En México, las llamadas PyMES son el motor de la economía nacional, pues generan el 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, estas empresas son también las más vulnerables. Por esto, no es de sorprenderse que cada vez más emprendedores mexicanos busquen contar con instrumentos o estrategias que los ayuden a resguardar el futuro de sus negocios.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ENAPROCE), del universo de empresas que existen en nuestro país, 10,917 son grandes empresas. En contraste, hay 3,952,422 microempresas, 79,367 empresas pequeñas y 16,754 empresas medianas.
Todas las empresas son susceptibles de riesgos, ya sea internos o externos, que pueden afectar su estabilidad financiera; desde una mala administración, hasta accidentes o desastres naturales. Sin embargo, las PyMES pueden verse más afectadas, al tener menos capital o acceso a financiamiento. Es cierto que cada vez se promueve más el emprendedurismo en nuestro país, pero la cultura de la prevención no está al mismo nivel.
Estos son 4 consejos que te pueden ayudar a dar el primer paso en la protección de tu negocio:
La preparación es muy importante
Asumamos que nadie nace sabiendo cómo emprender un negocio. Por ello, la preparación es muy importante. Tómate un tiempo para analizar qué conocimientos te podrían ayudar a iniciar o a mejorar tu empresa, ya sean aspectos financieros, de administración o habilidades específicas del giro de tu negocio. Siempre podrás encontrar libros o cursos en línea gratuitos para hacer crecer tu negocio o diversificarte.
Separa tus finanzas
Algunas veces, tal vez por el entusiasmo de emprender o por una falta de valoración del riesgo, algunos empresarios ponen todos sus bienes personales para capitalizar sus negocios. No obstante, es importante contar con cierta estabilidad económica que te permita tener la tranquilidad de que cuentas con un respaldo. Incluso, es recomendable tener cuentas bancarias separadas, una para tu dinero, ese que te gastas en ti y en tu familia, y otra cuenta para manejar el capital de tu negocio.
Revalora el capital humano
El mayor recurso de cualquier empresa es el talento de sus colaboradores, por lo que cuidarlo y hacerlo crecer debe ser una preocupación clave de cualquier emprendedor. Si los colaboradores no hacen bien su trabajo, la empresa no funcionará por más esfuerzo o dinero que se invierta en ella. Es por esto que los empleados deben sentirse valorados, estar motivados y recibir capacitación apropiada y continua para que la empresa crezca.
Protégete ante imprevistos
Existen imprevistos como los incendios u otros desastres naturales, que pueden acabar con tu negocio si no estás bien preparado. Para muchos empresarios el pago de un seguro representa un gasto, sin embargo, la realidad es que es una inversión que te ayudará a enfocarte en lo que verdaderamente importa: hacer crecer tu empresa. En este contexto, un seguro de Propiedad y daños patrimoniales puede ser la diferencia entre recuperarse de un evento desafortunado o perderlo todo de un momento a otro.
Por otro lado, un seguro de Accidentes personales de empleados también es una excelente opción para dar una cobertura total a tus trabajadores, protegerlos a ellos y, a la vez, a tu proyecto. Nunca estamos exentos de sufrir un accidente, de la magnitud que sea.
En el caso de los seguros, como de todos los servicios que adquieras, lo más importante es encontrar uno que se adapte a las necesidades de tu negocio.
El empresario emprendedor ha tenido gran auge en los últimos años en México, respondiendo al deseo de muchas personas por construir un patrimonio propio y buscar su independencia económica. Las micro, pequeñas y medianas empresas son el motor y corazón de la economía nacional, por lo que es importante blindaras con herramientas que les permitan hacer frente a cualquier imprevisto.