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Nuevo Aeropuerto: ni Texcoco ni Santa Lucía, y ¿por qué no Tizayuca?

Nuevo Aeropuerto: ni Texcoco ni Santa Lucía, y ¿por qué no Tizayuca?

Como ya es de dominio público, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que en cuanto tome posesión del poder ejecutivo cancelará la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por tanto, la obra en Texcoco se detiene y se impulsará hacerlo en Santa Lucía, un lugar que se encuentra a la altura de la zona arqueológica de Teotihuacán (sólo que del lado de Hidalgo) a una hora de la capital del país.

 

Cómo era de esperarse, las reacciones no son favorables entre una parte de la población y también del lado de empresarios y de los mercados financieros, esta decisión ha hecho que el peso se deprecie, algo que también se esperaba y se sabía que iba a ocurrir.

 

Nuevo Aeropuerto: ni Texcoco ni Santa Lucía, y ¿por qué no Tizayuca?

 

A pesar de este panorama adverso por parte de la reacción de los mercados, un negocio de ese tamaño no se hace a la ligera, es decir, las inversiones del Nuevo Aeropuerto Internacional de México desde un inicio se firmaron amparadas en la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA, que hasta febrero de este año equivalía a la tercera parte de lo que cuesta un boleto de avión), en deuda y principalmente en capital de Afores (es decir en el dinero del ahorro para el retiro de los trabajadores, o sea que hasta ahora el gran riesgo está, por decirlo así, en los recursos de los ahorradores). Con esta cancelación hay que entender que las empresas que manejan el dinero de los trabajadores y con el cuál se iba a financiar esta obra, van a dejar de ganar con este dinero prestado.

 

En este sentido, la volatilidad en el peso más bien está en la manipulación de los grandes capitales y las grandes empresas, así que eso es lo que está moviendo al tipo de cambio, claro, acompañada de la incertidumbre de quienes invierten en nuestro país, ya sea de adentro o de afuera de nuestras fronteras. Expertos consultados por los principales periódicos especializados en finanzas de México dicen que la volatilidad del peso no será duradera y que se estabilizará.

 

Para quienes se preguntan de dónde saldrán los 100 mil millones (o los 200 mil que dice Bancomer) por la cancelación de la obra del Aeropuerto de Texcoco, seguramente saldrán del mismo lugar de donde se iba a sacar el dinero excedente para ejecutar la obra, pues recordemos que antes de la consulta se dio a conocer que este proyecto iba a costar más de lo que se había dicho a un inicio y que iba a tardar más tiempo en concluirse. Además, México es un país que cuenta con más de 5 billones de pesos, así que 200 mil, aunque es una cantidad importante, no representaría un riesgo enorme; es como si un hogar con un ingreso de 5 mil pesos tuviera una emergencia de 200 pesos, podría hacer frente a ella sin que se comprometieran de forma importante otros compromisos económicos.

 

Tampoco hay que perder de vista que se tomará en cuenta a los mismos empresarios que estaban participando en Texcoco para que, si lo desean, trabajen en el nuevo proyecto de Santa Lucía, si ellos ya no gustan hacerlo obviamente habrá otros que quieran entrar a ese negocio, ya sea que estén dentro o fuera de México, tal y como pasó con el petróleo donde empresas foráneas vinieron a invertir.

 

Nuevo Aeropuerto: Ni Texcoco ni Santa Lucía

Hasta antes del anuncio de la cancelación del Aeropuerto en Texcoco, todos los argumentos para justificarlo se hicieron a partir de puntos de vista técnicos y de ingeniería, de modo que considerando solo estas dos disciplinas la obra era viable a todas luces por efectivamente tener un rigor científico, sin embargo desde el punto de vista urbanístico, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana, ya habían dicho que la obra no era viable para la vida de la Ciudad de México, y llevan diciéndolo por años.

 

Texcoco, décadas siendo proyecto fallido

Texcoco ha sido una opción fallida, pues se ha considerado hacer un Aeropuerto ahí desde la década de los ochenta y por deficiencias políticas con la sociedad en torno a los impactos ambientales nunca se ha podido realizar. La razón principal por la cual siempre se ha visto a Texcoco como opción para albergar un Nuevo Aeropuerto es porque los estándares de aviación internacional saben que por las condiciones topográficas del lugar se pueden construir tres pistas que operarían de forma simultánea con seguridad de operaciones.

 

Sin embargo y desde el punto de vista urbanístico, el Aeropuerto en Texcoco generaría problemas impactantes para la Ciudad de México, algunos son los siguientes:

 

Agua

Organismos internacionales tienen catalogada a la Ciudad de México como una de las urbes con mayor riesgo de quedarse sin agua potable y desde hace 50 años se sabe que el lago en esa zona es prioritario para recuperar y reestablecer el equilibrio del agua.  Urbanistas de la UNAM advierten que construir un aeropuerto ahí generaría problemas en manejo y aprovechamiento del agua y ello crearía escases en la capital del país.

 

Aves

Además del daño ecológico, por norma el espacio aéreo alrededor de un aeropuerto debe estar a ocho kilómetros lejos de lo que se considera fauna riesgosa, y la zona de Texcoco tiene aves que podrían meterse a las turbinas de los aviones y generar un problema de seguridad, de hecho este fue uno de los elementos que por décadas se consideró como riesgo para hacer una terminal aérea en esta parte del país.

 

Agua potable

Cuando el aeropuerto se construyó se hizo en lo que en ese entonces eran los límites de la ciudad, con el tiempo el área a su alrededor se urbanizó y es por ello que hoy en día no se puede ampliar el aeropuerto. Actualmente se estima que un Aeropuerto en Texcoco generaría crecimiento urbano acelerado en una zona que de  por sí tiene problemas de abasto de agua, esta obra demandaría más líquido y nunca han explicado cuál sería la fuente para abastecerlo.

 

Contaminación

En cualquier parte del mundo un aeropuerto es una fuente de contaminación, es por ello que se recomienda que se ubiquen lejos de centros urbanos.

 

Actualmente también se sabe que la contaminación por CO2 puede ser mitigada reforestando, pero es necesario conocer los niveles de este contaminante para saber cuántos árboles se necesitan sembrar para capturar que capten el CO2 generado por los aviones, pero no había estimación de qué cantidad de gases de efecto invernadero y otros contaminantes generaría el Aeropuerto de Texcoco. Ademas, ese municipio no tiene espacio para reforestar la parte baja de la cuenca que es donde podrían  acumularse los gases y ello crearía un impacto ambiental irreversible, la contaminación en el valle aumentaría y ello generaría problemas de salud pública.

 

Entre otras dificultades…

 

 

 

Santa Lucía, un potencial problema

Ahora lo que debe hacerse es analizar a profundidad la opción de habilitar el Aeropuerto de Santa Lucía, pues esta cancelación de Texcoco no debe significar que la nueva obra debe irse para ese lugar de inmediato.

 

Debe ser así porque, puede ocurrir que los organismos internacionales no otorguen el permiso correspondiente para que Santa Lucía opere como opción a la saturación del actual aeropuerto.

 

Santa Lucía sí es la más viable en términos ambientales, pero tiene en contra lo siguiente:

 

  • Uso ineficiente del espacio aéreo.
  • Falta de permisos para que Santa Lucía deje de operar como base militar y lo haga como aeropuerto.
  • No se pueden construir las pistas necesarias para uso comercial (requieren pistas de 5 kilómetros).
  • Tiene complejidad en el control aéreo.
  • No disminuiría la saturación del actual aeropuerto.

 

Nuevo Aeropuerto: ni Texcoco ni Santa Lucía, y ¿por qué no Tizayuca?

Aeropuerto en Tizayuca, la otra opción

Tizayuca es un lugar ubicado en el Estado de Hidalgo, prácticamente enfrente de la Base de Santa Lucía y están a 22 minutos uno del otro, es decir quedan en el mismo rumbo. En el sexenio de Ernesto Zedillo, en diciembre de 1995 para ser más preciso, se tomó la decisión que ahí se construiría la nueva terminal, pero nunca se hizo el anuncio oficial por presiones de grupos políticos y empresariales que cabildearon de última hora a favor de Texcoco, por ello esta opción se desechó.

 

Frenar la obra de Texcoco significa la oportunidad de hacer las cosas bien desde el punto de vista urbanístico, es decir, contemplando aquello que impacta menos a la Ciudad de México en uso de agua, contaminación, salud pública, generación de basura, etcétera.

 

Según estudios técnicos, Tizayuca sí puede ser el complemento al aeropuerto existente, a diferencia de Santa Lucía que no podría convivir con la actual terminal aérea, es decir que una propuesta más del presidente electo debería contemplar revivir el proyecto de Tizayuca para desahogar el tráfico aéreo de la capital y la baraja de opciones no debe cerrarse a Toluca y Santa Lucía exclusivamente.

 

La conclusión es que los problemas ambientales son los que han detenido la obra en Texcoco por más de 20 años, los daños ambientales son bien conocidos por quienes han estado involucrados en el plan de realizar el Aeropuerto en Texcoco, de modo que han apostado a revivirlo una y otra vez fallidamente, así que esto puede indicar que es el momento de abandonar definitivamente la opción de construir un Nuevo Aeropuerto en esta parte del Estado de México, el cual sería más costoso en comparación a hacerle complementos en Toluca, Santa Lucía o Tizayuca.

 

 

 

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