Una visión humana de la Economía

Hoy me gustaría hablarles sobre la parte menos común de la Economía, mi objetivo en esta ocasión es compartirles una visión humana de la Economía que ayude a que dejemos de verla como un simple tema de dinero y cálculos complicados de entender.

Empezaré por decir que la Economía es una ciencia social, es decir, se trata de personas y su bienestar, a pesar de que generalmente se expresa en términos como PIB, inversión, inflación, etc., en el fondo de lo que realmente se trata es de las personas que producen dicho PIB, de las personas que realizan inversiones y las personas que todos los días vivimos con incrementos de los precios en productos y servicios. 

Es una realidad, que desde hace décadas vivimos en un mundo en el que generar ingresos es (prácticamente) lo más importante para las personas, y no es para menos, pues cuando una persona tiene un empleo que le permite tener ingresos, es posible acceder a casi todo lo necesario para vivir, como tener una casa, comida, educación, servicios de salud, etc. 

Sin embargo, la visión humana de la Economía significa reconocer que a pesar de que algunas personas tenemos la fortuna de contar con un ingreso, ya sea suficiente o no para comprar lo necesario para vivir, no es del todo cierto que las personas que son pobres son responsables al 100% de su condición, pues vivimos en sociedades organizadas que históricamente han generado y hoy en día sigue generando desigualdades.

Al hablar de desigualdades, no me refiero sólo económicas, sino de oportunidades por ejemplo de educación; es en este tema en el que hoy quiere centrarme. 

Desde mi punto de vista, si una persona nace en pobreza, no es responsable de vivir así, pero si tiene la oportunidad de ir a la escuela, entonces si será responsable se seguir siendo pobre o salir de esta condición, en el caso de una persona que nació sin ninguna carencia, la oportunidad de ir a la escuela lo vuelve responsable de ayudar, en la medida de lo posible, a que aquellos que no tienen esta oportunidad, la tengan.

Estoy consiente de que el hecho de contar con educación no garantiza que las desigualdades vayan a desaparecer, pues éstas existen no solo en cuanto al acceso a la educación, una vez que una persona ha podido ir a la escuela, nos enfrentamos con otras desigualdades, por ejemplo,  los salarios, pero estoy convencida de que a partir de personas mejor preparadas, podemos aspirar que sean ellas mismas las que, con su conocimiento ayuden a ir cerrando los espacios que siguen generando desigualdad en otros aspectos. Por supuesto que que la voluntad de una persona para aprovechar las oportunidades es un factor muy importante que también debe tomarse en cuenta, pues de nada sirve generar oportunidades a una sociedad apática.

Las personas que hemos tenido la oportunidad de estudiar una carrera profesional, la que sea, somos responsables de usar el conocimiento para generar ideas, proyectos, empresas, planes o políticas que generen bienestar y las mismas oportunidades para aquellos que no las tienen; específicamente, los que hemos tenido la oportunidad de estudiar Economía, somos responsables de ayudar a que las brechas que aún existen en temas económicos, se vayan cerrando, eventualmente, esto se verá reflejado en mejores indicadores económicos como PIB, inversión, e inflación. Esta es la forma en la que el lado humano de la Economía se hace presente, cuando influye de forma positiva en el desarrollo de un país, gracias al trabajo de todos sus ciudadanos.

Lo mismo ocurre con la gente que tiene conocimiento en otras disciplinas, pues en una sociedad, la diversidad de conocimiento es necesaria para el desarrollo humano. 

Y para terminar, siguiendo la tradición,  los dejo con una frase de uno de mis Economistas favoritos,

“Es importante ocuparnos no solo de la economía, sino también de cómo son las vidas humanas”. Amartya Sen, Filósofo y Economista indio, ganador del premio nobel de Economía por su contribución al análisis del bienestar económico.

Tania MO.