En la actualidad, México es uno de los países con menor conocimiento financiero básico. Es imperativo contar con un panorama general sobre el manejo de las finanzas personales y los recursos monetarios para utilizarlos de manera eficiente y productiva, logrando de esta manera el evitar gastos innecesarios y la falta de liquidez debido a la casi nula conciencia del ahorro o del costo de un crédito, los cuales deberían ser temas inculcados desde temprana edad.
Cabe recalcar que es esencial contar con dicho entendimiento de las finanzas para lograr construir una sociedad prospera y productiva en cualquier nivel, ya que las bases del éxito solo se crean mediante el poder en el uso de la información y su aplicación en la vida diaria. Una correcta implementación de una conciencia o educación financiera desde los niveles más básicos del área educativa en México podría lograr la reflexión y análisis de las causas del mal uso de los recursos monetarios; a través del uso de distintas herramientas como simuladores, aplicaciones móviles o incluso una sencilla libreta de ingresos y egresos, se puede lograr educar e informar a distintos grupos sociales acerca de temas básicos como la importancia del ahorro, créditos bancarios e hipotecarios, fondos de ahorro para el retiro y muchos más temas que son el pan de cada día en cualquier persona con acceso a recursos pecuniarios.
El conocimiento financiero básico debería ser considerado como un pilar fundamental de la sociedad, ya que se requiere de este mismo y de la profundización en conceptos técnicos para lograr sostenibilidad en tiempos de incertidumbre, competencia, escasez y constante innovación en distintos ámbitos de la vida que involucren a las finanzas. Y como parte de esos conceptos tan importantes se encuentra el ahorro, que es la diferencia entre el ingreso disponible y el consumo efectuado por una persona, una empresa, etc. Cuando hay ahorro, los ingresos disponibles son mayores a los gastos y se presentan un superávit monetario, por lo contrario, cuando estos gastos fueran mayores a los ingresos, se presentaría un déficit (Web de Economía, 2012).
Para una persona, una familia e incluso una nación, el ahorro es igualmente importante, ya que facilita e incentiva la economía y el crecimiento en un país; toda persona que reserva parte de sus ingresos para formar poco a poco su patrimonio individual, familiar o empresarial, podrá obtener un cierto grado de seguridad económica en el futuro y le permitirá solventar gastos para adquirir bienes y servicios (Web de Economía, 2012).
Sin embargo, debido a la falta de educación financiera básica y de calidad, las personas suelen recurrir a gastar inmediatamente sus recursos en lugar de apartar un cierto porcentaje para llevar a cabo metas o actividades en el futuro, para imprevistos o solo por guardar. Eventualmente, los individuos caen en la cuenta de que el ahorro tiende a formar una ayuda que los puede sostener en situaciones complicadas o para facilitar el cumplimiento de ciertos objetivos. Sin embargo, la cultura del derroche lleva a las personas a gastar dinero en cosas que no son absolutamente necesarias, y esto se complica aún más cuando dichos recursos son obtenidos por medio de cuentas de crédito, donde los intereses no perdonan y encarecen en gran medida el costo de ese dinero, dejando al deudor en una situación donde una buena parte de sus ingresos irá al pago de dichos intereses, descapitalizándolo en gran medida y creando un círculo vicioso que solo es posible romper con el incremento de ingresos o el sacrificio de disminuir costo, los cuales son conceptos que se aprenden al tener una adecuada educación respecto al manejo del dinero.
Una buena cultura financiera que englobe los conceptos de ahorro e inversión en el vocabulario y la vida diaria de las personas, permitiría el tener la posibilidad de prever que hacer ante situaciones que pueden provocar incertidumbre en el largo plazo; la introducción al mundo de las finanzas es un pequeño gran paso en el cual los individuos aprenderían y podrán ser capaces de pagar sus deudas a tiempo, tendrían una noción de sus ingresos y egresos, involucrándose de lleno en sus finanzas para calcular adecuadamente, en tiempo y en forma sus créditos e impuestos, e incluso para poder llevar a cabo un ahorro exitoso que en un futuro les permita realizar inversiones con la capacidad de saber tomar correctamente sus decisiones y valorar planes de negocios con responsabilidad.
La educación financiera debería ser una parte esencial de la educación, pero en el inter que existe hasta que se implemente de manera oficial y expansiva en la nación, es deber de cada uno como persona responsable de sus recursos el mantenerse informado y tratar de inculcar a los demás la importancia de ir creando poco a poco un patrimonio para el futuro, procurando que su finalidad sea de provecho y que permita disminuir el grado de inseguridad que se vive actualmente por las distintas fluctuaciones que se dan en los mercados y en la vida en general.
“No ahorre lo que le quede después de gastar, gaste lo que tiene después de ahorrar”- Warren Buffet