El Stop Loss es una herramienta clave para limitar pérdidas y proteger inversiones. Sin embargo, si se fija incorrectamente, puede hacer que vendas antes de tiempo. Conoce sus ventajas, desventajas, tipos y estrategias para usarlo correctamente y mejorar tu trading.
Si te preocupa perder más dinero del que estás dispuesto a arriesgar, no te preocupes, existe una herramienta clave para protegerte: el Stop Loss.
A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber para usarlo correctamente y mejorar tus resultados. Aprenderás cómo funciona, los pasos para configurarlo y algunos ejemplos prácticos para que no te quede ninguna duda. ¿Qué es un Stop Loss y cuándo utilizarlo?
¿Qué es un Stop Loss?
Un Stop Loss es una orden que nos ayuda a limitar las pérdidas en una operación. Básicamente, establecemos un nivel máximo de pérdida, y si el precio cae hasta ese punto, la operación se cierra automáticamente. Al invertir en el mercado, es clave controlar el riesgo para no quedarnos sin capital si una operación no sale como esperábamos.
Para establecer un Stop Loss, primero hay que definir cuánto estamos dispuestos a perder y fijar la orden en ese nivel.
Esta herramienta protege al inversionista, evitando que pierda más de lo planeado. Si el precio baja demasiado, la orden se ejecuta y la posición se cierra automáticamente.
Por ejemplo, imagina que compras una acción de Amazon a $100 dólares. Para limitar tu pérdida, decides establecer un Stop Loss en $90 dólares. Si la acción baja a ese precio, se venderá automáticamente, evitando pérdidas mayores.
También puedes usarlo para asegurar ganancias. Si tus acciones han subido y quieres proteger parte de tus ganancias, puedes ajustar el Stop Loss a un precio más alto para salir en el mejor momento.
Tipos de órdenes Stop Loss
Existen diferentes tipos de Stop Loss, cada uno con características que se adaptan a distintas estrategias y niveles de riesgo. A continuación, te explicamos los más utilizados:
Stop Loss de compra y venta: Son las órdenes básicas de Stop Loss. Funcionan estableciendo un límite de pérdida tanto para posiciones de compra como de venta:
Stop Loss de compra: Se coloca por encima del precio actual y se ejecuta cuando el activo sube hasta ese nivel.
Stop Loss de venta: Se coloca por debajo del precio actual y se ejecuta cuando el activo baja hasta ese punto.
Stop Loss dinámico (Trailing Stop): A diferencia del Stop Loss fijo, este tipo de orden se ajusta automáticamente conforme el precio del activo se mueve a favor de la operación:
Si el precio sube, el Stop Loss sube con él.
Si el precio baja, el Stop Loss se mantiene en el último nivel alcanzado, protegiendo ganancias sin cerrar la operación antes de tiempo.
Es ideal para aprovechar tendencias prolongadas sin renunciar a la seguridad de un límite de pérdida.
Stop Loss garantizado: Si quieres asegurarte de que tu operación se cierre exactamente en el precio que estableciste, sin riesgo de deslizamiento o gaps en el mercado, puedes optar por un Stop Loss garantizado:
Se paga una prima adicional, pero evita ejecuciones a precios inesperados en momentos de alta volatilidad.
Es útil en mercados con alta volatilidad o eventos económicos importantes.
Puedes cancelarlo o cambiarlo por un Stop Loss regular o un Trailing Stop en cualquier momento.
¿Cómo funciona el Stop Loss?
Cuando decidimos invertir en las acciones de una empresa, es fundamental establecer un Stop Loss si queremos limitar nuestras pérdidas y proteger nuestro capital.
El Stop Loss es una orden de venta que solo se ejecuta cuando el precio del activo alcanza el nivel que hemos marcado. Es decir, si nuestras acciones caen hasta el punto donde la pérdida es la máxima que estamos dispuestos a asumir, la orden se activará automáticamente y venderemos nuestras acciones.
Esto nos permite recuperar parte de nuestro dinero y evitar pérdidas mayores en caso de que el precio siga bajando.
📌 ¿Tiene algún costo? No. Marcar un Stop Loss en nuestras inversiones no genera ningún costo adicional, por lo que es una herramienta gratuita y esencial para gestionar el riesgo.
Pasos para fijar un Stop Loss correctamente
Para utilizar un Stop Loss de manera efectiva, hay varios factores que debes considerar, como tu gestión de riesgos, el mercado en el que operas, la volatilidad del activo, las zonas de soporte y resistencia, el plazo de inversión y tu confianza en la operación. A continuación, te explicamos paso a paso cómo fijarlo correctamente.
Paso 1: Define tu gestión de riesgos
Antes de establecer un Stop Loss, es fundamental determinar cuánto estás dispuesto a perder en una operación. Esto dependerá de varios factores como:
Tu capital disponible
Tus ingresos y compromisos financieros
Tu tolerancia al riesgo
Tu experiencia y conocimientos en inversiones
El objetivo de tu inversión
Dependiendo de tu perfil de inversionista, tu Stop Loss deberá ajustarse de la siguiente manera: Stop loss según tu perfil de inversionista
Inversionista conservador: Prefiere la seguridad y tiene poca tolerancia al riesgo. Su Stop Loss será bajo para proteger su capital.
Inversionista moderado: Acepta un riesgo medio con la meta de aumentar sus rendimientos. Su Stop Loss será un poco más amplio.
Inversionista agresivo: Busca altos rendimientos y está dispuesto a asumir mayores riesgos. Su Stop Loss será más flexible.
Paso 2: Identifica el mercado en el que operas
No todos los mercados se comportan igual, por lo que el Stop Loss debe adaptarse al tipo de activo en el que estás invirtiendo.
Mercado de capitales (acciones y ETFs): Para inversiones de largo plazo, el Stop Loss suele oscilar entre 20% y 40% del valor de la acción.
Mercado de divisas (Forex y CFDs): Son mercados más especulativos y volátiles. Aquí se recomienda un Stop Loss más ajustado, generalmente entre 0.5% y 1.5% para evitar pérdidas innecesarias.
Stop loss en mercado de divisas
Paso 3: Considera la volatilidad del activo
Si estás invirtiendo en un activo con altos movimientos de precio, necesitarás un Stop Loss más amplio para evitar que se active con cualquier fluctuación menor. En cambio, si el activo tiene un precio más estable, puedes fijarlo con un margen más reducido.
Paso 4: Ubica zonas de soporte y resistencia
Las zonas de soporte y resistencia son clave al establecer un Stop Loss.
Soportes: Son niveles donde el precio tiende a rebotar.
Resistencias: Son niveles donde el precio suele frenarse.
💡 Tip: Siempre coloca tu Stop Loss ligeramente por debajo del soporte, dejando un pequeño margen porcentual para evitar que una oscilación momentánea te saque del mercado antes de tiempo.
Paso 5: Considera tu plazo de inversión
Tu horizonte de inversión también influye en el Stop Loss:
Largo plazo: Puede que no necesites un Stop Loss fijo, ya que el tiempo puede compensar las caídas temporales.
Corto o mediano plazo: Es recomendable usar Stop Loss para evaluar si la estrategia es correcta y evitar pérdidas mayores.
Paso 6: Evalúa tu confianza en la inversión
Tu confianza en el activo también debe reflejarse en tu Stop Loss:
Si confías en la inversión, puedes establecer un Stop Loss más amplio (30-40%), ya que aunque haya caídas temporales, esperas una recuperación.
Si tienes dudas sobre la inversión, es mejor fijar un Stop Loss más ajustado, reduciendo el riesgo de una caída prolongada.
Ejemplos de Stop Loss
Para entender mejor cómo funciona un Stop Loss, veamos un ejemplo práctico.
Un inversionista coloca una orden de Stop Loss en un precio X, mientras que el precio actual del mercado es S. La orden se ejecutará cuando se cumplan las siguientes condiciones:
El precio del mercado cae por debajo de X.
Exista un comprador dispuesto a adquirir las acciones.
Importante: Puede darse el caso de que no haya compradores disponibles hasta que el precio caiga por debajo de X, lo que significa que la venta podría realizarse a un precio inferior al esperado.
Cuando se activa un Stop Loss, se envía automáticamente una orden de mercado, lo que significa que la venta se realizará al mejor precio disponible en ese momento.
Esto implica que el precio final de venta puede no coincidir exactamente con el nivel del Stop Loss, ya que dependerá de la liquidez y demanda en ese momento.
En el siguiente gráfico de BCI, vemos un caso de Stop Loss en acción. En este ejemplo, se ha decidido fijar la orden por debajo del mínimo registrado en los últimos días, considerando la tendencia del mercado. Ejemplo de Stop loss BCI
¿Qué es el Trailing Stop?
El Trailing Stop es una orden que permite maximizar ganancias ajustando automáticamente el nivel de Stop Loss conforme el precio de un activo sube. A diferencia del Stop Loss fijo, este se mueve en función del porcentaje que hayas definido, permitiéndote asegurar beneficios sin salir antes de tiempo.
Si el precio sube, el Trailing Stop se ajusta al alza en el porcentaje establecido.
Si el precio baja, el Stop Loss se mantiene fijo y, si se alcanza el nivel, se ejecuta la orden de venta.
En el siguiente gráfico de BCI, vemos un ejemplo de ATR Trailing Stops, un tipo de Stop que se ajusta dinámicamente al precio. Si la acción sigue subiendo, el Trailing Stop también lo hace, protegiendo ganancias sin limitar el crecimiento de la inversión. Trailing Stop de BCI
Stop Loss: ventajas e inconvenientes
A lo largo del artículo hemos mencionado las ventajas y desventajas del Stop Loss, pero aquí te dejamos un breve resumen:
Pros
Ayuda a proteger tus inversiones al limitar las pérdidas, evitando que una mala operación afecte demasiado tu capital.
Contras
Si el Stop Loss está mal colocado, podrías vender acciones antes de tiempo y perder una oportunidad de ganancias. Por ejemplo, si la orden se ejecuta por un movimiento momentáneo del mercado y después la acción sube, ya no la tendrías en tu cartera.
Conclusiones sobre el Stop Loss
Si vas a usar un Stop Loss, considera estos puntos clave:
No es 100% garantizado. En mercados volátiles, pueden darse gaps (diferencias entre el precio de cierre y el de apertura del día siguiente), lo que hace que la venta se ejecute a un precio peor del esperado.
No se puede modificar. Si quieres cambiarlo, tendrás que cancelarlo y crear una nueva orden.
No lo elimines cuando el precio se acerque. Si bajas el Stop Loss cada vez que el mercado se mueve, solo estarás persiguiendo el precio, lo cual no es una estrategia efectiva.
Considera la volatilidad. Si colocas el Stop Loss demasiado cerca del precio actual, el mercado puede activarlo fácilmente y consolidar pérdidas en lugar de evitar riesgos.