¿Qué son los ETFs sectoriales?

Sabías que hay sectores económicos que lo hacen mejor durante las recesiones y caídas del mercado, y que no siempre son los que tienen mejores retornos durante la recuperación o el rebote. 

¿Te has dado cuenta de que a veces al sector que mejor le fue el año pasado no vuelve a repetir esos buenos rendimientos en el siguiente año? 
¿O sabías que hay sectores que han dado mejores retornos que el propio SP500?

En este artículo voy a hablar un poco sobre los ETFs sectoriales y su importancia no solo como termómetro de la economía y la bolsa, sino también como herramienta para algunas estrategias y carteras.

Los ETFs sectoriales son fondos cotizados que invierten en subconjuntos de empresas que representan diferentes partes de la economía. De esta forma podemos tener exposición a diferentes industrias dentro de un mismo sector comprando solamente un ETF. Estaríamos, a la vez, diversificados porque tendríamos muchas empresas, pero también concentrados en un solo sector económico.

Este tipo de ETFs pertenecen a la segunda generación que apareció después de los ETFs que seguían índices amplios y reconocidos como el del SP500. 

Para poder organizar bien estos sectores, MSCI y S&P Global crearon la clasificación GICS (Global Industry Classification Standard) en donde dividen a las empresas de acuerdo a sus principales actividades comerciales. De esta forma tenemos una estructura homologada y objetiva para analizar y comparar mejor a las empresas a nivel global, ya sea de forma académica o para políticas públicas o para inversiones, como es este caso de los ETFs sectoriales.

El GICS se compone de 11 sectores principales: Energía, Materiales, Industriales, Consumo Discrecional, Consumo Básico, Salud, Finanzas, Tecnología de la Información, Servicios de Comunicación, Servicios Públicos y Bienes Raíces. Cada sector está subdividido en grupos industriales, industrias y subindustrias.

Por ejemplo, dentro del sector de Tecnología de la Información, encontramos grupos industriales como Software y Servicios, Equipos y Servicios de Tecnología, y Semiconductores y Equipos de Semiconductores.

Otro ejemplo: dentro del sector materiales tenemos el grupo industrial de Materiales básicos, donde una de las industrias que lo componen es la industria de productos químicos, que a su vez tiene la subindustria de fertilizantes y agroquímicos.

Conocer esto es superútil, además de interesante, porque tal y como expliqué en el webinar de ETFs de Sectores y en la newsletter, esto nos permite buscar empresas que están dentro de la cadena de valor y que tienen menor competencia y no son tan conocidas, a pesar de dar buenos retornos. 

Amplía muchísimo nuestra visión a la hora de invertir y nos permite darnos cuenta cómo muchas subindustrias se unen para componer una temática o desarrollar un producto o servicio. 

A continuación dejo los ejemplos de clasificaciones del sector de Comunicaciones,  Consumo básico, Salud, Servicios básicos, Real Estate, Financiero e TI.
(Pincha sobre la imagen para ampliar)

Es importante agregar que todos estos ETFs sectoriales son indexados pasivos, esto significa que replican a un índice sectorial y, por lo tanto, son más eficientes y con menores costos que los fondos de gestión activa. 

Una de las ventajas de estos ETFs sectoriales es proporcionar una diversificación dentro de un sector específico.

Podemos armar estrategias dependiendo de diferentes objetivos de volatilidad y comportamiento durante el ciclo económico, ya que cada sector tiene diferentes comportamientos durante las recesiones, las correcciones, la recuperación y los rebotes. 

Otro beneficio de los ETFs sectoriales es que pueden servir como contrapesos de carteras de acciones individuales. Por ejemplo, si nuestra cartera está demasiado concentrada en el sector tecnológico o el de salud, entonces podemos complementarla con ETFs sectoriales que tengan poca correlación con esos dos sectores y de esta manera tener un mejor equilibrio.

Tal y como escribí hace tiempo, antes de elegir cualquier ETF, lo primero que debemos de escoger es una estrategia. Es la estrategia la que nos va a decir qué ETF debemos de comprar, cuándo hacerlo y cuándo venderlos.

Por lo tanto, elegir el ETF adecuado va a depender mucho de la estrategia que estemos usando. Por ejemplo, si estamos usando una estrategia basada en el ciclo económico, entonces la imagen anterior nos va a ir dando la pauta de cuáles comprar y cuáles vender. A este tipo de estrategias se le conoce como de rotación y estaríamos utilizando el ciclo económico para hacer esa rotación o rebalanceo de cartera.

Algo que se sugiere hacer es revisar las correlaciones entre sectores antes de invertir en ellos para que a la hora de armar la cartera nuestras exposiciones se complementen bien. Esto es porque si tengo 2 ETFs que tiene una correlación alta, entonces la cartera no va a estar bien diversificada realmente. Si uno cae el otro va a caer también y al final será mejor solamente tener uno o algo más global.

Otro punto importante es analizar la distribución de retornos del ETF sectorial que queramos comprar para así saber por adelantado cuáles son esos puntos extremos y cuáles son los retornos promedio más probables. Conociendo esto no nos espantaremos tan fácil con correcciones normales ni pensaremos que unos retornos altos pueden repetirse por mucho tiempo.

La siguiente es una gráfica de la distribución de retornos anuales móviles del ETF XLE que sigue al sector energético de Estados Unidos

Podemos ver que los retornos que el sector energético tuvo durante el 2021 y 2022 del 53% y 64% respectivamente, estaban en la parte extrema derecha de su distribución de retornos y que, por lo tanto, había una alta probabilidad de reversión a la media. Y eso fue lo que sucedió en el 2023.

Además de los riesgos inherentes de todos los ETFs, los ETFs sectoriales aumentan el riesgo de concentración debido a que solamente tienen empresas de un sector por muy diversificado que ese sector esté con muchas industrias y subindustrias.

Otro riesgo es que aunque haya muchas empresas dentro de la cartera del ETF, es posible que un puñado de ellas tengan un peso desproporcionado dentro del índice sectorial debido a su capitalización. El problema de esto es que el sector dependerá mucho del desempeño de esas empresas y a veces saldría mejor hacer una selección individual de ellas en lugar de tener el ETF.

Y por último, aunque no es un riesgo como tal, debemos de recordar que en este mundillo todo va de probabilidades y, por lo tanto, cualquier estrategia de rotación que utilice ETFs sectoriales o que dependa de retornos pasados podría no dar los mismos resultados en el futuro.

Tal y como ha pasado con el sector nuevo de Real State y con la división del sector de tecnología,  del cual hablé en la newsletter y el webinar, es posible y muy probable que en el futuro vuelva a haber divisiones y reclasificaciones, o incluso hasta eliminaciones de algunos sectores.