Los emprendimientos mexicanos son promotores de la innovación y han sido estratégicos para enfrentar los retos de la nueva normalidad. En los últimos meses vimos un estímulo a este ecosistema aunque también la falta de capital para este tipo de empresas.
El acceso a capital es una de las barreras que enfrenta toda empresa desde sus primeros años de vida. Situación que incrementó ante el mayor crecimiento del ecosistema emprendedor en América Latina y, en especial, en México en los últimos meses.
Con este escenario, el capital privado o capital emprendedor representa una solución a más pymes y emprendimientos en busca de los recursos para consolidarse en su industria.
Pero, ¿qué es el capital privado?
El capital privado es un modelo de inversión que capitaliza y asesora emprendimientos desde fases tempranas. Se trata de una estrategia en la que se impulsa el crecimiento de proyectos innovadores y acompaña su desarrollo como empresa a cambio de mejores rendimientos para el inversionista. De ahí que también sea conocido como capital inteligente.
La Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP) define al capital privado o emprendedor como una fuente de liquidez inteligente que facilita la expansión de las empresas. Una pieza clave para la innovación en el ecosistema emprendedor y, en consecuencia, un beneficio en la economía mexicana.
Esta alternativa de inversión se perfila como el primer acercamiento de las pymes para obtener el capital que necesitan. De acuerdo con el estudio Negocios y dinero: Panorama del acceso al capital para pymes en México, realizado por WORTEV en colaboración con ASEM, los fondos de capital privado ocupan la segunda fuente de fondeo entre las pymes.
En la actividad económica, 9 de cada 10 empresas mexicanas son micro, pequeñas y medianas empresas, indicio del rol que toman en la generación de empleos y, por ello, en la economía mexicana.
Sin embargo, en el último año cerraron más de 1.6 millones por falta de recursos para seguir operando, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) .
Desafíos por delante
Para los emprendedores y pymes, el levantamiento de capital a través de modelos tradicionales requiere cumplir requisitos que aún son desafiantes para sus proyectos. En especial a aquellos que están en sus primeras etapas de desarrollo.
En el estudio de WORTEV, el 24.3% de los emprendedores y directivos reconocieron que el mercado de capital privado aún necesita diversificarse para respaldar el crecimiento de más pymes que usualmente no tienen acceso a otra alternativa de inversión.
Si bien la industria del capital privado está creciendo y en maduración, está alternativa aún tiene limitaciones para invertir en empresas con necesidades de capital en una etapa semilla.
Incluso, la falta de oferta en el mercado mexicano es uno de los principales retos de esta industria. Según la AMEXCAP hay 126 fondos de inversión de capital privado reconocidos por la asociación, de los cuales, 104 operan con dinero de inversionistas mexicanos.
¿Por qué invertir en emprendimientos mexicanos?
Cada uno de los emprendimientos como cualquier otra empresa comienza con una idea hasta lograr su consolidación. En este camino, el capital es la clave para lograrlo. Alternativas como el capital emprendedor favorece su tasa de supervivencia.
Las primeras etapas de desarrollo de una empresa son vitales para asegurar su crecimiento y consolidación tomando en cuenta el tiempo de vida promedio de una pyme de 7.8 años, según cifras del INEGI.
Decidir invertir en capital emprendedor se traduce en un estímulo al desarrollo de este ecosistema y de más pymes con una visión innovadora y capacidad de evolucionar la economía del país. Sin duda un beneficio para todos.
A las firmas de capital emprendedor nos toca más que competir, colaborar y consolidar este mercado como uno de los motores de crecimiento económico en beneficio tanto de emprendedores como de inversionistas.
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