Vivimos en un mundo interconectado de muchas maneras, el ámbito económico y financiero son grandes ejemplos porque hay eventos de ese tipo que acaban afectando a buena parte del planeta debido a que hoy en día las operaciones financieras y comerciales se hacen entre empresas y gobiernos de todo el mundo, las cuales manejan cantidades estratosféricas de dinero. No olvidemos que cuando la crisis inmobiliaria explotó en Estados Unidos en el año 2009 se generó una recesión económica mundial.
La reciente invasión militar por parte de Rusia a Ucrania generará pérdidas económicas en muchos países debido a que las naciones más poderosas del mundo ya anunciaron una serie de sanciones económicas fuertes para Rusia, incluso algunos países europeos ya negaron el acceso de aerolíneas comerciales rusas a sus espacios aéreos y también han prohibido a las empresas hacer operaciones comerciales con compañías rusas. Todo esto desencadenará pérdidas económicas que, como efecto dominó, impactarán en más economías mundiales.
Impactos económicos en el mundo generados por el conflicto entre Rusia y Ucrania
El efecto más inmediato se registró en los mercados financieros: en Europa las bolsas se cayeron alrededor de 5% en las primeras horas del 24 de febrero de 2022, las más afectadas fueron las de Alemania y Francia. En cuanto a la bolsa en Rusia las acciones cayeron casi 50% al inicio, luego se recuperaron para quedar en 35%.
Otra consecuencia será para el mercado energético: el precio del petróleo Brent (que se produce en Europa) aumentó de inmediato en 8%, el incremento más importante desde 2014, año en que hubo otra invasión rusa. Recordemos que una tercera parte del gas que consume el viejo continente proviene de Rusia, entonces una escasez generaría alzas en el precio de los energéticos como por ejemplo el petróleo y ello a su vez presionará los precios de las gasolinas.
Como los energéticos son productos inflacionarios, los bancos centrales en cada país tendrían que hacer frente a los aumentos de la inflación, es decir, que lo sucedido entre Rusia y Ucrania abona todavía más al actual problema de la inflación mundial.
¿Cómo afecta a México lo sucedido en Ucrania?
Como lo mencionamos anteriormente, una tercera parte del gas que consume Europa proviene de Rusia y se entrega por medio de tubos que pasan por Ucrania, si el conflicto genera escasez de gas, ello a su vez presionará al mercado mundial de energéticos, lo que crearía encarecimiento y el precio internacional del barril de petróleo se calcula que puede llegar a 150 dólares.
Cuando el precio del petróleo sube, las gasolinas se encarecen y por ahora se calcula que podrían subir en 12%. Como ya dijimos la gasolina es un producto inflacionario y cuando en México sube, las siguientes industrias son las más afectadas, por lo tanto estas tienden a subir sus precios también en un lapso aproximado de tres meses:
- Industria de harina de maíz.
- Servicios e insumos médicos.
- Computación y accesorios eléctricos.
- Transporte de carga.
- Industria petrolera.
En general al subir la inflación también se elevan los precios, así que los mexicanos podríamos pagar más por los bienes y servicios que consumimos, incluida la electricidad porque en nuestro país la mayor parte de la energía eléctrica se genera quemando energéticos, así que si suben la electricidad y los costos para las industrias harineras, pueden elevarse los precios de:
- Las tortillas.
- El pan
- El transporte público.
- Construcción.
- Logística y transporte de mercancías.
Si lo anterior sucede se elevarían los costos que pagan los restauranteros y en general los que paga la industria de la comida, la cual de por sí no la ha pasado bien debido al confinamiento de los consumidores por la pandemia.
Por otro lado, la construcción siempre es un termómetro que indica el estado de una economía, esto se debe a que las obras activan otras industrias como la del acero, la del cemento, la de insumos eléctricos, transporte, venta o renta de insumos para oficina, además de la respectiva generación de empleos que esta actividad trae, entonces si la construcción se detiene o se estanca, también lo hace nuestra raquítica recuperación económica.
Si este escenario se cumple y la inflación va para arriba, el Banco de México debe tomar acciones de inmediato para controlarla (porque esa es su principal función a la cual está obligado por ley) y una de esas soluciones sería subir la tasa de interés de referencia, lo cual haría que se incrementen las tasas de interés de los créditos bancarios (como las tarjetas de crédito, préstamos personales, hipotecas, etcétera).
Algo que podría hacerse para contrarrestar los precios altos que pagaría la población está del lado del gobierno y de Hacienda, ya que pueden dejar de cobrar algunos impuestos para ayudar a los mexicanos, por ejemplo, hace semanas se redujo el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en la gasolina para que los consumidores no pagaran el costo real de un litro del energético, el cual debería de estar alrededor de 26 o 27 pesos. Aquí el asunto es que los subsidios salen de otras bolsas del gobierno, es decir, una reducción en el cobro de impuestos por parte de la administración federal mermaría sus ingresos y su capacidad para realizar sus programas de ayuda social.
Sin duda lo que sucede del otro lado del mundo nos impacta en menor o mayor medida. Las afectaciones económicas anteriores son escenarios que podrían suceder si se forma una especie de tormenta perfecta para ello, pero todos ellos son en parte posibles y sus respectivas variaciones dependerán de lo que suceda fuera de México y del plan que al interior ejecuten nuestras autoridades, aunque aquí la gran interrogante es que después de haber visto la manera en la que la actual administración manejó la crisis económica por pandemia ¿cómo manejaría una crisis energética y una inflación potencialmente mayor originada en el mercado internacional?
