Días después que el líder de la izquierda Andrés Manuel López Obrador denunció a Juan Camilo Mouriño por actos de corrupción en Pemex en 2008, Margarita Zavala, esposa del entonces presidente Felipe Calderón, gozaba el golpe en un restaurante cercano a Los Pinos al entonces secretario de Gobernación. Mouriño, alter ego de Calderón, era mal visto por la familia Zavala, que tenía la percepción que quien tenia todas las confianzas del entonces Presidente, no tenía las manos limpias.
Mouriño, quien murió en un accidente de aviación a finales de aquél año, dejó de ser cuestionado por supuestos actos de corrupción, pero seis años después, su nombre brincó en la investigación de Oceanografía, la empresa petrolera que el gobierno de Vicente Foxrescató de la bancarrota, y que continuó con contratos, privilegios y blindaje judicial en el de Calderón. Pero no sólo es Juan Camilo, sino su familia la que aparece en las líneas de investigación sobre la empresa, como el posible eje alrededor del cual se tejieron relaciones de presunta corrupción que lleva al corazón de la última Presidencia panista.
Procedente de España, los Mouriño se radicaron en Campeche y tenían cuatro gasolineras. En 1995 estaban en bancarrota, peroCarlos Mouriño, el jefe de la familia, se había hecho amigo de Fox por el origen de ambos, y fue coordinador regional de su campaña presidencial. Al ganar Fox, Mouriño le pidió una secretaría de Estado para Juan Camilo, quien prefirió aliarse con Calderón, que conoció como presidente del PAN.
Para entonces Mouriño se había relacionado con Amado Yáñez Osuna, principal accionista de Oceanografía, por medio del entonces director adjunto Leonardo Olavarrieta, muy amigo de él. Pese al conflicto de interés, Calderón lo hizo diputado federal y presidente de la Comisión de Energía, durante un periodo en el que la familia Mouriño incrementó sus negocios energéticos y construyó lo que hoy tiene: 40 gasolineras y Transportes “Ivancar” –el acrónimo de los hermanos Juan Camilo, a quien llamaban sus cercanos “Iván”, y Carlos-, que son pipas para transporte de hidrocarburos. Al mismo tiempo, Oceanografía empezó a convertirse en una de las principales empresas proveedoras de Pemex.
Al terminar la legislatura, Mouriño se fue con Calderón a la Secretaría de Energía. En esos años, Oceanografía estaba metida en escándalos por su vinculación con los hijos de Marta Sahagún, esposa del entonces presidente Fox, que le ayudaban a conseguir contratos a la empresa y blindarla de problemas judiciales. Cuando Calderón llegó a la Presidencia y Mouriño se convirtió en jefe de la Oficina, bloqueó a los hijastros de Fox en sus tareas de gestoría y respaldo político a Oceanografía, y las asumió él. A Los Pinos llegó también César Nava como secretario particular de Calderón, el abogado de Pemex cuando se le otorgaron polémicos contratos a esa empresa por nueve mil millones de pesos en el gobierno foxista.
El petróleo y la política se habìan mezclado en Campeche, y el eje era la familia Mouriño. En las elecciones para gobernador de Campeche, Mouriño promovió como candidato del PAN a Mario Alberto Ávila, quien perdió la elección en 2009, meses después de haber muerto en el accidente de aviación. Carlos Mouriño, su hermano, lo rescató. Le pidió a Calderón que lo hiciera subdirector de los servicios marítimos de PEP, con sede en Ciudad del Carmen, uno de los cargos más importantes, por lo delicado y el volumen de dinero que se maneja en contratos. El sindicato petrolero se opuso a Ávila, pero después de nueve meses, Calderón lo nombró, convirtiéndolo en el primer neófito en la materia que llegaba a ese puesto.
Ávila, quien está siendo investigado por la PGR por presuntos actos de corrupción y lavado de dinero, vive en Houston y es una de las piezas claves de la investigación contra Oceanografía. La empresa, con oficinas en Campeche, siempre estaba al tanto de las licitaciones que venían y cómo se cotizaban las licitaciones. Este acceso a información privilegiada, le permitía mejorar cualquier cotización de sus competidores para la renta de buques y plataformas, que después compensaba con el sobreprecio en los servicios a bordo. “Mouriño impulsó a Oceanografía”, dijo contundente un funcionario. No sólo Juan Camilo, sino la familia, con el respaldo directo del ex presidente Calderón. Si estaba enterado o no el ex mandatario de los negocios oscuros en los que se encontraban, no se sabe. Lo que sí se conoce es que una parte de su familia, encabezada por su esposa, nunca confiaron de la transparencia de los Mouriño.