El pasado jueves 30 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció unilateralmente y sin el visto bueno de los miembros de su gabinete el alza de 5% en aranceles a todos los productos procedentes de México que ingresen a su país, quiere hacer efectivo esto el próximo 10 de junio si el gobierno mexicano no hace algo para frenar el flujo de migrantes, pero eso no es todo, pues el mandatario estadounidense dice que aumentará los aranceles cada vez 5% hasta llegar a 25% si México no hace lo que él quiere, algo que traería consecuencias serias en el precio del dólar, en la economía y abriría una nueva guerra comercial.
Esta decisión personal de Trump llega el mismo día en el que el Congreso mexicano comenzaba los trabajos para la ratificación del nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (llamado ahora T-MEC), de hecho el presidente del Senado de Finanzas en EU, Chuck Grassley, de inmediato criticó la medida de su presidente y dijo que está haciendo “mal uso de la autoridad arancelaria presidencial”, además que "seguir esta amenaza podría poner en grave peligro la aprobación del T-MEC".
La simple declaración de una amenaza ya tuvo sus repercusiones en la economía mexicana:
Amenaza de aranceles de Trump a México- Sube el dólar
Inmediatamente después del anuncio de Trump, el dólar comenzó a ganar valor y llegó a subir hasta 19.59 pesos, cuando antes del anuncio del mandatario estaba en 19.17 pesos por billete verde. Conforme pasaron las horas y hasta el mediodía del viernes 31 de mayo, es decir en menos de 24 horas luego de la amenaza, el dólar ya superaba los 20 pesos, una caída de 3.1% con respecto al cierre del jueves.
Cabe decir que antes de esta situación, el peso estaba en números positivos debido a que iban mejorando las relaciones comerciales con Canadá y Estados Unidos.
Amenaza de aranceles de Trump a México- Van negociadores de México a EU
EL canciller mexicano Marcelo Ebrard rápidamente se trasladó a EU, fue enviado por el presidente Obrador para negociar y presentar a Washington un documento de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) el cual hace una serie de sugerencias económicas para la región y comenzar a frenar la migración. Habrá que esperar el resultado de esta reunión para ver su impacto en nuestros mercados financieros.
Amenaza de aranceles de Trump a México- México responderá en la misma medida
Jesús Seade, subsecretario para América del Norte y jefe Negociador del T-MEC, declaró que si Estados Unidos cumple sus amenazas e impone aranceles, México responderá de "forma enérgica" y que lo natural seria el “ojo por ojo”, sin embargo dijo que antes de ello nuestro gobierno debe comenzar con contactos discretos para evitar llevar esta situación a otro nivel.
Lo que es un hecho es que si llegamos a una guerra comercial, estaríamos en una situación económica "desastrosa", pues tendría consecuencias serias para la economía, principalmente en los tres países de América del Norte.
Amenaza de aranceles de Trump a México- Oposición politiza el asunto
Como era de esperarse, la mayoría de los partidos y grupos políticos que no comulgan con el gobierno actual hicieron declaraciones de rechazo y crítica a la respuesta del gobierno federal en torno a este asunto, algo que no abona porque ante una amenaza de este tamaño lo congruente sería cerrar filas no en torno a López Obrador, sino hacerlo por la gente, los migrantes, la economía nacional y la de los intereses de los ciudadanos que supuestamente representa la clase política.
Cabe destacar que José Antonio Meade, ex candidato presidencial que perdió ante López Obrador hizo un llamado a cerrar filas y enfrentar las amenazas de Trump apoyando a la actual administración federal.
Importancia del comercio mexicano para Estados Unidos
- Desde que empezó el TLCAN, el PIB mexicano ha crecido en 2% anual. En 2017 hubo un crecimiento en las exportaciones del 9.5% y se recibieron 28 mil 700 millones de dólares, 6.6% más que el año anterior.
- 70% de los productos que van hacia Estados Unidos provienen de empresas mexicanas.
- Los consumidores finales de EU prefieren productos mexicanos muchas veces por el precio: por ejemplo en la cerveza, un estadounidense prefiere pagar 20 pesos mexicanos por una, que 40 pesos por otra que proviene de otro país. Por ejemplos como este es que las empresas estadounidenses deciden mudarse a México, pues la fabricación y la comercialización de sus productos en nuestro país beneficia a la empresa y al consumidor final.
- 26 de 51 estados norteamericanos dependen de México como su primer o segundo socio económico más importante.
- Por cada dólar importado desde México que gasta un estadounidense, 40 centavos se originaron en Estados Unidos.
- Por ejemplo, una camioneta Toyota Tacoma que se produce en México y EU, cruza la frontera siete veces desde que se hace hasta que se vende allá.
- Si los estadounidenses compraran sus productos en otro país pagarían hasta 95% más (por ejemplo si vinieran de China) sólo por impuestos de importación.
¿Por qué Trump amenaza a México con una guerra de aranceles y una batalla comercial?
Una posible lectura (y respuesta) está en voltear a ver lo que sucede al interior de Estados Unidos:
A finales de abril se entregó el “reporte Mueller” al Congreso de Estados Unidos, el cual sienta las bases para una posible destitución del presidente Trump, porque si bien no existen los elementos para que sea enjuiciado, sí podría ser desaforado por su probable culpabilidad en las irregularidades que se cometieron en su campaña electoral y por la intervención de los rusos en las elecciones de Estados Unidos.
Y podría ser destituido por lo siguiente (desde el punto de vista de la idiosincrasia estadounidense): según el informe de Robert Mueller, fiscal especial para el caso, existen todos los elementos morales, éticos y políticos para que Trump deje el cargo al demostrar incapacidad para ejercer la presidencia de Estados Unidos y porque ha minado la democracia de su país. Entonces los demócratas en la Cámara (sus opositores) están aprovechando esta oportunidad que les llegó como oro molido. Por otro lado, Trump también cometió evasión fiscal y esto lo tiene contra las cuerdas en este momento.
Trump sabe que tiene complicada la política de su país y por lo menos pueden presentársele dos escenarios:
El primero: ser desaforado y dejar la presidencia, algo que evidentemente no quiere que suceda y tiene recursos para evitarlo.
El segundo: no ser destituido pero enfrentar este desafuero con todo el desgaste que ello conlleva, pues aunque no lo despidan, si no hace un buen control de daños el proceso lo dejaría sumamente desgastado, dañado, exhibido, desacreditado y con una guerra mediática en redes rumbo a las elecciones de 2020 en donde tiene toda la intención de reelegirse, pues el mandatario ya tenía programado anunciar formalmente su candidatura el 18 de junio próximo en Florida.
Ante este escenario interno de Estados Unidos, tal parece que Trump recurrió a hacer algo afuera para calmar las aguas dentro: distraer la atención de los estadounidenses y/o tomarse un “brake” para replegarse y organizarse poniendo los reflectores en un tema muy sensible para su país, en la relación con México y la situación migratoria.
El tema de migración ha sido y sigue sensible en Estados Unidos, de hecho ese discurso es lo que le ayudó en parte a ganar la presidencia de su nación, él sabe que aventar este tema es una “papa caliente” de modo que al manipularlo su gente pondría la atención en la frontera con México, pues es algo que invariablemente resulta.
De otro modo no se puede explicar por qué impondría impuestos a México en las condiciones actuales en la relación entre ambos países. Si el asunto realmente va muy en serio es como ponerse un balazo en el pie porque si a México le va mal económicamente por un alza de impuestos, eventualmente habría más migración hacia su país y se supone que él está en contra de que más y más extranjeros lleguen a Estados Unidos.
Por otro lado, un incremento en los precios en su país ahora cuando en 2020 estarían en plena época electoral sería inexplicable, pues los consumidores estarían irritados con su administración, sin mencionar que los congresistas se le irían encima por el tema económico y agitarían a su electorado, además el empresariado estaría muy renuente, nada menos el solo anuncio del alza de aranceles hizo caer las acciones de empresas estadounidenses que fabrican vehículos, las que operan trenes y en general todas aquellas que venden algo importado.
Es por lo anterior que todo esto suena más a un gran distractor, y por otro lado el gobierno mexicano no puede reaccionar como espejo y en el mismo tono de a como vengan los embates desde allá, pues hacerlo y responder en la misma proporción es justo lo que quiere Trump para validar su discurso de que México es una real amenaza para la economía y estilo de vida estadounidenses. La diplomacia mexicana no la tiene fácil, pues reaccionar a las provocaciones valida el discurso de odio en EU; por el otro lado no hacer algo tampoco es opción, es por esto que la situación debe manejarse muy bien, pues la acción mal calculada o la inacción traen consecuencias. Por este contexto es que el tema suena más a asunto político que a asunto económico y el gobierno mexicano debe jugar bien sus fichas.
¿Qué se puede hacer?
Cuando en Estados Unidos nos pusieron más impuestos al acero y al aluminio, la administración de Peña Nieto reaccionó poniendo aranceles de entre 15 y 20% a productos estadounidenses como piernas y paletas de carne de cerdo, manzanas, arándanos, quesos, papas y whisky, en un principio se pensó que poner aranceles a esas mercancías había sido una respuesta de bajo calibre por parte de México, sin embargo no fue así: resulta que los especialistas económicos del sexenio anterior hicieron esa lista de productos considerando su lugar de procedencia, ya que los productores de esas mercancías pertenecen a áreas geográficas donde no son bien vistas las decisiones de Trump y lo que acabó sucediendo es que los empresarios norteamericanos afectados presionaron a la administración estadounidense para que eliminara los aranceles al acero y aluminios mexicanos, pues ellos perdieron en total tres mil millones de dólares, la misma cantidad que perdieron productores mexicanos por los gravámenes a los metales en cuestión. Lo que hizo México en ese momento fue agitar frentes sensibles para el gobierno de Trump, algo así debiera pasar esta vez, es decir, una reacción estratégicamente bien calculada, de hecho se sabe que la administración obradorista ya prepara una lista de productos estadounidesnses a los cuales se les impondrían aranceles en caso de que las negociaciones en Washington no resulten como se espera.