Seguramente recuerdas esta frase: “El capitán se hunde con su barco”
Haré referencia al artículo de CNN, publicado en abril del 2014: "Cuando el HMS Birkenhead —un barco británico que transportaba soldados— empezó a hundirse en las aguas de Sudáfrica en 1852, el capitán y los oficiales militares que iban a bordo permitieron que las mujeres y los niños abordaran primero los botes salvavidas.
El capitán y muchos de los soldados se quedaron a bordo del barco hasta el final y perecieron en el océano mientras las mujeres y los niños quedaron a salvo. Se considera que su galante sacrificio ayudó a establecer el estándar de la conducta honorable en el mar.
En las décadas que han transcurrido desde entonces, ha habido esporádicas demostraciones de valor de los capitanes y la tripulación que dieron prioridad a sus pasajeros, como el capitán Edward J. Smith, quien se hundió con el Titanic."
¿Pero, qué tiene que ver esto con las finanzas y la ética de los asesores financieros?, cuando una empresa está bien, es muy sencillo estar allí, bien dice el refrán, cuando el árbol da sombra, todos quieren estar allí, pero cuando no, todos se alejan.
¿Qué pasa con las empresas en crisis? ¿Qué sucede con esos capitanes y esos valientes soldados?¿Deberían quedarse hasta salvar el barco? O deberían renunciar cuando la cosa se pone color de hormiga.
La ética de un verdadero asesor es, cuidar hasta el final los intereses de su cliente, asesorar de tal manera, que la decisión sea adecuada para el cliente, no para el asesor, y esto, se queda en el olvido muchas veces.
A lo largo de mi trayectoria, me ha tocado ver, como algunos asesores, procuran solamente sus intereses, su comisión, y cuando algo cambia en la empresa, abandonan la empresa y a su cliente.
Recientemente mi empresa atraviesa una crisis muy fuerte, y como buena capitana estoy al frente hasta salvarla, y tengo unos soldados muy valientes, que siguen haciendo frente a la adversidad; sin embargo, muchos otros, se fueron, y dejaron abandonados a sus clientes, lo cual, no solamente como empresa es frustrante, para los clientes también, se sienten impotentes, engañados, porque la persona en la que confiaron, los dejó a la deriva en el barco.
Como empresa, tenemos la obligación moral de dar seguimiento y hacerle frente, enfrentar la adversidad y atender a todos los clientes, no voy a mentir, no es nada fácil, lo que antes hacían 60 personas, hoy recae en sólo 8 personas, y por ello y más, tienen toda mi admiración y respeto.
Estoy segura como capitana de este barco, saldremos triunfantes, pero me gustaría hacer un llamado a todos los que hoy realizan la función de asesor, ya sea de seguros, financiero, inmobiliario, etc., cualquiera que sea tu profesión, recuerda este código de ética:
1. Escuchar al cliente, comprender sus necesidades y asesorar para que cubra su necesidad.
2. Todo suma, tal vez, la decisión del cliente, no sea lo más conveniente para ti, en cuestión económica, sin embargo, ese cliente, te aseguro que será un canal para que te recomiende con otras personas, porque supiste escucharlo, anteponer sus necesidades antes que las tuyas.
3. Dedícale tiempo, realiza un perfilamiento del cliente, que tolerancia al riesgo tiene, de donde proviene su dinero, promueve las buenas prácticas.
4. En algunas ocasiones, debemos dejar ir al cliente, porque tal vez, no tenemos algo que se adecue, pero te aseguro, que tendrás a una persona muy agradecida que te va a referir a otras personas, ya que sabe que contigo encontrarán una solución.
5. Si la empresa en donde colaboras, está pasando por una crisis, y en algún momento obtuviste beneficios de allí, no la abandones, ojo, no te pido que trabajes gratis, solo se recíproco, si por alguna razón, la situación económica se vuelve insostenible, apoya a la empresa de otra manera. Imagino que si llegaste hasta este punto, es porque la empresa es buena, de lo contrario, te hubieras ido desde que llegaste.
6. NUNCA, dejes solo a tu cliente, en las buenas hay que estar con él, pero en las malas, con mayor razón, jamás olvides que el cliente depositó toda su confianza en tu asesoría, y lo mínimo que puedes hacer es dar seguimiento.
7. La responsabilidad es compartida, por eso debes asegurarte que cuentes con tu póliza de responsabilidad civil, nadie está exento de cometer errores u omisiones.
8. Empatía y aceptación, una crisis es un momento difícil para todos los que son parte, cliente, empresa, asesores, proveedores, etc., recordemos que las empresas generan empleo, mueven a los países, es muy triste ver que se cierre.
9. Visualiza a tu cliente como los niños y mujeres en un barco, que sean la prioridad.
10. Recuerda que en las crisis tenemos dos opciones, llorar o tomarlo como oportunidad para renacer.
Te aseguro, que llevando a cabo estos consejos, te posicionará dentro de los mejores en cualquier sector.
Mi experiencia es tan solo de 17 años de trabajo, hoy atravieso la mayor crisis de mi historia, pero estoy avanzando, si me he sostenido, es gracias a todo lo anterior. Alguien me dijo: un elefante se come de una mordida a la vez, así que pronto te contaré la historia de victoria.
Deseo de todo corazón que te sea de utilidad esta información.