A los seguros de daños también se les conoce como seguros patrimoniales, pues como su nombre lo indica son una forma de prevención para proteger el patrimonio que adquieres, por ejemplo, tu hogar o tu auto, es decir, sirven para proteger tus inversiones de ciertas amenazas.
Es importante considerar que la protección que te ofrezca el seguro dependerá del cálculo que haga la aseguradora sobre el riesgo al cual se encuentra expuesto tu inmueble, el cual abarca desde fenómenos naturales hasta protección por responsabilidad civil, por ejemplo, un inmueble en una zona de no urbana con una alberca incrementa los riesgos tanto para el inmueble como los de responsabilidad civil.
¿Qué se puede proteger con un seguro de daños?
Como ya lo dijimos, el seguro de daños es un seguro para el patrimonio, de modo que se puede asegurar además de la casa o el auto, las instalaciones fijas y sus contenidos, por ejemplo:
- Un edificio.
- Un local comercial.
- Muebles.
- Electrodomésticos.
- Joyas.
- Obras de arte.
Tener contratado un seguro de daños te garantiza la reparación de daños que sufra tu patrimonio por los perjuicios ocasionados por:
- Desastres naturales.
- Robo.
- Cobertura de accidentes que afecten a terceros (por ejemplo, si haces una fiesta y alguno de tus invitados tuviera un accidente al interior de tu inmueble el seguro te ampara).
En el caso de los fenómenos naturales, estos son algunos que ampara la cobertura:
- Sismos.
- Inundaciones.
- Huracanes.
- Granizadas
- Nevadas.
Lo ideal es que te acerques a un agente de seguros certificado para que le preguntes todas tus dudas y a su vez te brinde toda la información que necesites para contratar la cobertura que se apegue a tus necesidades y estilo de vida.