Los ETFs, originalmente diseñados como herramientas de inversión pasiva indexada, han evolucionado significativamente desde su introducción en la década de los 90. Aunque la estrategia pasiva sigue siendo predominante gracias a sus bajos costos y simplicidad, una nueva generación de ETFs ha ganado popularidad recientemente, los de gestión activa, ya que ofrecen a los inversionistas algo diferente: la posibilidad de aprovechar las habilidades de gestores expertos para superar a los índices y adaptarse rápidamente a condiciones cambiantes del mercado.
Aunque esto último ha sido una promesa no cumplida por la mayoría de gestores activos desde hace décadas, o más bien desde toda la vida, existe la posibilidad o esperanza de que gracias a la estructura más barata y eficiente de los ETFs, entonces los costes operativos sean más bajos y con eso, ahora sí algunos más puedan batir a sus índices.
¿Por qué surgen los ETFs de gestión activa?
El surgimiento de los ETFs activos responde a una confluencia de factores económicos, tecnológicos y de preferencias de los inversionistas.
- Eficiencia y acceso gracias a la tecnología
La tecnología ha permitido a las gestoras ofrecer productos activos a través de la estructura ETF, combinando la flexibilidad de la gestión activa con la eficiencia fiscal, menor coste operativo y la transparencia de los ETFs tradicionales. Esto ha atraído a muchas gestoras de fondos tradicionales para entrar al creciente Mercado de ETFs. - Volatilidad e incertidumbre en los mercados globales
Los cambios económicos recientes, sobre todo en las tasas de interés y los shocks inflacionarios, crearon un entorno en donde las ETFs y Fondos indexados de Renta Fija sufrieron mucho durante la rápida subida de tasas de interés por los Bancos Centrales. Al mismo tiempo, algunos ETFs de Gestión activa de RF lo hicieron mejor y comenzaron a ganar popularidad porque se pensó que tal vez las estrategias pasivas pueden no ser suficientes para proteger o maximizar el rendimiento de los portafolios. - Demanda de estrategias diferenciadas
Ya sabemos que Wall Street le da a los inversores lo que están pidiendo, y si añadimos los dos puntos anteriores, entonces se creó una buena receta para demandar más de estrategias diferentes a las indexadas que siguieran siendo de bajo coste y con la facilidad de negociación que ofrecen los ETF, desde portafolios gestionados de RF hasta estrategias que ofrecen rentas periódicas atractivas.
Ventajas de los ETFs de gestión activa
Los ETFs activos tienen características únicas que los diferencian de sus contrapartes pasivas y de los fondos de inversión tradicionales, ya sea indexados o activos:
- Flexibilidad y adaptabilidad
Los gestores de ETFs activos pueden ajustar las carteras para aprovechar oportunidades en tiempo real o protegerse contra riesgos específicos. Por ejemplo, durante períodos de alta volatilidad, un gestor activo puede evitar sectores problemáticos o que están experimentando mayor volatilidad. - Potencial para generar alfa
Mientras los ETFs pasivos se limitan a replicar índices, los gestores activos pueden identificar y capitalizar oportunidades que los índices no capturan, como empresas infravaloradas o cambios de tendencia en las tasas de interés. - Estructura fiscal eficiente
A diferencia de los fondos de inversión, los ETFs activos, gracias a sus procesos de creación y reembolso de unidades, mantienen la ventaja fiscal reduciendo el impacto de las ganancias de capital para los partícipes que se generaba si el saldo del neto era negativo, es decir, había más partícipes vendiendo que comprando. - Menores costes
Aunque gestionados activamente, los ETFs activos tienen menores comisiones que los fondos de inversión activos tradicionales, esto es gracias a su estructura.
Desventajas de los ETFs de gestión activa
Obviamente los ETFs activos también presentan riesgos que los inversionistas deben considerar:
- Costos más altos
Los ETFs activos suelen tener mayores ratios de gastos totales (TER) en comparación con los pasivos. Estos costos, aunque menores que los de los fondos de inversión, pueden reducir significativamente los rendimientos netos. - Desempeño inconsistente
Históricamente, pocos gestores activos logran superar constantemente a sus benchmarks a largo plazo. Según un informe SPIVA , solo el 10% de los gestores activos permanecieron en el cuartil superior durante cuatro años consecutivos, y menos del 5% en 10 años. - Riesgo de concentración y dependencia del gestor
Algunos ETFs activos dependen excesivamente de las decisiones de un único gestor, lo que aumenta el riesgo idiosincrático. Además, los gestores pueden enfrentar problemas operativos al manejar carteras grandes, especialmente en mercados ilíquidos o caer en el FOMO, como muchos de los ETFs de ARK.
Limitaciones de los ETFs activos
Los ETFs activos no están exentos de desafíos estructurales y operativos:
- Escalabilidad de la estrategia
A medida que un ETF activo crece, puede volverse más difícil para el gestor comprar o vender activos sin afectar significativamente los precios, lo que limita su capacidad para generar alfa. Tal vez la estrategia no es escalable, y por eso es que vemos muchos Fondos Activos que llegado cierto nivel de activos comienzan a dar menores retornos. - Menor historial y adopción limitada
A diferencia de los ETFs pasivos, que tienen un historial probado y una adopción masiva, los ETFs activos aún son una categoría emergente y representan una pequeña fracción del mercado total de ETFs. No hay forma de saber con una simulación o backtest cómo le ha ido a estos ETFs activos en los peores momentos.
¿Cuándo son más efectivos los ETFs activos?
Usando algunas estadísticas del SPIVA, he llegado a las siguientes conclusiones. Aunque la mayoría de gestores activos siguen sin batir a sus índices en el largo plazo, existen algunos periodos y mercados en donde esa diferencia se hace menor, aunque no apabullantemente grande.
En Renta Variable (RV)
- Mercados ineficientes
En áreas como mercados emergentes y acciones de pequeña capitalización, los gestores activos pueden identificar empresas subvaloradas o con alto potencial de crecimiento. - Estrategias temáticas, sectoriales y tácticas
Los ETFs activos permiten a los gestores enfocarse en tendencias específicas, como la inteligencia artificial, proporcionando exposición diferenciada frente a los productos pasivos generales. Aquí solo hay que ver que no nos estén vendiendo humo y que de alguna forma haga sentido la estrategia con la cartera.
En Renta Fija (RF)
- Bonos de alto rendimiento y crédito estructurado
Los gestores activos tienen más flexibilidad para escoger lo menos peor entre toda la basura de los Junk bonds y ajustar la cartera para aprovechar las condiciones del mercado, algo que los ETFs pasivos no pueden hacer. - Duración ajustada según el entorno de tasas
En un entorno de tasas de interés fluctuantes, los ETFs activos permiten ajustar la duración de la cartera para protegerse contra la volatilidad de los precios de los bonos o para aprovechar oportunidades específicas.
Una herramienta nueva, pero con matices
La nueva generación de ETFs de gestión activa ofrece a los inversionistas una combinación interesante de flexibilidad, transparencia, bajos costos y potencial para generar alfa. Sin embargo, no son adecuados para todos ni en todas las circunstancias. Su riesgo de un desempeño inconsistente los convierten en una herramienta que debe ser utilizada con precaución y como parte de una estrategia diversificada.