Uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas empresas en México para poder llevar a cabo sus planes de expansión o solvencia es la escasez de financiamiento, ya sea proveniente del sector público como del privado.
En este artículo se hablará acerca de algunas causas de la falta de financiamiento a través del mercado financiero mexicano.
Crear confianza entre los inversionistas.
Cuando una empresa planea requerir financiamiento a través del mercado financiero lo primero que debe hacer es crear confianza entre los inversionistas a través de planes específicos de crecimiento a mediano y largo plazos.
Para la elaboración de dichos planes, dependiendo de cada sector económico del que se trate, se deben tomar en cuenta diversos factores que abarcan desde la competencia directa en el sector que trabaja la empresa, el nivel de regulación institucional, etc., hasta la consideración de variables de la economía interna y de la economía mundial.
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Después de que se logran concretar los planes de crecimiento e inversión futuros se deben cumplir todos los requerimientos establecidos por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para adquirir financiamiento bursátil a través de la emisión de instrumentos como títulos de deuda o acciones. Estos requisitos se recopilan en un documento llamado Prospecto de Colocación, el cual contiene información corporativa, legal y financiera sobre cada empresa, disponible para todo el público inversionista.
Usualmente dichos requerimientos solían desplazar a ciertas empresas que, por su tamaño, no podían cumplirlos, sin embargo, en un esfuerzo reciente por hacer del mercado de valores un lugar más incluyente y mejorar la competencia, se presentó un proyecto para un nuevo representante del mercado bursátil mexicano llamado Bolsa Institucional de Valores (BIVA), el cual se planea entre en operación durante este 2018.
La idea es que ahora no solo las empresas de gran tamaño puedan ser listadas en bolsa, como sucedía anteriormente con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), sino que también las pequeñas y medianas, a través de BIVA, puedan conseguir financiamiento bursátil, es decir, que obtengan capitalización de mercado.
Proveedores de capital.
El siguiente paso, después de que una empresa consigue listarse en bolsa y se hace una oferta pública en el mercado primario de sus instrumentos, es que la captación estimada de financiamiento se logre, para lo cual es necesario que los inversionistas provean el nivel de capitalización de mercado necesario.
En México, a enero de 2018, el valor de capitalización de mercado fue de más de 8.4 billones de pesos, lo que representó el 36% del Producto Interno Bruto (PIB). Esa cifra es baja comparada con el 50% del PIB que ofreció de capitalización el mercado bursátil en Brasil para la misma fecha o el 166%, 135% y 129% del PIB que ofrecieron de capitalización los mercados financieros de EEUU, Canadá y Japón respectivamente.
El problema es que no hay suficientes participantes en el mercado financiero que puedan proveer financiamiento. Esto se observa en la falta de bursatilidad de muchos instrumentos que no forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones (principal indicador del mercado mexicano de valores que recoge una muestra de las 141 emisoras nacionales), lo cual dificulta que las empresas logren cumplir con sus objetivos operativos en periodos de tiempo cortos y que las expectativas de crecimiento promuevan la confianza entre los inversionistas.
Cultura financiera.
El valor en pesos que custodiaron las 35 casas de bolsa que operan en México, a diciembre de 2017, ascendió a 7.7 billones, es decir, un 35.56% como proporción del PIB, pero, ¿por qué esta cifra no es más alta?
La respuesta es que aún en México se carece de una buena cultura financiera que atraiga al público en general a invertir a través de los diversos intermediarios financieros que existen, como las casas de bolsa o las operadoras de fondos de inversión.
La mala cultura financiera se debe también a la falta de información oportuna y fácil de interpretar, no solo acerca de los servicios que ofrece cada intermediario, sino también sobre los beneficios que se obtienen al invertir en los diferentes instrumentos financieros, los cuales pueden generar rentabilidades iguales o incluso mayores que emprendiendo un nuevo negocio.
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*Con información de la BMV y la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles.