediante el traslado de fábricas extranjeras a China, se reducen los costos de mano de obra y producción aumentando los beneficios. Esto significó la producción de todo tipo de mercancías a precios más asequibles para los habitantes de Occidente.
En China, el régimen de las comunidades rurales fue modernizado al punto de que los campesinos pueden vender parte de la cosecha y el resultado fue un aumento en la producción agrícola. La movilidad laboral por su parte, les dio la oportunidad a los campesinos de viajar a las ciudades para vender los “excedentes” y trabajar fuera de su aldea. Un punto interesante aquí, es que Deng Xiaoping si fomentó un sistema para la explotación de la mano de obra, sin embargo, son las empresas occidentales las que han hecho de las condiciones inhumanas una realidad de todos los días. Por lo anterior, la explotación a los trabajadores chinos ha sido uno de los sacrificios que de cierta manera han mejorado hasta nuestros días las condiciones de vida del pueblo chino en general. Gracias a las fábricas extranjeras, las personas tienen mayores facilidades para tener una vivienda y comida. El tema de la explotación si es un aspecto muy común del día a día, sin embargo, esta es vista como un sacrificio necesario rumbo al desarrollo.
Referencias:
Napoleoni. L (2011) Maonomics. La amarga medicina china contra los escándalos de nuestra economía. España: Paidós Estado y Sociedad.