Seguramente has pasado por un restaurante y te ha surgido la idea de entrar a comer, pero esta idea puede llegar a ser reemplazada por otra en la que dices “Mmm no, tengo comida en la casa”. O quizá ha habido ocasiones en las que sí entras al restaurante pensando en mejor gastar ahora y privarte de algún lujo después.
Todos estos pensamientos que pasan por tu mente al momento de tomar decisiones, se denomina contabilidad mental. Este término se lo debemos a nuestro padre de la economía conductual (o del comportamiento) Richard Thaler. Ya saben que me gusta mucho hablar sobre este tema, me parece realmente interesante la forma en la tenemos una percepción del dinero, de su uso y de cómo lo obtuvimos. Una de las preguntas que se hace Thaler es: “¿De qué forma piensa la gente en el dinero?”.
Ya sabemos que los seres humanos suelen ser irracionales, que a veces hacemos cosas que no tienen sentido cuando se trata de dinero, como lo vimos en el post de los costos hundidos.
Hagamos un ejercicio. Imagina que trabajas muy duro toda la semana para ganar $5,000, pero el sábado pasas por una tienda en la que ves unos hermosos zapatos cuyo precio es de $2,000. ¿Los comprarías?
Ahora imagina que compraste un boleto para una rifa hace un par de semanas, de repente de llaman y te dicen que te has ganado un premio de $5,000. ¿Ahora sí te comprarías los zapatos?
Si decides comprarlos en la segunda circunstancia quiere decir que caíste en un sesgo de la contabilidad mental. ¿Por qué nos es más fácil gastar un dinero que obtuvimos “fácilmente” a uno que implicó más esfuerzo obtener? Al final de cuentas, es la misma cantidad de dinero que queremos gastar, exactamente en el mismo artículo.
Este tipo de situaciones las vivimos todo el tiempo, por lo que mi intención con este post es que aprendamos a identificarlas y a decidir sobre ello.
¿Qué podemos hacer? Establecer prioridades y solventarlas antes que cualquier otra cosa. Si de repente el dinero “nos cae del cielo” (como en el caso de la rifa) podemos comprar los zapatos (o cualquier otra cosa), ahorrar o invertir. El objetivo es satisfacer nuestras necesidades pero también intentar actuar de la forma más racional posible.
¿Y tú? ¿Cómo percibes el dinero?