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¿Qué es el EBIT y cómo se calcula?

El EBIT es una métrica clave para evaluar si un negocio genera ganancias reales desde su operación. Sirve para comparar empresas, detectar problemas financieros u operativos y tomar mejores decisiones de inversión en el mercado mexicano.
¿Qué es el Beneficio antes de Intereses e Impuestos (EBIT)?


El EBIT te muestra si una empresa realmente gana dinero con su operación, sin importar cuánto paga en impuestos o intereses. Es una métrica clave para analizar negocios que cotizan en bolsa y comparar empresas de forma justa, incluso entre países.

¿Qué es el Beneficio antes de Intereses e Impuestos (EBIT)?

El EBIT —por sus siglas en inglés: Earnings Before Interest and Taxes— refleja cuánto gana una empresa con su operación diaria, antes de pagar intereses e impuestos. Este indicador pone el foco únicamente en la rentabilidad operativa, sin contaminar los datos con factores fiscales o financieros que dependen del contexto local.

En México, el EBIT es especialmente útil para comparar empresas del mismo giro, incluso si tienen estructuras fiscales o niveles de deuda distintos. Por ejemplo, dos empresas del sector retail pueden tener resultados muy distintos si una está muy apalancada y la otra no. El EBIT te ayuda a separar la operación de esos factores externos.

Este indicador es clave si estás evaluando oportunidades de inversión o analizando la salud financiera de una empresa que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores o en BIVA, porque te permite ver la rentabilidad “pura” del negocio.

¿Cómo se calcula el EBIT?

El cálculo del EBIT no tiene mucha ciencia. Solo necesitas tomar los ingresos operativos de la empresa y restar los costos operativos (sin incluir intereses ni impuestos). La fórmula básica se ve así:
Cálculo del EBIT


Una diferencia clave frente al EBITDA es que el EBIT sí incluye la depreciación y amortización. ¿Por qué importa esto? Porque la depreciación refleja el desgaste de activos físicos —como maquinaria o vehículos— y las amortizaciones aplican sobre activos intangibles, como licencias o patentes. Estos son gastos contables que, aunque no representan salidas reales de efectivo, sí afectan la rentabilidad registrada. 

En la bolsa mexicana, esta métrica se usa mucho en análisis fundamental para estimar el valor intrínseco de una empresa. El EBIT permite aislar la eficiencia operativa real, sin el ruido de estructuras fiscales o niveles de deuda diferentes. 

¿Qué nos dice el EBIT?

En términos simples, el EBIT muestra cuánto gana una empresa solo por operar su negocio, sin contar lo que paga de intereses por deuda ni lo que paga al SAT.

Para los accionistas e inversionistas en México, este dato es oro puro, ya que permite ver la rentabilidad operativa real. No importa si la empresa tiene beneficios fiscales temporales o una estructura de financiamiento agresiva; el EBIT te revela si el negocio, por sí solo, es rentable o no.

Además, el EBIT se utiliza como base para calcular otros indicadores clave como el Flujo de Caja Libre (FCF). Al separar la operación de los efectos financieros y fiscales, puedes ver si hay problemas en la operación o simplemente en cómo se financia la empresa

¿Cómo analizar el EBIT para detectar problemas?

 
  • Problemas operativos: Si una empresa muestra un margen EBIT bajo, significa que los costos operativos están demasiado altos frente a las ventas. Esto puede llevar a un resultado neto negativo después de pagar intereses e impuestos. O sea, el negocio no está generando lo suficiente para cubrir sus propios gastos. Es como tener un coche que consume demasiado combustible: funciona, pero no rinde. 

  • Problemas financieros: En cambio, si el EBIT es saludable pero el resultado neto es bajo, probablemente el problema esté en la estructura financiera. Tal vez la empresa tiene demasiada deuda y está pagando muchos intereses. Eso no afecta directamente la operación, pero sí puede presionar las ganancias. 

Desde la óptica de un inversionista, una empresa con problemas financieros suele ser menos riesgosa que una con problemas operativos. ¿La razón? Es más fácil renegociar deuda que rediseñar toda una operación ineficiente.

El EBIT como brújula financiera para comparar empresas

El EBIT se posiciona justo entre el EBITDA y el resultado neto en la cadena de análisis financiero. ¿Qué significa esto? Que ofrece un balance ideal: no es tan “crudo” como el EBITDA (que no incluye depreciación ni amortización), ni tan contaminado como el resultado neto, que ya incorpora impuestos e intereses.

Al excluir los impuestos locales —como el ISR o el IEPS en México—, el EBIT facilita la comparación entre empresas de distintos países o estados, eliminando las distorsiones que generan las cargas fiscales.

Por ejemplo: si estás evaluando invertir en una emisora listada en la BMV y otra en Estados Unidos, el EBIT te ayuda a hacer una comparación más objetiva del negocio, sin que el régimen fiscal incline la balanza artificialmente.  

¿Cómo aplicar el EBIT para comparar empresas?

Imagina que tienes dos opciones para invertir: una empresa en México y otra en Brasil. Ambas están en el mismo sector, pero enfrentan tasas impositivas y políticas fiscales muy diferentes.

Usar el resultado neto puede llevarte a una conclusión equivocada, porque no estarías comparando peras con peras. En cambio, si miras el EBIT, puedes concentrarte en la rentabilidad pura de las operaciones, sin que los impuestos locales afecten el análisis.

Además, el EBIT refleja mejor la capacidad real de generar ganancias, especialmente si la empresa decide cambiar su estructura de deuda o si mejora su gestión financiera en el futuro.

Ejemplo práctico de cálculo del EBIT

Vamos a ilustrarlo con un caso sencillo. Supongamos que una empresa mexicana reporta estos datos anuales: 

  • Precio de venta por unidad: $15
  • Unidades vendidas: 1,000
  • Costo de ventas: $7,000
  • Gastos administrativos: $3,000
  • Gasto comercial por unidad: $2
  • Valor del activo fijo: $2,500
  • Tasa de depreciación anual: 20%
  • Amortizaciones: $300

Paso a paso:
 
  • Ingresos totales: $15 x 1,000 = $15,000
  • Gastos comerciales: $2 x 1,000 = $2,000
  • Depreciación: $2,500 x 0.20 = $500

EBIT = 15,000 – 7,000 – 3,000 – 2,000 – 500 – 300 = $2,200
 

Otra forma de llegar al EBIT: desde el resultado neto

También puedes partir desde el resultado neto e ir hacia atrás sumando los impuestos y los intereses: 

  • Supongamos que el resultado neto es de $1,800
  • Impuesto a sociedades (ISR): 25%
  • Gastos financieros (intereses): $200

Resolvemos

  • X – 25%X = 1,800 → 0.75X = 1,800 → X = 2,400 (beneficio antes de impuestos)
  • Impuestos: 25% de 2,400 = $600
  • EBIT = 1,800 + 600 + 200 = $2,600
 

¿Por qué importa el EBIT?

Porque te da una foto limpia del desempeño operativo de una empresa, sin que el financiamiento o los impuestos opaquen el panorama. Para cualquier trader o analista que opere en el mercado bursátil mexicano, es una herramienta clave para decidir dónde poner el dinero con más fundamentos y menos suposiciones. 

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