Desde 2003 en México existe la opción de cambiar la hipoteca para pasar de un banco o una institución financiera a otra si es que la segunda ofrece mejores intereses y condiciones de crédito. Sin embargo esta medida no había tenido mucho éxito debido a los altos costos notariales, pero con la reforma financiera se eliminaron los pagos por cambiarse de banco o hipotecaria.
Un estudio de BBVA Bancomer (pues ni la Condusef tiene un registro de cuántos se han hecho) calcula que entre 2010 y junio de 2014 unos 21 mil créditos cambiaron de banco y lo hicieron bajo el esquema anterior el cual implicaba contratar los servicios de un notario además de pagar las comisiones por el nuevo proceso de crédito, en contraste tras la reforma financiera la segunda opción de traspaso es menos costosa.
Actualmente las autoridades quieren que se eliminen casi en su totalidad los gastos notariales, así por ejemplo si un cliente tiene actualmente un crédito hipotecario con una tasa de 12% puede cambiarse a un banco que ofrezca una de 9% lo cual significa un ahorro nada despreciable. La buena noticia es que hay bancos que tienen tasas de interés de 8.5% y sin costo extra por el cambio.
¿Cómo tramitar un cambio de hipoteca?
- El deudor tiene que pagar nuevamente la comisión por apertura de la institución a la cual se cambiará (el costo varía de 1.5 a 2.5% sobre el monto del crédito).
- Cubrir los gastos notariales que son de entre el 2.5 y 9% sobre el valor de la vivienda.
¿Cómo funciona el cambio para los bancos?
El bajo costo por cambiar la hipoteca a otro banco sucede porque bajo la nueva ley la institución acreedora traslada el saldo que queda a otra que no tiene que iniciar un nuevo proceso de otorgamiento de crédito, además lo inscribe en el Registro Público de Comercio de forma gratuita, de esta forma el trámite es más barato, aunque la banca advierte que el nuevo banco receptor de la hipoteca no tiene certeza si puede recuperar la propiedad en caso que el nuevo acreditado deje de pagar la hipoteca.
Es un hecho que el cliente mejora los intereses de su hipoteca porque además de irse a una institución que cobra menos tasa, al avisar a su banco que cambiará de institución, suelen ofrecerle mejores condiciones crediticias. Muchas veces los bancos prefieren renegociar porque cuando un cliente se cambia hay un prepago de la deuda y el banco deja de percibir los intereses de dicho adeudo, y si otro banco le paga la deuda pierde ese flujo de efectivo, de modo que deberá vender otra hipoteca para compensarse.
Expertos coinciden en que quienes contrataron una hipoteca antes del 2011 les conviene cambiar de banco porque las actuales tasas de interés están en 8 y 9%” además que potencialmente podrían renegociar la deuda con su actual banco.
Por último no hay que olvidar que este cambio no aplica para quienes tengan créditos en el Infonavit o en el FOVISSSTE y de momento sólo puede hacerse entre bancos o bien de una sociedad financiera de objeto limitado (Sofol) al banco.