“El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores.”
-Henry Hazlitt (filosofo, economista y periodista estadounidense)
El nivel de crecimiento económico de una nación se mide por medio de diferentes factores que influyen directamente en su prosperidad; la inversión, tasas de interés, ahorro, consumo, así como los hechos políticos y sociales son claros ejemplos que deben mantenerse en un correcto estado para favorecer al desarrollo de un país. Es un hecho que al impulsar la economía y todos los aspectos posibles que representan al capital, tierra y trabajo, se logrará una bonanza que debe ser generalizada entre la sociedad.
Sin embargo, hoy en día puede ser una utopía el pensar en una economía mexicana sana e impulsada por el progreso, pero ¿debido a qué? Está claro que la situación financiera, política económica y social del país en la actualidad es un resultado de las acciones, tanto acertadas como erróneas, de sexenios anteriores, y desafortunadamente, las decisiones tomadas por el actual gobierno no han sido un parteaguas para el beneficio de la nación. Las declaraciones y medidas de acción para las diversas problemáticas han resultado en grandes controversias e incertidumbre, situación que repercute inmediatamente en la imagen de México como nación fuerte y capaz de crecer, haciendo que las estimaciones para un desarrollo económico mayor en este año (y muy probablemente en los próximos) sean desfavorables.
Es un hecho que no es posible arreglar en unos meses, ni en años, todos los errores de administraciones anteriores, que la batalla contra la corrupción, el nepotismo, malversación de fondos, narcotráfico, inseguridad y muchas situaciones más debe ser llevada a cabo poco a poco de una manera transparente. Pero también es un hecho que las decisiones en cuanto a estos temas y los que atañen al sector económico, han sido tomadas de una manera pobre, sin sustento, con un claro retroceso en contra del progreso financiero e incluso de la realización personal y profesional de las personas. El motivar e incentivar a quienes roban combustible, a los “ninis”, a que es trabajo de los abuelos el cuidar a sus nietos en lugar de dar los recursos necesarios para el correcto funcionamiento de guarderías, el cancelar proyectos como el NAIM y promover otros dudosos como el Tren Maya… todas estas son acciones que no son pensadas a fondo, no tienen fundamento, y no incluyen una visión a futuro que sustente su efectividad ni su beneficio.
Según datos de la calificadora HR Ratings, se tenía estimado un crecimiento del 1.9% para México durante 2019, sin embargo, en los pasados días esta cifra fue reducida a 1.7% debido a la baja en indicadores de consumo e inversión. Por su parte, Carlos Capistrán, quien es economista en jefe de Bank of America para México y Canadá, afirmó que existirá una desaceleración derivada de dos factores: la economía de Estados Unidos (que se ha vuelto proteccionista respecto a este rubro) y las decisiones políticas y económicas de nuestra nación, lo cual afirma que sí se ha creado una imagen hasta cierto punto non grata para aquellos inversionistas extranjeros, debido a la incertidumbre en proyectos de gran magnitud como el aeropuerto de Texcoco, al nuevo presupuesto “austero” y a ciertas acciones restrictivas de BANXICO.
Son diversos los medios e instituciones que reiteran la baja en el crecimiento de la nación, es un tema que no puede ser ignorado ni tomado a la ligera; si bien México se encuentra dentro del promedio de crecimiento del PIB en relación con el resto de los países de América Latina y el Caribe, esto no significa que deban permanecer las limitaciones para incrementar su PIB o que se piense que está “a salvo” por pertenecer a la media. Esto debería ser una invitación para que el sector público y privado funcionen como una mancuerna para elevar la calidad de vida y la actividad económica del país, no obstante, las acciones del gobierno y la baja en la inversión resultan factores que son decisivos y que han terminado por afectar en importante medida los pronósticos para el desarrollo de la economía.
Referencias:
Expansión. (8 de enero de 2019). Expansión. Obtenido de https://expansion.mx/economia/2019/01/08/el-banco-mundial-reduce-previsiones-de-crecimiento-para-mexico
Hernández, A. (15 de enero de 2019). El Universal. Obtenido de https://www.eluniversal.com.mx/cartera/economia/crecimiento-de-mexico-se-desacelerara-1-en-2019-estima-bank-america
Reporte Indigo. (11 de febrero de 2019). Obtenido de https://www.reporteindigo.com/indigonomics/calificadora-hr-ratings-baja-perspectiva-de-crecimiento-economico-para-mexico-2019/