La economía global se fortalece, se robustecen las inversiones y se exhibe un alza del empleo. La economía mexicana no es la excepción en este caso, pues la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ajustó al alza sus estimaciones para el crecimiento (Saldaña, 2018).
México... ¿cuesta arriba?
Como fracción vital para la economía mexicana, la producción de crudo, su procesamiento y mercado es de relevancia para el desarrollo de las variables económicas y por consiguiente para el bienestar social del pueblo mexicano. En este sentido, es crítico analizar el contexto global e interno para lograr estimar el comportamiento de la economía en el futuro.
Como es de suponerse, el delicado precio del crudo depende en gran medida de los demás países productores y consumidores del combustible fósil, en tal sentido la reforma energética aplicada por la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI) recobra importancia, pues se estima un ingreso adicional de un billón de dólares que podrían agregarse a la economía nacional para el año 2040, de aplicarse correctamente el nuevo modelo energético (Loreda, 2018).
Más aún, siguiendo las estimaciones del Foro Económico Mundial, México se encontraría entre los 43 países con mejores condiciones para avanzar hacia la sustentabilidad del sector. El tremendo avance que México ha alcanzado en cuanto al desempeño de su sistema de energía y la buena disposición para transitar hacia un mayor nivel de seguridad del suministro, así como también un mayor desarrollo económico, hacen que la situación del sector energético se encuentre en una posición privilegiada (Hernández, 2018).
Por otra parte, en las últimas dos décadas, la industria de capital privado ha invertido aproximadamente 30 mil millones de dólares, dirigidos a diversos sectores de la economía mexicana de tal forma que ha evolucionado aceleradamente, contribuyendo en gran medida en el avance de los engranajes del aparato productivo, siendo motor del crecimiento para el país (Valdelamar, 2018).
Sin embargo, existe un riesgo importante que debe considerarse al evaluar el estado macroeconómico actual. En el margen de una guerra comercial en potencia, entre Estados Unidos y China se espera que se desemboque un desplome del precio del dólar, pues las crecientes probabilidades de una guerra comercial arrojarían una pérdida de al menos 12% en su valor nominal (Nguyen, 2018), lo que causaría una profunda crisis en los socios comerciales más leales y en la solidez de las monedas de los países que permanezcan a favor de Estados Unidos.
Si sumado a esto, observando que la actual reforma fiscal de nuestro país vecino Estados Unidos podría tener implicaciones severas en el clima de inversiones, muchos asesores sugieren la aplicación de medidas como la reducción de impuestos a empresas, para mejorar los ingresos fiscales ampliando la base tributaria y reduciendo la informalidad, del mismo modo se incentivaría la inversión de empresas extranjeras (Hernández, 2018).
Finalmente, evaluando el contexto económico es posible asegurar que, si bien es cierto, que el futuro es prometedor, es necesario mantener análisis contínuos con el objeto de asegurar que las medidas necesarias sean aplicadas en el momento adecuado para mantener el impulso de crecimiento.
Santiago Alberto Silva de las Casas
Universidad La Salle de Chihuahua
Presidente
Twitter: @sasdlc
Referencias
Hernández, L. (14 de Marzo de 2018). México, entre los países con mejor futuro energético: WEF. El Financiero.
Hernández, L. (12 de Marzo de 2018). OCDE sugiere a México reducir impuestos a empresas. El Financiero.
Loreda, D. (14 de Marzo de 2018). Petroleras proyectan 1 bdd adicionales para 2040 por reforma energética. El Financiero.
Nguyen, L. (14 de Marzo de 2018). Dólar es el gran perdedor ante riesgo de guerra comercial. El Financiero.
Saldaña, I. (14 de Marzo de 2018). Organismo mejora la previsión para la economía mexicana. El Universal.
Valdelamar, J. (14 de Marzo de 2018). Fondos de capital invierten 30 mil mdd en México en 17 años. El Financiero.
