Hace algunos meses he comenzado a escuchar con mayor frecuencia entre mis conocidos el tema relacionado con las inversiones, rendimientos, ganancias, entre otros; a su vez, estos pensamientos vienen acompañados de preguntas como ¿Qué es una bolsa de valores? ¿Cómo funciona? ¿Gritan por teléfono igual que en las películas? ¿Cómo puedo abrir una cuenta con ellos?
Democratizando el mercado de valores
Una bolsa de valores tiene como función principal ser un intermediario dentro del mercado de valores, es decir, será la encargada de crear la relación entre las emisoras (empresas que desean cotizar en el mercado) y casas de bolsa (instituciones financieras), con el fin de obtener un beneficio mutuo al capitalizar empresas mediante la compra de instrumentos financieros (acciones, índices, ETFs, CKDs, entre otros) por parte de inversionistas.
Al enfocarnos en el mercado de valores y el panorama actual en México nos podemos dar cuenta que una gran parte de la población conoce la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la cual a lo largo de la historia de las bolsas de valores en México logro prevalecer, sin embargo, desde 2018 llego la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), conocida como la competencia directa al ser la segunda en el país.
Esto nos orilla a cuestionarnos ¿Cuál es el propósito de que existan dos bolsas de valores en México? La respuesta más sencilla es que al tener dos bolsas se está creando una democratización del mercado de valores, es decir, las empresas tendrán la opción de elegir la bolsa que mejor se adapte a sus necesidades de financiamiento, con el fin de comenzar a capitalizarse para lograr metas ya sea a mediano o largo plazo.
Es decir, si una empresa elige listar sus instrumentos ya sea en la BMV o BIVA ¿Solo podrá cotizar en esa bolsa? La respuesta es no, ya que aun cuando una empresa realice su trámite con alguna de las bolsas, esta podrá ser encontrada en el sistema de cotización de cualquiera de las dos, convirtiéndolo en una ventaja para las empresas.
No debemos de olvidar que el primer paso para impulsar la democratización del mercado de valores será generar y/o asegurar oportunidades de inversión tanto para pequeñas y medianas empresas, así como para grandes sectores de la población que se sientan deseosos de aprender un poco más del tema.
