Es incuestionable que la falta de oportunidades laborales es una problemática que llama a las personas a involucrarse en actos ilícitos e incluso violentos. No es solamente una situación que le atañe a México, sino también que se manifiesta a nivel mundial; según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2017 el número de desempleados ascendía a las 192 millones de personas y se estimó que para el presente año, esa cifra aumentaría en 1.3 millones de personas, lo cual indica una seria crisis en el mercado laboral donde una porción de los implicados podría eventualmente optar por participar en actos concernientes al crimen organizado.
Tomando en cuenta la realidad que enfrenta este gran sector de la sociedad, la ausencia de una correcta formación en valores es determinada como otro factor que promueve la decisión e intención de allegarse de recursos sin importar el cómo, esto sumado con el desempleo resulta en una mezcla sumamente peligrosa. ¿Peligrosa en qué sentido? El crimen organizado y sus miembros no están limitados a ciertos sectores que afectan directamente a la economía como el narcotráfico o la venta de armas; en las últimas décadas se ha dado una potencialización en actos que atentan contra la dignidad y bienestar de las personas, pero que resultan en negocios sumamente redituables para sus gestores.
La “esclavitud moderna” consiste en actividades ilegales como la prostitución, trasplante de órganos, trabajo forzado y trata de personas, por solo mencionar algunas. Dicho negocio contempla alrededor de 21 millones de personas que son víctimas en todo el mundo, generando aproximadamente 150 mil millones de dólares como beneficios ilegales, esto según información de la OIT. Dichas cifras representan una parte significativa del PIB de múltiples naciones, aunque no es posible saber con exactitud cual es la verdadera magnitud de estas cantidades, ya que por medio del lavado de dinero y estrategias para incorporar ese capital a la economía formal es posible hacer que dichos recursos parezcan ser derivados de actividades que aparentan estar apegadas al marco jurídico.
La trata de personas en conjunto con el terrorismo, narcotráfico y demás problemáticas que involucran actos de violencia causaron en 2014 pérdidas de 3,3 billones de dólares para combatir la inseguridad, es decir, alrededor de un 4,2% del PIB global según datos del Instituto para la Economía y la Paz; una cantidad exorbitante de dinero utilizado para frenar actividades consideradas como negocios multimillonarios, que al final de cuentas no han sido detenidos y no hay culpables que paguen las consecuencias de dichos actos.
El efecto directo que tiene la violencia y la inseguridad en la economía de una nación consiste en perdidas para combatir dichos actos, en una mala imagen del país y en un freno para la inversión y la actividad económica. Cuando un gobierno no hace el esfuerzo suficiente para controlar y erradicar dichas actividades, las consecuencias resultan en un declive de la economía, ya que aspectos importantes de esta como el turismo y la inversión extranjera buscarían alejarse de posibles amenazas para su seguridad y su capital.
A un nivel interno, ya forma parte de la vida diaria el escuchar noticias acerca de robos, asaltos, muerte e incertidumbre, lo cual no es mas que el resultado de un fallido respeto hacia la sociedad y hacia las autoridades que, en muchos casos, incluso se inmiscuyen para gozar de beneficios derivados de estos actos. El hit del momento en relación con el tema es el caso del huachicol, donde se ha creado una crisis debido al desabasto de gasolina en algunos estados de la república por las medidas que el gobierno decidió tomar para frenar el robo de esta, que según cifras de Pemex, en 2018 dicho hurto generó pérdidas por 35 mil millones de pesos, aunque el presidente Andres Manuel Lopez Obrador afirmó que estas ascienden a 50-70 mil millones de pesos.
Si bien se está tomando acción respecto al tema, las medidas utilizadas han sido duramente criticadas en medios y por la sociedad en general, ya que la falta de gasolina genera un alto y un gran problema para llevar a cabo las actividades diarias de básicamente todas las ciudades involucradas. También ha sido objeto de critica que aun no haya culpables por la extracción ilegal de la gasolina, cuando es claro que funcionarios de Pemex y cárteles del crimen organizado han sido los responsables.
Resulta complicado romper este círculo vicioso por las implicaciones políticas, económicas y sociales donde se ven afectados los intereses de unos cuantos que tienen el poder para seguir operando para su propio enriquecimiento y por la falta de oportunidades y la necesidad a la que se ven expuestas estas personas.
-Esto es una invitación a la reflexión y al entrenamiento de la conciencia propia.-
Referencias
AGENCIA EFE. (22 de enero de 2018). EFE ESPAÑA. Obtenido de https://www.efe.com/efe/espana/economia/el-desempleo-mundial-descendera-hasta-5-en-2018-segun-la-oit/10003-3499758
Mauleón, H. d. (17 de enero de 2019). El Universal. Obtenido de https://www.eluniversal.com.mx/columna/hector-de-mauleon/nacion/el-cartel-del-huachicol
Morini, T. F. (8 de Noviembre de 2015). El País. Obtenido de El País: https://elpais.com/economia/2015/11/05/actualidad/1446721438_679771.html
