El pasado 29 de mayo del presente año el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas dio a conocer su agenda para contribuir a la conversación pública, destinada a conformar el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Declaran que este trabajo “refleja la visión estratégica de los directivos financieros sobre el camino para lograr el México que queremos.”
Dicha agenda está distribuida en 4 ejes: Política Económica, Buen Gobierno, Responsabilidad Social y Empresarial y Estado de Derecho. En este espacio abordaremos el primer tema.
Tema 1: Política económica.
Visión 2019-2024:
“Salir del crecimiento inercial, logrando tasas mayores de expansión económica impulsadas por un pleno aprovechamiento del potencial del país al liberar condiciones propicias para la inversión, para el aprovechamiento sustentable de nuestros recursos y de la posición geoestratégica mexicana.”
El principal objetivo es controlar la inflación, que según Forbes en agosto de 2018, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un crecimiento de 0.58% mensual, así como una tasa de inflación anual de 4.9%, para esto defenderá la autonomía del Banco de México, acción que AMLO ha apoyado y avalado.
Igualmente proponen promover condiciones favorables de acceso al crédito. La FUNDEF señala que la penetración del crédito en México es baja, ya que representa el 26.81% del PIB. Es importante mencionar que existe una relación entre el crecimiento de la economía y el crédito. A mayor crecimiento del PIB se puede dar una mayor expansión del crédito.
En cuestiones de reforma fiscal esperan lograr una que estimule la inversión, el crecimiento económico y la competitividad. En el Índice de Competitividad de 2018, publicado por el Foro Económico Mundial, México obtuvo 64,6 puntos ubicándose en el puesto 46 del de los 140 países analizados (en 2017 obtuvo el lugar 51). Por otra parte la Cepal estima un crecimiento económico de 2.3% de México para 2019.
También es de importancia promover la inversión en innovación, mediante 3 líneas de acción:
- Destinar una proporción mayor del presupuesto público a la inversión en innovación.
- Ampliar el número de investigadores dedicados a innovar, mejorar la productividad y la competitividad de los trabajadores y las empresas.
- Fortalecer incentivos para la inversión privada en innovación.
La OCDE señaló a México como uno de los peores países en niveles de capacidad para innovar y desarrollar tecnología. Estudios de este organismo indican que México registró un gasto interno bruto en investigación y desarrollo (GIBID) de 11,683 millones de dólares, lo que representa apenas 1% del total invertido en los 37 Estados que integran a la organización internacional.
En cuestiones de política económica (en general) destacan entre otras, la siguientes líneas de acción:
- Mantener el régimen de libre flotación.
- Disminuir la tasa del ISR corporativo.
- Disminuir la tasa del ISR para personas físicas y morales.
- Crear un Consejo Fiscal autónomo, con la participación de actores sociales, para promover la eficiencia del marco tributario y la rentabilidad del gasto público.
- Generar una política industrial para potenciar los acuerdos comerciales vigentes y así consolidarlos.
- Revertir la disminución de inversión pública en infraestructura.
- Desarrollar un plan de infraestructura pública viable y que fomente la cooperación entre sectores.
