Toda persona física o moral tiene como finalidad el hacer que su actividad económica sea lo más redituable posible, lo cual significa que buscará el maximizar sus utilidades por medio de un arduo trabajo diario, permitiéndole el hacer frente a sus obligaciones con terceros, y sobre todo, con el fisco en los plazos establecidos por este.
Las ganancias obtenidas por los individuos o empresas son el resultado de sus operaciones en un periodo determinado y lo ideal es procurar que estas se mantengan lo más altas posibles para que después de cumplir con lo que se debe pagar, quede un margen de utilidad aceptable conforme a lo invertido en tiempo, dinero, esfuerzo y trabajo. Existen diversas estrategias para poder maximizar las ganancias sin incurrir en faltas a la ley y esto se conoce como planeación fiscal. Es un proceso detallado que permite al contribuyente el disminuir, eliminar o aplazar su carga tributaria (Rivas, 2013), por lo tanto, cada estrategia es diferente dependiendo del giro al que se dedica la persona y sus objetivos.
Toda persona sujeta a la tributación mexicana está obligada a contribuir con el gasto público de manera equitativa y proporcional según sus ingresos y de acuerdo a lo que dispone el artículo 31 fracción IV de nuestra Carta Magna, pero a su vez, tiene también el derecho a organizar sus actividades comerciales e ingresos de forma que le sea conveniente dentro del marco legal vigente. Es imprescindible que todos los sujetos a dicha disposición cuenten con las herramientas y asesoría necesaria para cumplir en tiempo y forma con sus contribuciones, lo cual puede llevar a requerir del apoyo de un profesional en la materia el cual lo guie por medio de la legalidad para poder hacer menos pesada su carga tributaria. Es en este punto donde es de suma importancia el establecer claramente la diferencia entre la planeación y evasión, ya que existe una línea muy delgada entre una y otra que puede llevar a consecuencias indeseables para quien incurra en tratar de evadir impuestos por medio de una estrategia mal intencionada.
La planeación fiscal implica un apoyo o guía para que la persona cumpla con sus obligaciones conforme a los distintos lineamientos en la materia y la puede ayudar a que aumente sus posibilidades de destacar y sobrevivir en un mercado ampliamente competitivo, mientras que la evasión irrumpe en la ley para sacar provecho máximo de los recursos con lo que cuenta el ente, dirigiéndolo a recurrir a diversas prácticas ilícitas como la simulación de operaciones, la cual es un delito penado por ley que repercute en los ingresos del estado, fomenta la corrupción y deja un déficit en el presupuesto para hacer frente a necesidades sociales.
Sin embargo, el gobierno mexicano no es conocido por ser el más transparente respecto al manejo de sus finanzas y es por eso que la confianza que tienen los contribuyentes en este decrece por todos aquellos escándalos económicos y falta de atención hacia el sector público en rubros como la salud, educación, infraestructura y seguridad, solo por mencionar algunos. Este parece ser el pretexto perfecto para todos aquellos entes y personas dispuestas a sucumbir en la realización de actos ilícitos, siendo la defraudación fiscal otro de estos. Consiste en usar engaños o aprovecharse de los errores que pueda tener el fisco en la exigencia de las obligaciones tributarias, también es el omitir total o parcialmente el pago de contribuciones, así como el obtener beneficios en perjuicio de hacienda (Codigo Fiscal de la Federacion, 2018).
Cabe destacar que el hecho de que el gasto público no sea utilizado de manera correcta es una responsabilidad del gobierno, sin embargo, el mejoramiento de la sociedad y el ejemplo ético y moral reside en los ciudadanos; la corrupción no se combate con más corrupción, todo manejo incorrecto de las finanzas públicas no debe ser una evasiva para incurrir en faltas conforme a lo que corresponde a una persona como contribuyente solamente porque funcionarios hayan cometido dichos agravios.
Es por esto que las personas y organizaciones tienen que contemplar las consecuencias de realizar cualquier acción donde se omita su deber de contribuir; el fomentar la planificación fiscal conlleva a tener una contabilidad y unas finanzas sanas, promoviendo el conocimiento de la misma ley en beneficio propio sin la necesidad de evadir y siempre estando al tanto de los efectos por delinquir, que pueden ir desde una llamada de atención hasta embargos, multas e incluso procesos penales en contra de la persona o el responsable legal. Resulta imprescindible la asesoría de un experto en la materia que pueda respaldar y dar soporte a las decisiones que se tomen en materia fiscal y legal, para así asegurarse de que se están realizando en la medida de lo posible aquellas acciones en beneficio del patrimonio propio, cumpliendo al mismo tiempo con las responsabilidades y obligaciones que la ley estipula.
- Jaqueline Piñón Díaz de León -
Referencias:
Codigo Fiscal de la Federacion. (2018). Articulo 108. CDMX: CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN.
Rivas, M. R. (2013, abril 18). Forbes Mexcio. Retrieved from Forbes: https://www.forbes.com.mx/el-abc-de-la-planeacion-fiscal/