Se estudiaron tres indicadores para medir el impacto económico durante el confinamiento en familias de clase baja y media en cuanto a posibilidades de quedarse en casa (es decir no acudir al trabajo de forma física), pérdida de ingreso y preparación económica para el confinamiento prolongado, y las brechas reveladas entre los más pudientes y los más pobres es interesante.
Recordemos que para frenar los contagios por Covid, las medidas de contención (aislamiento social) básicamente se centraron en evitar los desplazamientos de la gente, el contacto social, así como la suspensión de actividades económicas no esenciales; la implementación de estas medidas siempre lleva asociado un elevado costo económico, por lo tanto, se trata de medidas que no pueden sostenerse a largo plazo (justo por ello el Producto Interno Bruto de México cayó 8.5% en 2020).
Entre abril y junio de 2020 el consumo con tarjetas cayó 16% en comparación a 2019. Por otro lado, aumento 15% la inseguridad alimentaria en los hogares mexicanos.
Contexto del estudio:
- En 3 de cada 10 hogares el jefe o jefa de familia tiene estudios de preparatoria o más.
- 1 de cada 4 hogares tiene entre 5 y 10 miembros.
- 9 de cada 10 jefes de familia no pudieron hacer su trabajo desde casa.
- 53% de las familias estudiadas pertenece a los niveles socioeconómicos D y E, es decir, bajo y muy bajo respectivamente.
¿Cuáles fueron los impactos del confinamiento en hogares mexicano?
- 6 de cada 10 hogares de nivel económico muy bajo (nivel E) reportaron caídas en sus ingresos.
- 33% dijeron que su ingreso permaneció igual
- 5.6% aseguran que su ingreso creció durante el confinamiento.
- Únicamente 36% de hogares de niveles A y B (los de mayores ingresos) reportaron alguna disminución (menor) de su ingreso.
- Más de la mitad de los hogares de mayores ingresos (A y B) dijeron que su ingreso se mantuvo igual.
- 11% reportaron que sus ingresos crecieron.
En cuanto a disponibilidad de recursos durante el confinamiento:
- 45.6% de los hogares reportaron haber tenido alimentos, dinero y otros recursos indispensables para poder resguardarse durante el confinamiento.
- La otra mitad dijo que no tenían las condiciones económicas para resistir un encierro prolongado.
Lo anterior significa que tres cuartas partes (75%) de los hogares con menores ingresos no tuvieron los recursos suficientes para permanecer en un confinamiento extendido, mientras que (en un gran contraste) 71% de los hogares con mayores ingresos tenían los recursos suficientes para permanecer confinados en casa.
Lo anterior demuestra que los hogares con mayor nivel socioeconómico tuvieron más recursos para llevar a cabo el confinamiento, mientras que los hogares más pobres vieron mermado su ingreso (aunado a que ya tenían menos recursos para pasar un confinamiento prolongado).