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¿Cómo lograr una economía sana? Las finanzas personales

En los artículos anteriores se habló sobre las finanzas y las finanzas corporativas, en como las primeras permiten a todas las personas, empresas o el gobierno mantener una adecuada administración de sus recursos para hacer frente a sus necesidades; mientras que las segundas están enfocadas a las organizaciones y en cómo estas las utilizan para generar valor a los socios o accionistas. No obstante, para esta ocasión no es necesario indagar en ello, pues se aborda un tema específico de gran importancia para las personas.

¿Cómo lograr una economía sana? Las finanzas personales


¿Cómo lograr una economía sana? Las finanzas personales

Por su parte, las finanzas personales son comúnmente relacionadas con el ahorro, con el control en el consumo, con la administración de ingresos con relación a los egresos y que deben ser especialmente contempladas cuando una persona comienza su vida laboral; sin embargo, es necesario que todas las personas sin distinción las conozcan y las utilicen como un hábito sin importar su edad.

Por lo tanto, las finanzas personales son una rama de las finanzas enfocada hacia la manera en que las personas o familias administran sus recursos, es decir, se encargan de estudiar la forma en que obtienen su presupuesto, ahorran y gastan recursos monetarios a través del tiempo, teniendo en cuenta diversos riesgos financieros y los acontecimientos futuros de sus vidas (Buján, 2018). Como se observa en la definición anterior, al igual que en las finanzas como disciplina, las personas deben considerar la posibilidad de que existen riesgos que puedan afectar el rumbo deseado de sus decisiones, así como el valor de su dinero en el tiempo con el propósito de tomar acciones correctas en su presente y que proporcionen beneficios en el futuro.

Por consiguiente, las finanzas personales son útiles para que las personas y las familias puedan tener una economía sana, lo que quiere decir que un agente que administra adecuadamente sus recursos es capaz de satisfacer todas sus necesidades -consumo, pago de deudas, servicios, entre otros- y que, incluso puede destinar parte de ellos para el ahorro, el cual consiste en un respaldo monetario que tienen las personas y familias para cubrir gastos futuros, o bien, como una medida de protección ante el riesgo de complicaciones en tiempos posteriores que se presentan gracias a la incertidumbre.

Es bien sabido que las necesidades que deben cubrir las personas no son las mismas de las empresas o a las del gobierno, es decir, las primeras utilizan sus recursos para poder hacer frente a lo que la cotidianidad les exige, como es el caso de adquirir alimentos, vestimenta, servicios y todo lo relacionado con su recreación; las segundas se dedican al uso de sus activos para generar algún bien o servicio que al comercializarlo genere ganancias, mientras que el tercero tiene la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la sociedad a quien representa a través de los recursos que adquiere de esta. Por lo tanto, en los próximos párrafos se profundiza sobre los elementos básicos que deben ser considerados en las finanzas personales.

En primera instancia, para que las herramientas brindadas por las finanzas personales funcionen de manera adecuada para tener una economía sana, es necesaria la elaboración de un presupuesto, esto implica un documento que refleja el contraste ente los ingresos que se tendrán y los gastos que se prevén, así como la cantidad de recursos que se destinarán para cubrirlos. Hacer un uso de este permite que las personas o las familias no adquieran deudas para cubrir necesidades que pueden visualizar previamente. Por otro lado, este presupuesto debe diseñarse de manera que los ingresos no excedan los egresos de los agentes con el propósito de conservar una economía saludable.

En segundo lugar, las personas hacen uso del ahorro para depositarlo de las cuentas de débito que en ocasiones permiten generar intereses al largo plazo, también son utilizadas para el depósito de sueldos y salarios a las personas y familias.  En tercera instancia se encuentran las cuentas de crédito que permiten disponer de dinero intangible en el presente pero que deberá ser pagado posteriormente a la institución que lo proporcionó, este tipo de financiamiento es de gran utilidad porque permite resolver problemas en el corto plazo cuando no se cuenta con los recursos financieros tangibles para lograrlo.

Por otro lado, los fondos de ahorro para el retiro deben ser considerados por las personas o las familias para tener un sustento económico en el futuro, es decir, en el momento en que ya no sea posible seguir obteniendo ingresos especialmente por la incapacidad del ser humano de continuar laborando cuando se ha alcanzado un nivel determinado de vejez. Finalmente, la contratación de seguros como parte de una cobertura ante los riesgos de que situaciones desfavorables sucedan y con ello poder hacer frente a las posibles consecuencias.

En conclusión, las finanzas personales son aquella rama de las finanzas que proporcionan a las personas y a las familias las herramientas para que administren sus recursos y con ello, hacer frente a sus necesidades, teniendo una economía sana a través de la administración de sus ingresos y egresos, garantizando que los recursos obtenidos sean suficientes para cubrir todos los gastos. Asimismo, estos agentes deben considerar los elementos básicos como parte de las buenas prácticas de esta rama, tales como el presupuesto, el ahorro, el crédito, los fondos para el retiro, los seguros, entre otros, para no enfrentar problemas financieros en el futuro.

Referencias
Buján, A. (08 de junio de 2018). Finanzas personales. Obtenido de https://www.enciclopediafinanciera.com/finanzas-personales.htm
CONDUSEF. (2017). Lo básico de tus finanzas personales. Economía Joven, 10-13. Obtenido de https://www.condusef.gob.mx/Revista/PDF-s/2017/202/basico.pdf
 

 

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