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¿Qué son las acciones?

Descubre qué son las acciones, cómo funcionan en México, sus tipos, derechos, riesgos y beneficios. Aprende a invertir con criterio en la BMV o BIVA entendiendo el contexto real del mercado accionario mexicano.
imagen de elaboración propia con el título del artículo
¿Qué son las acciones?

Las acciones son uno de los principales instrumentos de trading para el inversor. Estas se emplean para diversificar carteras, obtener ingresos y aprovechar la volatilidad del mercado. El trading de acciones es una forma eficaz de aprovechar el movimiento al alza o baja en los precios.

Con las acciones, se puede especular sobre si un precio subirá o bajará, así como se pueden obtener ganancias si se compran a un precio bajo y se venden a un precio alto. El trading con acciones ofrece a los inversores la posibilidad de recibir dividendos, lo cual es un beneficio adicional que no ofrecen otros activos comercializables.

Si te interesa saber más sobre las características y utilidad de las acciones de bolsa, te invitamos a revisar el siguiente artículo.
 

Acciones: ¿En que estás invirtiendo realmente?

Las acciones representan una fracción del capital de una empresa. Al comprar una, te conviertes —literalmente— en dueño de una parte de esa compañía. No es algo simbólico: si la empresa reparte utilidades, tú recibes dividendos; y si el negocio va bien, el valor de tu acción sube. 

En México, muchas empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) abren esta puerta al público. Cuando una compañía necesita recursos para crecer o financiar nuevos proyectos, una opción es “salir a bolsa”, es decir, emitir acciones para que cualquier persona —desde grandes fondos hasta inversionistas individuales— pueda comprarlas. 

El precio de esas acciones cambia todos los días, y depende de múltiples factores: desde los reportes financieros de la empresa, hasta cómo reaccionan los mercados ante noticias políticas, económicas o incluso rumores. También influye lo que los inversionistas esperan que pase con el negocio en el futuro. 

¿Y por qué invertir en acciones? Porque a largo plazo, históricamente han sido una de las formas más rentables de hacer crecer tu dinero. Claro, no todo es ganancia: también hay riesgo. El precio de una acción puede caer, y con ello, podrías perder parte o incluso todo lo invertido.

¿Qué diferencia hay entre una acción y un bono gubernamental?

Aunque ambos se negocian en los mercados financieros, acciones y bonos juegan roles muy distintos. Si compras una acción, estás comprando una parte de una empresa. Si compras un bono, estás prestándole dinero al gobierno (o a una empresa, si es un bono corporativo).

En el caso de los bonos gubernamentales en México —como los CETES, BONDES o BONOS M— el gobierno federal emite estos instrumentos para financiar sus operaciones o proyectos. A cambio, te promete pagarte intereses y devolverte tu dinero al final del plazo. Por eso muchos los ven como una inversión conservadora: el riesgo de que el gobierno mexicano no pague es muy bajo.

Las acciones, por otro lado, te hacen dueño parcial de una empresa. Eso te da derecho a recibir dividendos si la compañía reparte utilidades y, potencialmente, a ganar si el valor de la acción sube. Pero también pueden bajar fuerte, dependiendo de cómo le vaya al negocio o de cómo esté el mercado en general.

Otra diferencia clave está en el rendimiento. Los bonos ofrecen una tasa fija o predecible, por lo que muchos inversionistas los usan como referencia. En cambio, el rendimiento de una acción depende 100% de la evolución de la empresa, sus resultados y las expectativas que el mercado tenga sobre ella.

En pocas palabras: si buscas estabilidad, los bonos del gobierno mexicano pueden ser una buena base. Pero si buscas crecimiento a largo plazo —y estás dispuesto a asumir más riesgo—, las acciones pueden ofrecer más potencial.

¿Por qué se les dice renta variable a las acciones?

Porque nada está garantizado. Cuando compras acciones, estás invirtiendo en una parte del capital de una empresa. Si a esa empresa le va bien, puedes recibir dividendos, que son una repartición de utilidades. Pero ojo: ese pago no es fijo ni está asegurado. Depende totalmente de cómo le vaya al negocio y de si decide repartir ganancias o no.

Además, el valor de la acción también sube o baja según el desempeño de la empresa y el comportamiento del mercado. Por eso se les llama instrumentos de renta variable: el retorno que puedes obtener varía con el tiempo y no hay certezas, a diferencia de los CETES o bonos, que sí tienen tasa fija o previsible.  

¿Por qué las acciones cotizan en bolsa?A

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o la BIVA no solo sirven para comprar y vender acciones. Son, sobre todo, plataformas de financiamiento para las empresas. Cuando una compañía decide “salir a bolsa”, lo que está haciendo es captar capital de inversionistas como tú, sin endeudarse con un banco.

A cambio de ese acceso a capital, la empresa se compromete a ser totalmente transparente: debe publicar sus estados financieros, reportes trimestrales, decisiones relevantes, etc. ¿Por qué? Porque cualquier inversionista necesita esa información para valorar si le conviene o no comprar esas acciones.

En México, el principal termómetro del mercado accionario es el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC). Ahí están las 35 empresas más representativas del país, como Grupo Bimbo, América Móvil, FEMSA o Banorte. Este índice se ajusta cada dos meses, dependiendo de criterios como volumen operado y liquidez.
 

Características clave de las acciones

Invertir en acciones no es solo cuestión de ver si suben o bajan. Detrás hay ciertas características esenciales que vale la pena tener bien claras antes de entrarle al mercado bursátil: 

  1. Propiedad en la empresa: Al comprar una acción, te conviertes en socio de la empresa. Así de simple. No importa si tienes una acción o mil: eres accionista y posees una parte proporcional del negocio.
  2. Potencial de crecimiento: El valor de una acción puede subir o bajar dependiendo de muchos factores: resultados trimestrales, decisiones internas, noticias del sector o incluso movimientos del mercado global. Si elegiste bien, el precio puede subir con el tiempo y darte ganancias.
  3. Dividendos (si hay utilidades): Algunas empresas reparten parte de sus utilidades a los accionistas en forma de dividendos. No es obligatorio ni automático, pero si el negocio va bien y la empresa decide repartir, es un ingreso extra que se suma al rendimiento total de tu inversión.
  4. Fluctuaciones del mercado: Las acciones no tienen un valor fijo. Su precio cambia todos los días según cómo se crucen la oferta y la demanda. Eso significa que puedes ganar… o perder. Por eso, hay que tener estómago para aguantar las bajadas, sobre todo si vas a largo plazo.
  5. Liquidez: se pueden comprar y vender: Una gran ventaja es que puedes entrar y salir del mercado cuando quieras, siempre que haya compradores. Las acciones se negocian en la BMV o la BIVA y podés operarlas directamente desde una casa de bolsa mexicana.
  6. Diferentes tipos de acciones: No todas las acciones son iguales. Las más comunes son las acciones ordinarias, que te dan derecho a voto en asambleas y acceso a dividendos. También existen las acciones preferentes, que suelen tener prioridad en el pago de dividendos, aunque no siempre dan voz en decisiones.

Tipos de acciones que puedes encontrar en la bolsa mexicana

Si vas empezando en el mundo bursátil, te vas a topar con distintos tipos de acciones. Cada una tiene sus particularidades, ventajas y riesgos. Aquí te dejo un repaso claro de las más comunes: 

  • Acciones comunes (ordinarias): Son las más conocidas. Representan propiedad sobre una empresa y te dan derechos como votar en las asambleas y recibir dividendos (si es que se reparten). En México, estas acciones están reguladas por la Ley del Mercado de Valores y, al ser accionista, también puedes participar en decisiones clave si tienes suficientes títulos.
  • Acciones preferentes: Estas tienen prioridad en el pago de dividendos y, en caso de que la empresa entre en liquidación, también están primero en la fila para recuperar capital. ¿La desventaja? Normalmente no te dan derecho a voto.
  • Acciones de crecimiento: Su atractivo es el futuro. Son emitidas por empresas que reinvierten sus utilidades para seguir creciendo, por lo que normalmente no reparten dividendos, pero ofrecen un alto potencial de apreciación si el negocio despega. Muy comunes en sectores como tecnología, fintechs o startups listadas.
  • Acciones de valor: Son acciones de empresas que están bien establecidas, con fundamentos sólidos, pero que el mercado subestima o ha castigado sin una razón clara. Los inversionistas value las compran esperando que eventualmente el mercado corrija esa infravaloración.
  • Acciones blue chip: En México, hablamos de gigantes como América Móvil, Grupo Bimbo o Walmart de México. Son empresas con historial probado, buena liquidez y presencia global o nacional fuerte. Suelen ser más estables, y aunque su crecimiento es más moderado, también lo es su volatilidad.
  • Acciones penny stock (de centavos): Aunque este término se usa más en EE. UU., en México también hay emisoras pequeñas con baja capitalización bursátil y precios muy bajos. Estas acciones suelen tener poca liquidez y están expuestas a mayor riesgo y manipulación. Hay que tener especial cuidado con este tipo de emisoras, sobre todo si no cotizan en el IPC o tienen poco historial financiero.
Imagen de elaboración propia con un resumen de los distintos tipos de accioenes
Tipos de acciones

¿Qué derechos te da tener acciones?

Al comprar acciones de una empresa, te vuelves copropietario de una parte proporcional de su capital. No es solo una apuesta a que el precio suba: ser accionista también implica tener ciertos derechos legales y económicos que están protegidos por la Ley General de Sociedades Mercantiles y la Ley del Mercado de Valores

Derecho
Descripción
Derecho a voto
Permite participar en las asambleas generales para tomar decisiones clave como el nombramiento del consejo de administración o la aprobación de estados financieros. El peso del voto depende del número de acciones que poseas.
Derecho a recibir utilidades (dividendos)
Derecho a recibir una parte proporcional de las ganancias de la empresa si la asamblea decide repartir dividendos.
Derecho al patrimonio en caso de liquidación
En caso de disolución o venta de la empresa, tienes derecho a recibir parte del patrimonio restante, después de pagar deudas y otras obligaciones.
Derecho de información
Acceso a reportes financieros, actas y documentos clave sobre la gestión de la empresa. Las emisoras están obligadas a informar periódicamente a los accionistas.
Derecho de suscripción preferente
Si la empresa emite nuevas acciones, tienes prioridad para comprarlas antes que otros inversionistas, evitando así que se diluya tu participación.
 

¿Qué factores afectan al precio de una acción?

El precio de una acción se rige principalmente por la ley de oferta y demanda. Si hay más personas queriendo comprar que vender, el precio sube. Y si ocurre lo contrario —más ganas de vender que de comprar—, el precio baja. Es así de sencillo en teoría… pero en la práctica, hay muchos elementos que influyen en ese equilibrio.

Aquí te explico los principales factores que pueden mover el precio de una acción en el mercado mexicano:

1. Resultados financieros de la empresa
Cuando una empresa pública entrega sus reportes trimestrales, los inversionistas se fijan en números clave: ingresos, utilidad neta, EBITDA, margen operativo… Si los resultados superan las expectativas, el precio suele subir. Pero si decepcionan, el mercado castiga.

2. Entorno económico y político
Cualquier cambio en variables como la tasa de interés del Banxico, el tipo de cambio peso-dólar o la inflación puede afectar las valuaciones bursátiles. También influyen los anuncios de política económica del gobierno federal o incluso factores externos como decisiones de la Fed en Estados Unidos.

3. Cambios en la industria
Las acciones no se mueven en el vacío. Por ejemplo, si hay un cambio tecnológico o regulatorio que afecta a todo un sector (como pasó con las fintech o con la energía limpia), eso puede impactar positiva o negativamente a empresas dentro de esa industria.

4. Eventos corporativos
Fusiones, adquisiciones, cambios en la estructura directiva, repartos de dividendos o nuevas emisiones de acciones pueden alterar la percepción del mercado sobre una empresa y, por lo tanto, su precio.

5. Sentimiento del mercado
Este es uno de los factores más difíciles de medir, pero también uno de los más poderosos. Si los inversionistas creen que a una empresa le irá bien en el futuro, el precio sube, incluso si hoy sus números no son espectaculares. Lo mismo al revés: si el mercado pierde la confianza, la acción cae, aunque la empresa esté sólida.

Ventajas y desventajas de invertir en acciones

Invertir en acciones tiene su encanto, pero también sus riesgos. Si estás pensando en meterle dinero al mercado bursátil, vale la pena tener bien claras las luces y sombras de este instrumento.
Pros
  • Potencial de rendimiento a largo plazo: Si eliges bien y tienes paciencia, las acciones pueden darte ganancias mucho mayores que otros instrumentos como CETES o pagarés bancarios. Las empresas que crecen y generan valor suelen reflejarlo en el precio de sus acciones.
  • Diversificación: Puedes armar un portafolio con acciones de distintos sectores —banca, alimentos, tecnología, energía— y así repartir el riesgo. Esto te protege si una industria específica atraviesa un mal momento.
  • Alta liquidez: A diferencia de otros instrumentos más rígidos, las acciones se pueden comprar o vender cualquier día hábil, directamente en la BMV o BIVA, o incluso vía plataformas digitales mexicanas. Esto te da flexibilidad si necesitas el dinero.
  • Participación real en la empresa: Al tener acciones, eres socio. Tienes derecho a votar en asambleas, opinar (si tienes suficiente capital) y recibir dividendos si la empresa decide repartir utilidades. No es solo una inversión, también es propiedad.
Contras
  • Riesgo de pérdida de capital: Sí, puedes ganar… pero también puedes perder dinero si la empresa tiene malos resultados o el mercado se desploma. Y en casos extremos, podrías perder toda tu inversión.
  • Alta volatilidad: El precio de una acción puede cambiar de un día para otro por mil razones: un tweet, una noticia, un rumor. Si no toleras ver tu inversión “en rojo”, este mercado puede ser desgastante.
  • Requiere conocimientos y seguimiento: No es solo comprar y esperar. Hay que entender cómo funcionan los mercados, leer reportes financieros, seguir noticias económicas, y estar pendiente de movimientos del tipo de cambio o decisiones del Banxico.
  • Costos asociados: Aunque hoy existen apps con comisiones bajas en México, aún hay costos: comisiones por compra/venta, posibles cargos por custodia, e impuestos sobre ganancias si vendes con utilidad. Si contratas a un asesor o casa de bolsa tradicional, esos costos pueden subir.

¿Qué son las series accionarias y por qué importan al invertir?

Cuando una empresa mexicana o extranjera emite acciones, no siempre todas son iguales. Puede emitir diferentes series accionarias, que son clases de acciones con características, privilegios y derechos de voto distintos.

¿Para qué se hace esto? Muchas veces, las empresas lo hacen para controlar cómo se distribuye el poder de decisión. Por ejemplo, pueden dar más votos a ciertos accionistas fundadores, o emitir series con menos derecho a voto para inversionistas institucionales o el público en general.

Cada serie puede tener diferencias importantes en:

  • Derechos de voto
  • Prioridad en el pago de dividendos
  • Participación en la liquidación
  • Condiciones de conversión o recompra

Es decir, no basta con saber “cuántas acciones tienes”, sino de qué tipo son. A continuación te doy algunos ejemplos concretos que ilustran cómo funcionan estas diferencias:

1. Clase A vs. Clase B (caso Google / Alphabet)
Alphabet, la empresa matriz de Google, emite acciones Clase A (con 1 voto por acción) y Clase B (con 10 votos por acción). Esto permite que los fundadores mantengan el control, aunque no posean la mayoría del capital en circulación.

2. Acciones ordinarias vs. preferentes
En muchas emisoras mexicanas y extranjeras, las acciones preferentes tienen prioridad en el reparto de dividendos y, a veces, también en caso de liquidación. A cambio, normalmente no otorgan derecho a voto. Las acciones ordinarias, por su parte, sí permiten votar, pero están al final de la fila para cobrar dividendos o en caso de quiebra.
Imagen de elaboración propia
Acciones ordinarias vs Preferentes


3. Acciones con voto limitado
Algunas empresas (Snapchat es un caso famoso) han emitido acciones sin derecho a voto o con poder de decisión muy restringido. Esto se hace para que los fundadores o grupos de control mantengan el mando, incluso si otras personas compran la mayoría del capital en el mercado.

Por eso, antes de invertir en cualquier acción —mexicana o extranjera— es clave revisar la serie a la que pertenece, ya que eso influye tanto en los derechos que tendrás como en el potencial de rendimiento o riesgo.

¿Cuál es el riesgo real de invertir en acciones en México?

Como cualquier inversión, las acciones también implican riesgos. No todo es ganancia ni crecimiento exponencial. En el mercado mexicano —como en cualquier otro— es importante entender de qué tipo de riesgos estamos hablando y cómo pueden afectar tu inversión.

Hay riesgos que puedes medir con datos duros, y otros que dependen más de lo impredecible o de factores externos difíciles de cuantificar.

Riesgos cuantificables

Estos son los que se pueden calcular o proyectar con modelos financieros y análisis de datos. Son útiles porque te permiten tomar decisiones más informadas con base en estadísticas:

  1. Riesgo de mercado: Es el más común. Se refiere a las variaciones en el precio de las acciones causadas por movimientos del mercado. Se puede medir, por ejemplo, por la volatilidad histórica de la acción o del índice (como el IPC).
  2. Riesgo de empresa: Cada emisora tiene sus propios riesgos: ventas, deuda, márgenes de ganancia, decisiones de dirección, etc. Se analizan con ratios financieros, reportes trimestrales y hasta calificaciones crediticias si la empresa emite deuda.
  3. Riesgo sectorial: Algunos sectores son más volátiles o sensibles a cambios regulatorios. Por ejemplo, el sector energético o el de construcción puede verse afectado por decisiones gubernamentales o por cambios en la demanda.
  4. Riesgo de liquidez: No todas las acciones se compran y venden con la misma facilidad. Si una acción tiene poco volumen de operación, podrías tener dificultades para venderla cuando lo necesites sin afectar su precio.

Riesgos no cuantificables

Estos son más impredecibles, subjetivos y difíciles de medir. Pero eso no los hace menos reales:

  1. Riesgo político: En México, decisiones como cambios en regulaciones, políticas fiscales o intervención estatal pueden afectar directamente a ciertos sectores o empresas. Y anticipar estas decisiones no siempre es sencillo.
  2. Desastres naturales: Terremotos, huracanes, sequías o incendios pueden afectar operaciones de empresas, especialmente si tienen presencia física importante o infraestructura clave en ciertas regiones.
  3. Percepción del mercado: A veces, basta con un rumor o una nota negativa en medios para que una acción caiga. El sentimiento del inversionista es volátil y no siempre responde a datos objetivos. La reputación también cuenta.

Invertir en acciones en México no es solo una cuestión de suerte o intuición: requiere entender qué estás comprando, qué derechos adquieres como accionista, qué factores pueden mover el precio y qué riesgos debes considerar. Desde conocer la diferencia entre acciones ordinarias y preferentes, hasta identificar los riesgos cuantificables y los que no lo son, todo suma para tomar decisiones con más claridad. Si ya estás pensando en construir tu portafolio o apenas estás explorando el mundo bursátil, seguir aprendiendo es el mejor primer paso. Y si quieres profundizar, te recomendamos leer nuestra guía completa sobre cómo invertir en la Bolsa Mexicana de Valores, donde te damos las claves para empezar con el pie derecho.

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