Continuando con el tema de la informalidad en la economía mexicana, vamos a ver en este artículo cómo se las gastan en el mundo de las gasolineras (o gasolinerías -como dicen algunos por aquí-).
México es un país tremendamente dependiente del coche. El American Way of Life ha calado hondo en la forma de construir y urbanizar. Dada la amplitud del país y la gran cantidad de terreno disponible, se construye a lo ancho más que a lo alto y, en los núcleos urbanos, la mayoría de la gente vive en casas y conduce una larga distancia hasta su centro de trabajo.
Petróleos Mexicanos (PEMEX) es la petrolera paraestatal mexicana, un cuasi-monopolio que copa casi la todas las gasolineras que hay en el país. Hay mucho dinero en los derivados del petróleo y las estaciones de servicios no son ajenas a las "tranzas".
Por todos es sabido que los surtidores se pueden manipular para suministrar menos gasolina de la que el cliente cree pagar. Parece de escándalo pero es de lo más habitual en el País Azteca. Tanto es así que por parte de la CANACINTRA (Cámara Nacional de la Industria de Transformación) y la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) se realizan mediciones periódicas. Sí, a los ojos europeos puede parecer como algo estrambótico pero está más que a la orden del día. Se estima que una de cada tres estaciones de servicio comete algún tipo de fraude con los litros. Si residen en México o sólo están de paso, los siguientes enlaces pueden ser de tremenda utilidad a la hora de poner gasolina.
- Guía PEMEX de todas las gasolineras de México
- Breve reseña acerca desglosando por Estados
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Asociación Civil de Consumidores que publica una lista detallada de gasolineras a evitar
Los conductores no son ajenos a estos trucos. Lo saben y tratar de repostar siempre en algunas estaciones de servicio. Las más tramposas siempre están algo más vacías pero, ni de lejos, van a la bancarrota. Siempre hay gente que no sabe del tema o que pasa por allí y tiene que repostar obligatoriamente. Por el contrario, aquellas que sí dan los litros bien, siempre tienen mucha fila.
A pie de calle, se oyen muchas cosas. Pero de ahí a ser ciertas, media un buen trecho. Algunos “teóricos” explican que lo mejor es repostar en múltiplos de 20 litros, porque, de esa manera, no hay fraude posible ya que esos son los estándares de medida de los organismos oficiales. Otros afirman que lo mejor es hacerse amigo (cuate) del dueño de la gasolinera. De esta forma, nuestro aliado, mediante un dispositivo mágico, hará que el surtidor suministre los litros correctos. Una vez lleno el depósito, se activa de nuevo el truco y el fraude continuará para todos aquellos conductores ingenuos que no sean amigos del “gasolinero”.
Leyendas urbanas y cuentos callejeros. Ninguna de estas historietas tienen demasiada base cientifica. Lo que sí es cierto son las estafas que se producen a diario en muchas gasolineras. Lo recomendable es conocer de antemano la estación en la que vamos a repostar. Los enlaces presentados anteriormente resultan bastante útiles. También funciona mucho el boca a oreja. Al final la gente acaba sabiendo a qué sitios hay que acudir y qué lugares hay que evitar. El problema es el ritmo de vida, en el que todos los días hay que conducir una gran distancia y, por ende, repostar allí donde quede más cerca.