La apuesta a la inversión pública en refinerías, representa un claro objetivo de implementación de estrategias anteriormente expuestas ante la incertidumbre que presenta el futuro de la economía mexicana. Durante los últimos años se han planteado diversas propuestas que los expertos señalan como insostenibles para permear en un posible camino de bienestar y desarrollo económico.
Si bien es verdad que las acciones derivadas de la necesidad de invertir en las refinerías existentes para recuperar eficiencia y poder de conversión, se encuentran en gran parte estancadas en consecuencia de la ineficiencia de Pemex, es importante tomar en cuenta que esta se deriva por la falta de inversión en sus distintas modalidades por un tema fiscal, gravando el 64% de sus ingresos, ahora la reconfiguración y la reinstalación de estas a un 90% de sus capacidades, resultaría en reducir un 85% las importaciones de combustibles, además que sería el sector menos sensible ante la volatilidad del mercado cambiario.
El optar por mantener las refinerías del país sería un gran antídoto para bajar los precios de los combustibles; estos se reducirían no solo por el tema de logística, sino porque el precio de las gasolinas refinadas en el país no estaría ligado al tipo de cambio y a los precios internacionales el petróleo, tal y como sucede con las gasolinas importadas.
La demanda de combustibles y productos refinados en México ha ido en aumento, según la Agencia Internacional de Energía, México es el único país de la OCDE de alto consumo de combustible que tendrá una mayor demanda de combustibles para el año 2040 que en la actualidad. En cuanto al tema de costos, financiar y construir refinerías en conjunto con privados ya sean nacionales o extranjeros como hacen algunas refinerías que trabajan en conjunto, combate gran parte del riesgo, de igual forma aumenta la eficiencia volviéndose mucho más rentable. La inversión pública ha tenido una gran disminución en todo lo recorrido por el sexenio, evitando que esta incentive la inversión privada. En este sexenio fue registrada la inversión pública más baja con respecto al PIB, en 2017 significó solamente el 3%, esto según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
Mantener las seis refinerías con las que cuenta el país, constituye un gran reto para el modelo económico mexicano, pero representa una opción de futuro en la que es posible acceder a mejores condiciones en la forma en que se puede operar actualmente, obteniendo combustibles importados que solamente aumentan los precios a los que más adelante podemos acceder.
Director de Investigación, IMEF Universitario Unison
Correo: [email protected]
Twitter: @silvascarlos
Referencias:
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Saldaña, I.(2018). Este sexenio tuvo la inversión pública más baja en 70 años: CEESP. Recuperado el 17 de agosto de 2018, de El Universal, sitio web: http://www.eluniversal.com.mx/cartera/economia/baja-inversion-publica-en-este-sexenio-freno-el-crecimiento-ceesp
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